jueves, 16 de julio de 2020

JAVIER MIRANDA - "MIRROR GAMES" (AUTOEDICIÓN, 2020)


Bueno, hoy os traigo un texto largo y algo atípico para un disco debut autoeditado. La historia comienza cuando le compro unos discos a un particular en un foro de música progresiva; tras una serie de intercambios de palabras virtuales, Javier Miranda me comenta que estaba trabajando en un disco y que bueno, que si las circunstancias se daban, iba a sacar una pequeña tirada. No es hasta que le pido a Javier que me mande unas palabras de presentación de su disco que me entero de que había formado parte de la formación original de Kalte Sonne llegando a editar The Hum (2014) que por desgracia no he escuchado... sí que os traje por aquí luego las reseñas de Ekumen (2018) y un Split con la banda Alpaca (2019).

Mirror Games se autoedita en formato digipack en un Cd-r limitado a 33 copias con un bonus track con respecto a la edición digital y si mis datos son los correctos, pronto puede haber nueva edición a cargo de áMARXE. Cuando escucho el disco me quedo sobrecogido; hay calidad y mucha, sobre todo en la original forma de aunar diferentes estilos de Rock Progresivo no antagónicos pero que no suelen mezclarse mucho entre aficionados al género. El Space Rock con el Sinfónico, la electrónica Berlinesa con partes Folkies... creo que lo mejor es que empecemos haciendo un retrato robot:


I. QUIÉN ES JAVIER MIRANDA Y POR QUÉ PODRÍAS SER TÚ HISTORIA:

`Sé que es típico decirlo pero no sé muy bien por dónde empezar. Imagino que por el principio, claro. Intentaré resumir: En mi pre-adolescencia me gustaba mucho la música pero tampoco me interesaba más allá. Escuchaba la radio y veía "Del 40 al 1" los Sábados por las mañanas. Hablo de mediados-finales de los años '90. Compraba discos muy de vez en cuando con el poco dinero que tenía. Recuerdo escuchar en la radio el tema "Daysleeper" de R.E.M., que me encantó y me lo compré al día siguiente (El disco se llama "Up" y podría considerarse un hermano pobre del "OK Computer" de Radiohead; a mí me gusta mucho y le tengo cariño). Quizás el paso intermedio desde este estado inicial a mi obsesión musical actual se dio a finales de esa década.

Mi hermano tenía cintas de grupos heavy españoles (cosas como Mägo de Oz, Tierra Santa, Avalanch, etc) y ahí es dónde empecé a escuchar cosas que no se solían poner en la radio (al menos no en horario diurno). Y digamos que a mis 15-16 años me podía considerar "Heavy", por poner una etiqueta. Y de ahí a Iron Maiden y grupos del estilo. Recuerdo también el impacto que me supuso escuchar a los italianos "Rhapsody": es el típico momento concreto de tu juventud que recuerdas, no sabes muy bien el por qué. Iba con mis padres en el coche a comer a algún sitio de mi ciudad, y les dije que pararán al lado de Tiendas Tipo que quería bajarme a comprar un disco. Obviamente fué una compra a ciegas, algo que a día de hoy es difícil experimentar. El disco era el primero,  "Legendary Tales", del que me atrajo la portada (aunque realmente la que conocía de un catálogo de la tienda era la del segundo, "Symphony of Enchanted Lands"). Y claro, al volver la comida, me tiré en la cama y me lo puse y me quedé anonadado: la intro orquestal en latín era algo que nunca había escuchado antes. Era joven e impresionable. Ese disco lo quemé hasta la saciedad y aún a día de hoy si me lo pongo lo sigo disfrutando, al igual que su tercer álbum "Dawn of Victory" (el segundo que comenté antes me gustaba menos, era demasiado pomposo para mí). Vamos, que todo lo relacionado con el metal (sobretodo ciertas tendencias power muy de moda en esa época) tuvo una gran influencia en mí.


