EDICIONES FORUM: BIBLIOTECA DEL TERROR

La BIBLIOTECA DEL TERROR de Fórum Editores fue una de esas Rara Avis de los 80, donde editoriales como Bruguera o Fórum eran todopoderosas y podían permitirse empresas tan arriesgadas como la que hoy nos ocupa. Y es que editar un coleccionable semanal de novelas de terror de gran prestigio de forma medianamente asequible y con un gran gusto para la selección de títulos no es cosa fácil. Otras editoriales lo han intentado pero se quedaron por el camino; sin embargo, Fórum se las apañó para darnos 102 entregas semanales con posibilidad de encuadernación dando cabida a lo mejor de la literatura de terror tanto actual como clásica.
La colección estuvo dirigida por Juan Tébar (escritor, guionista y director de cine), que si los datos no me fallan, creo que es el encargado del relato en que se basó Narciso Ibañez Serrador para hacer la Residencia y algún que otro capítulo de Historias para no Dormir.

Los fascículos eran formato revista (un poco mas pequeños), con unas deliciosas portadas de regusto pulp y escritos a dos columnas (como su colección hermana CÍRCULO DEL CRIMEN).

Por sus páginas pasaron clásicos como Lovecraft, Poe, Le Fanu, Dumas, Doyle, Mary Shelley... y maestros del terror del momento como Ramsey Campbell, Monteleone, Charles Grant, Shaun Hutson, Peter Straub... en fin, toda una delicia para los amantes del género.

Las portadas como digo eran muy entrañables, y destaco las que eran tipo dibujo "collage" realizadas por Emma Cohen, de la que desafortunadamente no dispongo de datos fiables para establecer algunas líneas biográficas. Si alguien conoce algo de dicha artista, le rogaría me escribiese algún comentario para satisfacer mi curiosidad sobre tan tremenda portadista.

Ya es difícil encontrarse con estas rarezas del mundo editorial, que pertenecen a otra época y otra forma de pensar en la que quizás se intentaba emular a publicaciones míticas como la norteamericana Weird Tales, cuna de la ciencia-ficción, la fantasía y el terror; son como digo muestras de que la calidad no tenía que ir reñida con el precio total del producto, y que en un simple papel Pulp (el papel era realizado con "pulpa" de papel, que era de menor calidad pero muchísimo mas barato, y de ahí viene el nombre de PULP) y economizándolo al máximo, tenías unas colecciones imperecederas que por desgracia ya hoy no se estilan en las editoriales, mas preocupadas por el mainstream y ganar dinero de forma rápida y segura.

Si te encuentras alguna de estas joyitas por ahí, no olvides que todavía hay quien las reivindica, quien las atesora, las cuida y las mima como fruto de otra época y otro pensar. Es el fetiche del papel, que tanto me esfuerzo en endiosar ahora que el formato digital nos come y nos acosa en todos los ámbitos posibles...