Áspero y brutalmente atonal es Chillar todo el Día de Isabelle Diuthoit & PROYECTO OCNOS, grabación / mezcla en directo el 5 de Noviembre de 2021 por Javi Mora (Espacio Turina, Sevilla) y que sale a la luz por Sentencia Records en formato digipack. Proyecto Ocnos, bajo diversas encarnaciones (aunque siempre pivotando alrededor de la primitiva molécula o prión de Gustavo A. Domínguez y Pedro Rojas), lleva ya un tiempo soterrando el subsuelo hispalense y creo que el texto de su página web es tan potente que es imposible que pueda eludir reproducirlo aquí:
`Ocnos, cuyo nombre utilizó Cernuda para su poemario sobre lugares de Sevilla, es un misterioso habitante del Hades que pasa la eternidad trenzando una cuerda de juncos que su asno devora en el acto. Símbolo de lo efímero, y de lo in-útil, la trenza de Ocnos establece una perfecta analogía con el arte, que no sirve a ningún propósito más que a sí mismo; y particularmente con la música que, como la cuerda, desaparece inmediatamente tras ser creada.´
En esta grabación, masterizada y engalanada por Borja Díaz y Gonzalo Santana respectivamente. Portada muy a lo Evan Parker del The Topography of the Lungs (1970) mezclada visualmente con cierta sutileza de cuando Zorn tenía mala baba (sus grabaciones en DIW o las primeras cositas en Tzadik). La ilustración escogida es el impresonante grabado `Muscles of the tongue, mouth and throat, with interconnections to the nose: three figures´ de A. Bell según G. Bidloo, 1798. La formación aquí es:
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Isabelle Duthoit, cantante
Alejandro Rojas Marcos, piano
Luz Prado, violín
Marco Serrato, contrabajo
Borja Díaz, batería
Pedro Rojas-Ogáyar, guitarra eléctrica
Gustavo A. Domínguez Ojalvo, clarinetes y concepto musical
Alfonso Camacho, audiovisuales
Ana Sánchez Acevedo, dramaturgia y escenografía
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Presentar a cada músico sería tedioso, además de que much@s ya han recorrido las páginas de este blog en reseñas de conciertos o discos (desde Luz Prado a los combos jazzísticos de Borja, Serrato y Gustavo). Sí que me gustaría hacer hincapié en la excelente labor de Isabelle Duthoit, también clarinetista, y que ha colaborado con vocalista y clarinetista francesa que ha colaborado con artistas tan insignes como Joelle Leandre, Marilyn Crispell, Ingebrigt Håker Flaten, Paal Nilssen-Love, Matija Schellander o Tom Hodgkinson.

Chillar Todo el Día es una obra experimental basada en un cuento de Kafka (los detalles de la trama y sus implicaciones en la música os la dejo para vuestras investigaciones) y que a nivel sonoro yo capto diversas partes bastante diferenciadas y que beben de distintas fuentes estilísticas casi todas ellas del Free o la Impro Europeas. Así pues, esta poliédrica incursión en forma de suite viene a ser una especie de reverso tenebroso entre las composiciones de Carla Bley (Escalator Over the Hill por ejemplo), las obras más crípticas del primer Free Jazz europeo de Keith Tippett con su bestialidad irrepetible de la CENTIPEDE BAND (Septober Energy, 1971), pero todo más enfocado a la Impro pura y dura de silencios casi perpetuos de unos AMM o Spontaneous Music Ensemble (por supuesto, siempre guardando las distancias con los nombres casi míticos que estoy soltando aquí). Dicho de otra manera, la electroacústica (Cage o Riley) juega al parchís con la garra de juventud de Evan Parker, Guy o Lytton y haciendo diversas incursiones melódicas en aquel Free Jazz Británico primigenio donde todavía no se había perdido totalmente el fraseo melódico.
Claro, luego tienes una bestia de la naturaleza que es la base rítmica Serrato-Díaz o esa impresionante cascada de clústers de piano de Rojas Marcos que tiene la fuerza de Cecil Taylor en sus mejores conciertos. Cuando pones todos estos elementos en la batidora, lo que obtienes es una trama pautada de corte insano (la voz gutural de Isabelle es apabullante), clímax atronadores que rescatan lo mejor de Hidden Forces Trio y en definitiva, una obra con una personalidad propia que no se asusta nunca de pasar de la Concrete Music a las disonancias puras y duras. Evidentemente, sobre la parte dramatúrgica y el diseño del set de Ana Sánchez Acevedo no puedo opinar más que por las fotografías que he visto que apuntan a que fue un evento trabajado hasta el último detalle.