Quizás el gran punto de inflexión en todo esto fué la salida en 1999 del disco "Scenes From a Memory" de los norteamericanos Dream Theater. Recuerdo perfectamente que lo compré en unos grandes almacenes, en Navidades del año 2000 creo recordar, totalmente a ciegas, atraído por la portada y por ver nombrado el grupo en una página web (más bien una lista de correo) en la que participaba (muy de vez en cuando) y que leía muy habitualmente, que era "La Caja de Música". Estaban inscritos y publicaban textos gente de toda España (y parte de Latinoamérica) y lo leía con  auténtica atención, apuntando mentalmente nombres para poderme hacer con discos en el futuro. Volviendo al disco de Dream Theater, lo quemé hasta la saciedad. Además a mi hermano también le gustaba y era lo más normal que cuando yo no lo estaba escuchando, lo estuviera haciendo él (además con el volumen al máximo, yo en mi habitación era más discreto). Leyendo sobre el grupo y sus influencias descubrí ese término de "Rock progresivo". Yo no entendía que era eso. Veía nombres como Genesis, Yes, King Crimson, y me sonaban a chino. Pero claro, la curiosidad me podía y investigué, ahorrando lo que tenía para comprarme un bocata en el recreo del Instituto, y fundiéndomelo en discos, tanto en Tiendas Tipo como en alguna otra pequeña tienda de mi ciudad.

El siguiente impacto en mi gusto musical está claro que fué el descubrimiento de Genesis, allá por el año 2000-2001. Me dirigí a una tienda llamada Don Disco y empecé a ojear lo que había en la letra "G". Allí dí con un disco llamado "Nursery Cryme" de este grupo que tanto me sonaba de haber leído sobre ellos, y que ponía como un pilar fundamental del género. Cuando llegué a casa y lo puse me quedé de piedra: eso era algo que, no solo me gustaba mucho y lo disfrutaba, si no que también me producía emoción a la vez que interés en seguir investigando. En ese sentido, a partir de aquí, todo es historia: Genesis es un grupo esencial para mí y mi gusto por el "Rock progresivo" fué creciendo.


Hubo un momento esencial en mi "formación musical". Allá por el 2003 (cuando ya podía tener bastante discos, y adentrarme en muchos grupos progresivos) me gustaba mucho Spock's Beard, la banda de Neal Morse. Siempre me ha "emocionado" más la música basada en la melodía que la que la deja en un segundo plano (que siempre me ha interesado más de manera intelectual). Un día, charlando por el antiguo mIRC (programa para chatear antes de Whatsapp, Messenger y demás inventos) me encontré, en el canal de Lugo, una persona con el nick "spocksbeardfan" (o algo así). Me sorprendió, ya que Lugo no conocía a nadie que le gustaran esas "cosas raras". Curiosamente hablé con esa persona (que en un principio pensaba que yo era un amigo suyo gastándole una broma) y quedamos al día siguiente para tomar algo y charlar. Entiendo que pueda parecer una situación que no parezca tener demasiada importancia, ni que sea tan extraña, pero en una ciudad pequeña (o pueblo grande) como Lugo, desde luego que lo es.

Ese día, en ese bar, se abrieron ante mí, infinitas posibilidades y caminos musicales. Estos chicos con los que quedé me hablaban de un montón de cosas que no conocía, e incluso de cosas que conocía pero que nunca me había planteado escuchar, por ser "demasiado comerciales" (típica tontería de chavales). Vamos, que escuchaban tanto a Mariah Carey como a los industriales Whitehouse. Eso fué clave para mí, hizo que abriera la mente al máximo, y eso me parece esencial para disfrutar de cualquier tipo de música´.

