Encontrábame en la ducha, sintiendo correr el agua por mi torso desnudo y musculado, cuando me dispuse a lavarme la cabeza con champú... recorrí mis suaves dedos por los rizos arrebolados y tras enjuagarme bien el pelo, cogí el tarro de acondicionador; cuál fue mi sorpresa al leer en el bote: HIDRATA, NUTRE Y REPARA... Y YO PENSÉ; COÑO!, SI ME TOMO ÉSTO TODOS LOS DÍAS... ¿CONSEGUIRÉ YO LLEGAR A LOS 100 AÑOS?...
jajaja alguna vez lo he pensado yo también... me parece gracioso cómo exageran las propiedades de los productos.
ResponderEliminarHombre, yo no sé si el producto tendrá efectos de longevidad... pero viendo como describes el momento ducha se ve que los alucinógenos los tiene de sobra...
ResponderEliminarAna de Michael