jueves, 11 de marzo de 2021

HALTER - "FOR THE ABANDONED" (MFL MFL 012, 2015)

Tras Omnipresence of the Rat Race, la continuación se haría esperar dos años para la banda rusa de Death/Doom HALTER que vuelven a sacar el disco en MFL (Modern Funeral League). Año 2015 y con formación de quinteto... Wad (bajo), Vaness (batería), Igor y Mid (guitarras), y la profundísima labor a las voces de Alex Pyshkin. También por cierto colaboración a los teclados de Marina Ignatovich de los góticos Lorelei creando atmósfera y profundidad.  Un disco grabado con la misma formación que el debut y compuesto casi que de forma paralela.

For the Abandoned retuerce el sonido del debut en un compost mucho más lento y seco, con incursiones muy bien trabajadas hacia el Funeral Doom merced a una base rítmica plúmbea como pocas. Con la excepción de ciertos pasajes que tiran más del palo finlandés, vuelven esos riffs pétreos a lo Evoken o My Dying Bride, y siempre teniendo en cuenta ese enorme filón que es el uso de dobles guitarras tanto para el relleno del sonido como para lanzar pasajes solistas que evidencia un crecimiento importante como banda (el ejemplo está en la soberbia parte central del último corte "Ode to the Abandoned"). La producción es excelente por cierto... por poner una pega al disco, el artwork es bastante anodino y no refleja absolutamente nada la música que encontramos dentro (si cambias el logo podría ser un disco de Anathema de mediados del 2000) pero bueno, son cosas que siempre pueden estar al arbitrio de cada cual.

"...of the Part of Nature" ya evidencia cambios. Potente, lento y aletargado, el bajo se erige en toda su gloria con una soltura que no estaba en el anterior disco. Adornos épicos que parecen instrumentos de viento creados por el teclado le dan ese empaque que necesitan los discos de Funeral Doom para abrirse en abanico. Entra la voz de Pyhskin y todo vibra... se mecen las guitarras al ritmo de unos Mournful Congregation, Evoken y perlas del estilo. Toma tiempo hacerse con la melodía, pero eso lejos de ser un hándicap juega a favor de HALTER, sobre todo cuando (minuto 3 y pico) se abre paso la guitarra solista garabateando miseria a base de riffs que se mecen y quedan colgados hasta disolverse como copos de nieve. Ni rastro del aspecto romántico/gótico del género... más bien una alquitranosa maraña gruesa rellenando tus intestinos como un enema de poliuretano.

"Hunters' Brotherhood" mete ya detalles fineses y suecos en las guitarras pero sin perder el aire de miseria que imprima de carácter a todo el disco. Impresionante la profundidad de las guturales que me siguen recordando a Ophis en su debut. Sigue "First Snow" con una forma de abrir que pone los vellos como escarpias... al más puro estilo Amorphis primera etapa, aúnan el groove épico de las guitarras con la decadencia claustrofóbica del Doom. Para cuando se asientan todos los instrumentos, aparecen los ecos a My Dying Bride. Sin ser originales, HALTER tienen su propia forma de desarrollar la música y pocos defectos puede uno encontrarles.

Live, 2020. (Photo: Vyacheslav Kornilov)

Tramo final con "Pain Which Never Sleeps" encuadrado en un Death/Doom a medio camino entre Bolt Thrower y la Peaceville 3, con otro excelente muestrario del bajo. "Keepers of Persistent War" con la guitarra solista trabajando filigranas clásicas del género y un imperturbable Alex Curche abriendo su tráquea como si de un parque de atracciones se tratase. Fans de primeros Opeth, Amorphis, Katatonia, Rapture o Swallow the Sun... aquí tienen diversión asegurada antes de ese bestial monolito de doce minutos de "Ode to the Abandoned". Abre el piano de Marina Ignatovitch preludiando una caída libre, descenso anímico por esos recovecos imperturbables del mejor Funeral Doom en un más que notable disco. 

Y la historia sigue...



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