II. CÓMO DIABLOS, CON QUÉ Y DE QUÉ MANERA...

Una vez he dado más de diez vueltas al disco he captado decenas de instrumentos diferentes. Tantos que de ser reales las famosas fotografías de contraportada de Mike Oldfield se quedarían muertas de envidia... así que bueno, afilando la oreja es evidente que se tira de Plugins y cosas así: `Quizás te sorprenda (y quizás decepcioné, a saber), pero en todo el disco no hay un solo instrumento analógico, ni guitarras ni bajos ni batería. Lo tuve claro desde un primer momento: buscaba que sonara lo mejor posible dentro de lo que pretendía hacer y dentro de mi nivel como productor, y veia que era la mejor opción, después de pobrar a grabar tanto guitarras como bajos reales. Es un disco meramente electrónico´.

El sonido está bastante trabajado y sólo se capta ese detalle en algún pasaje de batería pero habidas cuentas que hasta Matthew Parmenter tira de cajas de ritmos para mí no resulta ningún problema. Con una batería orgánica el resultado sería más completo y compacto, pero reitero que los cambios de ritmo deudores tanto del Progresivo Francés como de King Crimson o el R.I.O. están reflejados a la perfección compositivamente hablando. Mirror Games se compone con la guitarra y se vertebra a través de instrumentos de cuerda (luego el cambio a uno u otro plugin es otra historia). Me cuenta el propio Javier

`Nunca he sido muy estudioso (en ningún ámbito), y con la guitarra no era una excepción. Por aquella época iba a clases particulares, pero duré muy poco (daría 5 o 6, como mucho). Todo el tema teórico me daba mucha pereza, me aburría. Así que toda mi formación es totalmente autodidacta. No ayudaba tampoco la horrenda guitarra que tenía. Siempre lo recordaré: era de la marca "Academy" y, entre que no sabía tocar, y que sonaba de pena, pues nada, que me frustraba, que se le va a hacer. Ahí se quedó la cosa, por el momento.

Yo seguía prácticando y haciendo mis pinitos con ello. Ya tocaba algo mejor, y me dedicaba a componer en el ordenador, con ayuda de un programa para hacer tablaturas. Me ayudó muchoa conocer acordes y diferentes tipos de compases. Es un material muy anárquico, pero había de todo. De vez en cuando aún recojo ideas de esa época y les doy forma. Y, aparte del tema guitarrístico, comencé a tocar la batería. Como tenía una (muy sencillita, eso sí), me metí en la orquesta de un amigo de la familia que vivía al lado de mi casa. En temas de Orquestas estuve metido varios años, como forma de sacarse un dinero sobretodo en verano. Toda experiencia ayuda. Aunque a mí lo que me gustaba de verdad era otra cosa.

Mientras tanto seguía escuchando música de todo tipo. Desde grupos técnicos como Atheist, Cynic y demás (que siempre me gustaron a raíz de su complejidad y sus puntos en común con grupos progresivos) al pop o a la música más comercial. De hecho a partir de finales de la década de los 2000, dejé de escuchar grupos progresivos (tanto clásicos como modernos) y me metía entre pecho y espalda muchas otras cosas (hip-hop, ambient... lo que surgiera)´.

(Kalte Sonne - The Hum)

III. PRIMERAS GRABACIONES, PRIMEROS TIENTOS Y KALTE SONNE.

`Llegados ya al años 2009-2010 pues nada, que me apetecía grabar algo de manera más o menos seria. Me junté con un gran amigo de un pueblo cercano y, como sus padres tenían un pequeño piso en la costa lucense, pues nos íbamos alli (generalmente desde el Sábado al mediodía hasta el Lunes a la noche/madrugada; yo habia dejado de estudiar y en ese momento no trabajaba, así que me adaptaba a su extraño horario de trabajo semanal). Básicamente comíamos, bebíamos, fumábamos porros, componíamos y grabábamos. No éramos unos hachas tocando, pero nos defendíamos. Tampoco sabíamos grabar bien ni producir, pero nos daba igual. Eran días de creatividad y nada más.

