viernes, 11 de noviembre de 2016

CRÓNICA 26 FANCINE: JUEVES 10


A sabiendas de que la taquilla del Albéniz iba nuevamente a ser un desastre, decidí la noche antes dormir bajo una piedra del Teatro Romano armado con mi cimitarra. Craso error, amigos... el malagueño no duerme, sino que sustituye dicha necesidad por la comida y la bebida. Como no podía dormir, me arrebujé en la zona del foso de los leones y el ruido se atenuó (eso sí que es construir, no las VPO de hoy en día). Cuando ya creía que el sueño me invadía, un tipo tocando una guitarra con 3 cuerdas y media viene a cantarme en una suerte de pseudoflamenco interminable para que le dé unas monedas; menos mal que para música al menos nos queda Candilejas... ah, no, que Candilejas también cierra. Viene el Apocalipsis, malacitanos, así que abróchense los cinturones.

Para una cabezada que dí, amanecí con los párpados llenos de las pegatinas esas que te ponen por estas fechas cuando colaboras con las quinientas asociaciones benéficas, sanitarios múltiples sin fronteras y cosas varias... para abrir los ojos casi tengo que cortarme las pestañas. Es temporada de chantajes emocionales, my friends...........

Tal y como os digo, la taquilla se convierte en la nueva firma de discos de Los Gemeliers (por un lado, eso es bueno, ya que la asistencia tal y como comprobé después, está siendo más que buena), y se confirma lo que me temía. Hacer pasar a la prensa por taquilla engorda todavía un problema ya enquistado de todos los años. O abren otra taquilla, o no hay más narices que verse las películas empezadas. Ese justo retraso de unos 15 minutos en empezar en la Sala 3 me condiciona enormemente el día pero vayamos por pasos.

Lo del Pasaporte de FANCINE me ha parecido una idea genial. Hacer colaborar a la gente con ideas nuevas y atractivas, con unas pegatinas ultramolonas y esas cosas que mueven mucho son una idea sobresaliente. Por otro lado, tras varios años sin poder hacerlo, por fin consigo el libro del festival el primer día en el que empieza (para mí es sinceramente importante). 

Ahora quisiera pasar a comentaros la anécdota infame del día. Un o una miembro o miembra del Jurado parece tener especial predilección en hablar sobre las películas que ya ha visto a voz en grito dentro de las salas antes de que empiecen las películas... tal y como pude constatar, al respetable no le hace ninguna gracia e incluso un tipo sentado delante mía llegó a mascullar improperios que no voy a reproducir aquí. Por favor, SPOILEADORES, váyanse a otro lado. 

Todos vemos mucho cine y os sorprendería la cantidad de cosas que sabemos. No somos profesores/profesoras/directores/directoras/alumnos/aventajados/avejentados/aventajadas/avejentadas; somos humanos como vosotros y nos jode enormemente que nos cuenten los finales o interpretaciones absurdas.

A continuación, paso a reseñar las películas que pude visionar:




TERRAFORMARS (TAKASHI MIIKE; JAPÓN, 2016)

"En un intento de colonizar Marte, científicos del siglo XXI siembran el planeta con algas que absorben la luz del sol y purifican la atmósfera, y llevan cucarachas que a su vez ayudan a extender las algas de las que se alimentan. 500 años más tarde, la primera misión tripulada a Marte pierde el contacto con la Tierra y envían una segunda nave para investigar."

No sé si al bueno de Takashi Miike le habrán inoculado el virus Woody Allen, que consiste básicamente en rodar todo lo que pilla sin hacerle ascos a nada. El caso es que no reconozco su cine en ningún fotograma de la película (con salvedad de algún que otro esbozo en la construcción de los personajes). Un guión horrísono basado en el manga serializado de una revista japonesa semanal, una puesta en escena tan digital que emponzoña las retinas, coreografías sin gracia alguna, y en definitiva, un cúmulo de quiero y no puedo, sin llegar a las grandiosas bizarradas japos que abundan por ahí ni a rozar siquiera las explosiones sutiles de violencia de otros films de Miike. Quizás el cómic tenga su gracia (es más, creo que tiene algún que otro premio), pero esta adaptación es simplemente infame.

Podría definir esto como una suerte de capítulo descafeinado de los POWERANGERS estirado excesivamente hasta un supuesto épico final con ínfulas de grandiosidad y que no es más que la excusa del japonés para sacarle los cuartos a la WARNER.


ALWAYS SHINE (SOPHIA TAKAL; EEUU, 2016)

"Dos mejores amigas, Anna y Beth, se toman un fin de semana para hacer un viaje al Sur en un intento de reestablecer su amistad tras haber sido roto por años de competición y celos. Sin embargo, la tensión aumenta hasta el punto de llegar a una confrontación totalmente inesperada pero que inevitable cambiará la vida de ambas para siempre."

