
El debut de PAUL OSBORNE tenía todos los ingredientes para ser un buen thriller. Un marcado aire independiente, buenas interpretaciones de su pareja protagonista y una trama a priori seductora.
Sin embargo, varios son los puntos que en mi opinión desmerecen esta FAVOR; por un lado, los 102 minutos de metraje se hacen larguísimos, sobre todo por la repetición de clichés. Llega un momento que uno se aburre de ver al personaje de MARVIN CROAT (PATRICK DAY) coaccionar a KIP (BLAYNE WEAVER).
Por otro lado, los giros de guión se vuelven tan previsibles que uno se siente tentado de darle al botón de FF en busca de algo que lo vuelva a reenganchar al inicio del film, que es de largo lo mejor de la película. Una sombría atmósfera, una CARPENTERIANA banda sonora que no sé porqué demonios no vuelve a repetirse en toda la película, y en definitiva un ambiente muy deudor de novela de misterio.
A partir de ahí, todo empieza a desmoronarse; la paupérrima aparición de un batrácico JEFFREY COMBS resulta tan ridícula que hay que verla para creerla. Los minutos se suceden y ya uno no despierta hasta el vertiginoso clímax final, que si bien recupera algo de ritmo con unos muy buenos arranques de violencia visceral, para mi gusto no justifican el aburrimiento previo. También me gustaría destacar una de las peores apariciones policiales de la historia del cine, y no sigo para no spoilear la película.
No obstante, quizás merece un visionado y vuestra opinión difiera de la mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario