jueves, 25 de octubre de 2018

ESTEREOTIPIAS, XENOGLOSIAS Y AFASIAS... EN MIS VIAJES POR ASIA (CAPÍTULO 0)


Cuando el otoño se viste de luto para homenajear al verano; cuando las hojas caídas de los árboles y la pegajosa Jacaranda sustituyen en las aceras a las hordas de cucarachas o cuando empiezan a combinarse de forma nefasta los complementos contra el frío con camisetas sin mangas o chanchas con plumones; cuando las castañas todavía se atragantan con la glotis inflamada por fríos brebajes contra la sed y los armarios claman al cielo por el peso que las perchas soportarán con tanta tela... es entonces cuando empiezo a oler a FANCINE.

Durante todo el año someto a los sentidos a una dosis diaria de cine de género pero es en FANCINE cuando llevo al límite mis posibilidades en un intento por traspasar (quebrar) la barrera entre la cordura y la insania. Cada vez más Antiguo (no me gusta definirme como viejo), sé que combatiré las oleadas de hormonas de un público y crítica cinematográfica más verdes que el palo de una adelfa, pero con tantas ganas que son entrañables en sí mismos... con sus imposibles diálogos en las colas de las taquillas o con la deprivación de sueño entre sesión y sesión.

El cine es droga del entretenimiento. Quiero embotarme hasta reventar en mi dosis anual de Cine Fantástico y de Terror y a tenor de los correos recibidos por la organización, parece que este año el nivel vuelve a estar altísimo. No sé si acudiré como reportero de prensa o no (los designios de la UMA son divinos, inescrutables, herméticos y en ocasiones apócrifos) pero por si acaso, empiezo a mover mis fichas con lo que he dado en llamar ESTEREOTIPIAS, XENOGLOSIAS Y AFASIAS... EN MIS VIAJES POR ASIA

Reseñas cinematográficas de autor para bien o para mal porque cuando el otoño se viste de luto para homenajear al verano; cuando el salitre de las playas ya no escuece tus ingles infectas o cuando el terral ha dado paso a una brisa engañosa que te invita a la rebequita.... es entonces cuando yo saco mi tinta (china en este caso) y te pintarrajeo la mente con textos que carecen de rigor periodístico pero que salen del fondo de mi alma, allí donde llevo acumulando pajaritos terroríficos desde hace décadas.

Pasad. Leed. Cultivaos. Cuidad cuerpo y mente e hidratad vuestro cuerpo con la savia que se obtiene de destilar cine fotograma a fotograma. No necesitáis más que dejaos llevar. El resto sale sólo como el tajo en una arteria, como el contenido estomacal en una atracción de feria mal montada, como la psicorragia en tu inconsciente o como cuando el otoño se viste de luto para homenajear al verano y los días son cortados drásticamente con el cambio horario.







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