A Sophia Takal ya la conocía en su papel de actriz (se me viene a la cabeza su segmento "Second Honeymoon" en "V/H/S", pero en su faceta de directora no había visto su previa "Green" de 2011. La sorpresa ha sido más que grata; "Always Shine" es un tenso thriller psicológico con mínimo plantel de personajes, ambiente campestre claustrofóbico y diálogos muy cuidados. Destacar también la suave pero insistente banda sonora que se te va metiendo por el cuerpo como una lamprea buscando hogar.

Una película arriesgada en cierto sentido por su giro narrativo a caballo entre lo onírico y ese término tan extraño que llaman Meta-Cine, el caso es que de lo terrenal la película pasa a planos algo más metafóricos de final abierto que a mí particularmente me encandilan, pero que entiendo que a otros directamente les suponga una patada en las gónadas. Para mí un más que recomendable ejercicio de suspense que bebe de clásicos como Hitchcock y donde las principales bazas son Mackenzie Davis y Caitlin Fitzgerald que llevan el peso de la cinta a sus espaldas y hacen que el experimento funcione.


HEADSHOT (KIMO STAMBOEL & TIMO TJAHJANTO; INDONESIA, 2016)

"Ishmael se despierta en el hospital sin recordar quién es ni cómo ha llegado allí. Con un disparo en la cabeza y dado por muerto, Ishmael recibe cuidados hasta que sane de una estudiante de medicina, Ailin. Pero cuando el pasado de Ishmael regresa para buscarlo, Ailin es secuestrada por un violento mafioso e Ishmael debe convertirse en el temido hombre que fue una vez para salvarla."

THE MO BROTHERS (Kimo Stamboel y Timo Tjahjanto) son garantía de calidad en todo lo que tocan, tanto juntos como por separado. Desde la brutalísima  "Macabre" (2009), la más reciente "Killers" (2014) o "Takut: Faces of Fear" (2008) "Dara", corto que precedió a las anteriores (y que recomiendo encarecidamente), pasando por sus intervenciones en "V/H/S 2" o "The ABC´s of Death" con barrabasadas como "L is for Libido" o el monumental cortometraje "Safe Heaven", que lleva un tiempo rumoreándose su transformación en largometraje. 

Estos dos popes de Indonesia se alían con nada más y nada menos que Iko Uwais, protagonista de las brutales "The Raid" y "The Raid 2: Berandal" the Gareth Evans, auténtico devoto de las artes marciales de Indonesia. Pues bien... imaginad el conglomerado de cosas que acabo de contaros y metedlo en una hormigonera de thriller de acción; el resultado, una explosiva, bellamente coreografiada y sanguinaria versión de algo así como un cruce entre "Juego con la Muerte" de Bruce Lee y cosas más actuales como la coreana "Coin Locker Girl" de 2015, con la que guarda ciertas similitudes de guión. Añadid gotas de los primeros film de John Woo antes de que se domesticase y sabréis por donde (o no) van los tiros.


THE TRANSFIGURATION (MICHAEL O´SHEA; EEUU, 2016)

"Queens, Nueva York … Milo, de 14 años, es un niño extraño. Huérfano, ignorado por sus compañeros de clase y acosado por los niños mayores, se refugia en el apartamento que comparte con su hermano mayor. Para escapar de su soledad, se sumerge en el mundo de los vampiros. Milo esconde un oscuro secreto, pero un encuentro casual con su nueva vecina Sophie le lleva a desarrollar nuevas sensaciones. ¿Pero es esto suficiente para sofocar sus oscuros impulsos?."

El debut al largometraje de Michael O´Shea tras el corto "Milo" es este maravilloso drama con tintes de horror que son carne de premios en festivales. Una película con mucha sordidez que ha conseguido colarse en Cannes en la sección Un Certain Regard a pesar de su carácter totalmente Indie y que nos muestra la perturbadora cara oculta de los dramas familiares en las gigantescas urbes.

La forma en la que está grabada nos retrotrae más al drama que al cine de horror, y es ahí donde radica la fuerza de un film que está a caballo entre ambos géneros, cosa a priori muy arriesgada pero que sin embargo para mi gusto funciona. La particular psicología del personaje de Milo es sin duda lo que construye el castillo de naipes, apoyado en Sophie, adolescente al límite y que encuentra en el otro su punto de equilibrio. Película de autor muy recomendable para los que busquen otro tipo de cine.

***

Y termino la jornada pasando por Calle Larios y su prueba de luces navideña. Hace frío, pero voy satisfecho... mañana más, mucho más.

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