Recuerdo jornadas maratonianas de 24 horas seguidaS despiertos y grabando (sin exagerar!). De toda esa locura sacamos un disco titulado "Insomnia" y decidimos llamarnos Pressences. Quizás aún se pueda encontrar en la red. Lo editamos en plan casero en el 2010 y básicamente era un batiburrilo de géneros dentro del metal extremo (black y death, de tono más bien melódico) mezclado con teclados e influencias diversas (los suecos Opeth nos gustaban mucho en esa época y se notaba en ocasiones). A nivel producción e incluso técnico era un absoluto desastre pero tenía buenas ideas. Las voces limpias (que eran de mi amigo) eran un horror y las guturales (echas por mí, después de un buen tazón de chocolate, claro) no eran gran cosa, pero daban más el pego.

Con un amigo, grabé el disco "En un lugar solitario" (titulado sacado de la película de mismo nombre de Nicholas Ray, que está disponible en el bandcamp de la banda en formato digital). En él básicamente me ocupaba de la instrumentación (bajos, guitarra, mandolina y banjo) y mi amigo de la voz y alguna guitarra ocasional (el es principalmente cantante). Creo que quedó un disco realmente bonito, muy meláncolico, con letras en castellano (escritas por mi amigo) que están bastante bien. Es un disco relajado, de tono folk y con influencias de ese que se suele llamar "Americana". En este proceso aprendí ciertas cosas sobre la producción/grabación, aunque nunca he sido muy avispado en estos temas´.

(Ordet)

IV. MIRROR GAMES.

`Desde hace muchos años me ha gustado la música ambient. Le cogí un gran cariño a dos compositores de este estilo de música. Matthew Robert Cooper (aka Eluvium) y el británico Ben Woods. Su pieza "From Blue To Grey" (año 2008) siempre ha sido una gran influencia para mí. Uno de mis temas instrumentales favoritos de todos los tiempos. Así que por medio de Splits con otro amigo (Iago aka Yellow Flesh, que también edita música de vez en cuando y, además, es un excelente artista gráfico, y autor de mis portadas) iba dando rienda suelta a temas con esas influencias. Precisamente con este amigo "fundé" un sello virtual (nada oficial, simplemente por diversión) llamado "Astronomy Recording Music", con el que íbamos referenciando cosas que iban saliendo a la luz. Si tienes interés también puedes encontrarnos en Youtube con el canal "Astronomy Recording Video", donde subimos cortos chorra Sci-Fi que hacemos juntos. Una curiosidad.

Volviendo al tema del disco, empezaba a tenerlo claro. Siempre tuve un pensamiento ciertamente anárquico de cara a la música. Creo que los "estándares" se la están cargando. Es algo que siempre discutía con amigos. Y con este disco, en un principio, caí en ese saco. Me planteaba hacer un disco de "algo" (de rock progresivo, de black metal, de ambient, de lo que sea) y ese fué, en un principio, mi error. Decidí dejarme llevar y hacer lo que me surgiera. Lo importante es que yo lo escuchara y lo disfrutara como oyente (aún siendo consciente como creador, de los "fallos" que pudiera tener).

Aunque algunas ideas tiene un cierto tiempo, empecé a trabajar en el disco a principios de este año 2020´. 


Leída la historia de Javier Miranda es más que probable que os sintáis identificad@s. Primeros pinitos con instrumentos, primeras bandas, inquietudes y todo el poder de la juventud en el asador. Si hay algo que me ha apasionado de este disco es su profunda honestidad y la gran cantidad de ideas distintas que maneja... cómo se hilan a la perfección estilos muy equidistantes de tal suerte que no se vean demasiado las costuras y la vez, que suene fresco, realmente progresivo y que gane con las escuchas. 

Si tuviera que definir a bote pronto el disco diría que es una especie de Cuarto Mundo de John Hassell metido en terrenos ambientales (Brian Eno quizás) y con estructura rockera pero sin llegar al metal (y con suerte para mí, sin meterse en eso que aborrezco que se llama Metal Progresivo). Flota siempre la electrónica que puede recordar tanto a compositores alemanes a lo Schulze como a clásicos franceses a lo Jarre, Magne y demás... aunque a mí la cabeza en "Travels Pt.1" se me va a los primeros Neuronium (incluso a su disco con Vangelis).