Un excepcional gruñido hace de `fade in´ para empezar la fiesta con "Obertura". Minimalistas ejercicios donde destaca un piano nervioso que interactúa con todos los instrumentos (micro notas asordinadas del clarinete, los platillos de la batería o los tonos grávidos Noir del bajo). La voz de Isabelle se animaliza (pasa del rango de lo grave a lo agudo de forma casi imperceptible y vibrando en la misma longitud de onda que el clarinete) a la par que la Arkestra se va contorsionando sobre sí misma en ejercicios abruptos de todos los instrumentos. "La Quietud" es minimalismo basado sobre todo en la base rítmica y algunas regurgitaciones del clarinete en tonalidades muy bajas, cosa que se vuelve a repetir más adelante en el largo "Me Burlo de Vuestra Protección". Imposible no acordarse de la Spontaneous Music Ensemble.
La Música Contemporánea hace acto de presencia con las cuerdas golpeadas (no sé si de guitarra) y sonidos muy difíciles de localizar (cuesta saber si es una cuerda destensada del violín, de la guitarra o un objeto golpeando el contrabajo) pero que exuda en conjunto teatralidad y si bien no se llega al rock en ningún momento, no es baladí citar a Art Bears o Henry Cow, a cositas de Dagmar Krause y vaya usted a saber si hasta de Julie Tippets. Estamos en "Nuestra Raza no Aprecia la Música". Cuando se alcanza tal nivel de disonancia el espacio / tiempo se deforma y se entra en un trance del que nos saca Serrato allá por el minuto 2 de "En Medio del Sueño" con un maltrato evidente de las cuerdas del contrabajo (elongaciones, bondage y rasgueos con arco). La segunda parte del corte donde se suman todos los instrumentos como una muralla es de una sobria intensidad que roza el Doom jazz (si alguien sabe lo que es ese género) al margen del cariz `gutural´ que aporta la voz de Isabelle.

De mis temas favoritos "Concerto Grosso" donde se eleva el asunto a máximas cotas de intensidad. Un puño americano de ImproJazz de corto minutaje que engarza con la pieza "Interludio" de cariz mucho más Jazzístico. El triple juego de cuerdas (contrabajo, guitarra y violín) es la TTT o Trinidad de Torturas Timpánicas (se rozan, se autoagreden, copulan, rompen y reconstruyen una y otra vez en los 60 minutos del disco). Sigue "Nuestra Vida es Dura" con un ejercicio circular de Gustavo al clarinete que me trae mucho a la cabeza (cambiando a trompeta) al Don Cherry de finales de los 60. Por cierto, me encanta el sincopado ritmo de la guitarra eléctrica de Pedro Rojas, la profusión de recursos percusivos de Borja Díaz y los asfixiantes jadeos de la voz... todo dirigido a un decrescendo cinematográfico alucinante.
"¿No será un simple chillido?" juega con una oscurísima atmósfera de glosolalias abotargadas y circulares clústeres de guitarra y violín. Soberbia la explosión y giro hacia ese Free doom de agrupaciones como Dead Neanderthals. Tras la mentada arriba "Me Burlo de Vuestra Protección", toda una sábana de Jazz benzodiacepínico que va subiendo peldaños en sus últimos minutos conforme el sopor es revertido como los antídotos de los relajantes neuromusculares hasta que se desemboca en "Su Último Chillido"... diez minutos donde se destila más de todo lo anterior y se finiquita con la bienllamada "Finale".
En resumidas cuentas, un DISCAZO IMPRESCINDIBLE si te gustan estos estilos.
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