`Decidí desarrolar unas ideas de tono más ambiental, que es en lo que me sentía más seguro por mi experiencia previa (y con las que no tenía que lidiar con problemas de producción y de grabación de instrumentos reales). El tema está compuesto de tres partes. Siempre me gusto el "ruido" en la música y así es como empieza el tema, para dar paso a una parte que entiendo pueda ser influencia de los Tangerine Dream de los años 70 en cierto sentido. Hay 2 melodias con ligeras variaciones superpuestas que ejercen como eje melódico en la primera parte del tema apoyados en otra melodia de moog de tono muy grave, y que ejerce de bajo en esta parte. Como enlace a la última parte aparece un pequeño interludo con piano y pad para descansar un poco. La última parte del tema es más luminosa. Cuando la escuché me recordó un poco a las bandas sonoras de Joe Hisaishi para las películas de Takeshi Kitano. Tiene algo de esa luminosidad. Usé samples de percusiones a las que apliqué diversos filtros y éstas pueden sonar pre-colombinas en algún sentido (recordando a Jorge Reyes, salvando la distancia). Aunque no se parezca, en ésta epoca estuve enganchado y me afectó mucho la escucha del único disco de Música Esporádica´.

Soundscapes de piano a mitad del tema hacen crecer un ambiente etéreo al más puro estilo Alpha Centauri de Tangerine Dream pero menos abstracto. Melodías que te sumergen dentro del espacio profundo en viajes exóticos de percusiones incas tan presentes en las sintonías de programas de la televisión allá por los 70 y 80 o en el primer New Age (por ejemplo Deuter).

Sigue "Hyperdrive" ya más centrada en el Rock Progresivo. Un drone de órgano mantenido y arpegiado sobre el que rompe una guitarra distorsionada, baterías sencillas y directas que conducen el corte hacia un éxtasis cercano al Post Rock (Mogwai, Sigur Ros...) donde juega importante papel el bajo que es el que sostiene toda la columna dorsal aquí. 

`Tenía en la cabeza un bajo repetitivo de un tema de Porcupine Tree, y quería tirar un poco hacía un ambiente psicodélico de tono rítmico en el que el bajo tuviera su importancia (quizás aquí allá una cierta influencia de Ozric Tentacles, que también influyeron mucho al grupo de Steven Wilson). El inicio y final del tema (que parece casi la banda sonora de una película de ciencia-ficción minimalista). Antes del grueso de tema, decidí hacer unos minicortes (muy de rock progresivo) bombo-bajo marcando ciertos compases antes de que entren todos los instrumentos "rock" digamos. Uso una clásica combinación de acordes de los años '50, lo que da un tono familiar (junto con un sonido clásico de Hammond). El sonido de las guitarras me convencía, era crudo pero pegaba mucho (a veces también me recuerda a las peliculas de David Lynch). Fuí introduciendo ciertos teclados que me parece que le dan un color especial´.

"Wasteland" se abre paso como si de un viejo tema de Popol Vuh se tratara. Samplers de animales, acústicas y un insidioso riff de teclado abriéndose en abanico a una distorsión cercana al Noise: `Me hice con un "field recording" de una selva (vete a saber de dónde, creo que era de algún lugar de Sudamérica) que ejerce de intro y final, pero que en medio está tratado con mucha distorsión. Además usé un pequeño sampleo de guitarra, que manipule en tono y velocidad para adaptarlo a la idea y que ejerciera de sostén (ese detalle me recuerda mucho a los sampleos que usa Eluvium en los temas cantados de su disco "Similes"). Hay una pequeña melodía repetitiva de sintetizador que le da color al asunto. Me parecía ideal como interludio de disco´. Efectivamente, funciona como puente hacia la homónima "Mirror Games" plagada de clarinetes, cello y una melodía de piano juguetona e insistente. 

Para mí, como oyente imparcial, hay dos partes... una que parece sonar a Henry Mancini puesto hasta arriba de diazepam y otra (cuando entra la batería) mezcla del progresivo teatral italiano y la angulosidad de King Crimson (aunque un puntito de Rock en Oposición pulula por ahí) enlazándose de forma natural con "Travels Pt2.". Una regrabación con una batería real subiría un montón la fuerza del disco, eso no puedo negarlo. Creo que Javier puede definirlo mejor que yo:

`El título de éste y de la primera parte tiene su lógica: estos son pequeños viajes musicales diferente, interconectados por secuencias de acordes y melodías, pero con muy diferentes timbres. Es curiosa la composición de éste tema, sobretodo de la parte posterior a la intro, la que podemos denominar (por ponerle una etiqueta) avant-rock o como quieras llamarle (o math-rock, a veces me recuerda a King Crimson, o vete tú a saber). Estaba experimentando con samples de percusiones, y me dije "y si convierto esas percusiones en un entramado de 2 guitarras y 1 bajo", y así lo hice. Con unos ajustes melódicos esenciales me convenció totalmente. La parte orquestal siguiente no tiene nada que ver, y a mí me recuerda un poco a Sigur Ros, aunque más orquestal claro. Algunas sonidos de violín no me convencen al 100% pero creo que es una parte de lo mas bonita y evocadora. La parte final del tema  tiene un desarrollo como más lógico (bajo un prisma "rock"). 

El arpegio con sonido de guitarra limpia es algo que solía hacer mucho (sobretodo cuando componía temas de tono más metal con partes acústicas) y me gustó. Le fuí añadiendo pequeños detalles de piano, una melodía-solo con sonido de sitar (que le daba color y eran un poco inesperado) y un par de cortes de tono más progresivo con una melodía emotiva de guitarra. Me pareció que creaba un contraste bonito el piano agudo que aparece después de esta parte, haciendo las mismas notas que la guitarra y acompañado de un sinte tétrico. El tema termina con mas fuerza, con unas "guitarras" muy de fondo, que básicamente crean un "background" de distorsión para la melodía orquestal y las guitarras que lo que hacen es repetir la melodía de la parte final de "Travels pt.1" aunque con un tono musical muy diferente´.


V. CUANDO UN BONUS TRACK TE VUELA LA CABEZA.

Que un bonus track se llame "Until the Light Takes Us", al igual que le famoso documental sobre el Black Metal de Aaron Aites y Audrey Ewell es curioso máxime si tenemos en cuenta que son 10 minutos donde se hacen tentativas de meterse en sonidos extremos. La tenebrosidad destilada es justo lo que para mi gusto necesitaba el disco para alejar cualquier comparativa posible.... guitarra distorsionada en un acople eterno sobre la que va superponiéndose un segundo riff de corte más oriental y una percusión lejana que no quedaría mal en un disco de Pagan o Neo folk (tipo bodhrán, para que se me entienda). 

`Últimamente he pensado que quizás fué un error no incorporarlo al disco "original" (la ed. en digital que lancé antes no lo incluye, quería dar un "regalo" extra a los que tuvieran el CD). Creo que cierra muy buen el disco y le dá aún mas variedad. Quería crear un cierto mantra, ruidoso y un poco anárquico (aunque está estructurado), para, tras varios minutos, llegar a una melodía más o menos reconocible (de hecho es una melodía que ya aparece al principio del disco)´. 

Estos tres elementos trenzados con sencillez rematan un disco muy ecléctico que me ha sorprendido tanto que he decido dedicarle una gran dosis de tinta digital.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo, he disfrutado mucho leyéndolo.
    Enhorabuena a los dos, mí historia vital con la música sería similar a la que cuenta Javier, pero trasladada a mediados de los 70.
    Un abrazo!

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  2. Gracias Alfonso!!!!!!!. Qué alegría leerte. Un enorme abrazo!!!!!!!!!!!!

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