miércoles, 11 de diciembre de 2019

BLADIMIR ROS - "BLADIMIR ROS" (Producciones Sin/Con Pasiones ‎– SPC-BR-19, 2019)


Imaginad aquella historia del extrañísimo Kaspar Hauser, que apareciera abruptamente en esta línea temporal el 26 de Mayo de 1828. Enrocad ahora ese decimonónimo misterio a BLADIMIR ROS en lo que es una suerte de versión cañí de aquello pero en el año 1980 y con una extraña libreta de notas musicales (podéis leer la historia completa aquí). 

Antes de entrar en materia, os recomendaría que os leyérais el primer texto sobre ellos que hice con motivo de su demo allá por 2017, y así me ahorro repetir datos:


El aspecto gótico y teatral, trasnochador y con mucho de Tango abyecto adquiere connotaciones de culto en el debut al largo de la banda de Zaragoza, conformada por músicos veteranísimos de la escena (EL LUTO DEL REY CUERVO). ROS BERET a los atragantamientos vocales con borrachuelos aguardentosos; CARLOS CHAUAN a los organillos de feria y acordes de seis falanges; SERGIO PONS a la siempre estilizada presencia de la guitarra acústica y JULIO LAFUENTE marcando ritmos con gruesas sogas de antiguos ahorcados

En cuanto a las colaboraciones, FRAN GAZOL, NACHO BELCEDRUMS y JUAN MILLÁN hacen baterías, JOSÉ MANUEL PUEYO "YETTI" toca el trombón, MARÍA MENÉNDEZ hace y coros y yo, C. DOUGLAS MORTIMER, hago como que escribo y entiendo de algo.


Me resulta imposible no establecer alguna que otra conexión con la faceta Crooner de CORCOBADO, o las Canciones Defectuosas y Tus Besos de JAVIER ARNAL, sobre todo teniendo en cuenta el exquisito trabajo de los arreglos y las maravillosas, atemporales letras con mucha miga y que podrían recordar a los SURFIN´ BICHOS y FERNANDO ALFARO. Tampoco sería desdeñable traer a colación los preciosistas haikus del añorado LEONARD COHEN, claro...

En los aspectos técnicos, se graba y mezcla en ESTUDIOS INGUZ por JUAN MIGUEL SÁNCHEZ (salvo "Nish" en METROCUADRADORECORDS) y el (demasiado parco) artwork de ÓSCAR BAIGES que encaja en un vinilo con fantástico sonido añejo donde no se pierde ni un detalle de los instrumentos (cosa de agradecer en un trabajo donde tienen tanta importancia los arreglos tal y como veremos más adelante). De los ocho cortes presentados, al menos tres son regrabaciones que aparecieron en la Demo y que suenan a gloria en los surcos del plástico.

A pesar de no ser una música estridente la de BLADIMIR ROS, está empapada de la mala leche de las navajas afiladas en las planicies solariegas íberas, de la mala baba de antiguos rencores familiares y de cosas que sólo puede expresar la pasión flamígera del Fado, el Blues fangoso o el Tango crepuscular, pero pasados por un cariz militar cuando se arropa de percusiones. 


El disco se abre con las guitarras acústicas de "1960". Quien ande despistado incluso podrá escuchar aires Neofolk en un corte con toda la rabia de unas letras trágicas sobre la que flotan toques sutiles de lo que parece un sampler espectral que va ganando protagonismo conforme avanza el tema. Si tengo que mojarme e incluso perder mi credibilidad como reseñador, me suena a una versión íbera del sonido de ROME (Jérôme Reuter) cosa que tampoco es tan extraña a tenor del pasado Post Punk, Gótico y Experimental de algunos de los integrantes de BLADIMIR ROS. Impresionante forma de empezar un disco. 

Fantásticos los toques de trombón en "Descenso al Maelström" que junto al piano forman la estructura etílica principal. Resaltar la interpretación vocal de ROS BERET a lo largo de todo el disco, capaz de pasar de una rasposa y aterciopelada voz a sumirse en los efluvios violentos de unas homilías cantadas con cútter en la mano. El contrapunto a la angustia existencial la pone los bellos coros de MARÍA MENÉNDEZ en "El Rey de Andorra", también con esa flotante niebla latina en la música y con esas fabulosas referencias a LEONARD COHEN en las letras.

La Cara A la cierra "Cambio de Cromos", chulesca y lúbrica rendición al Tango, al pop rock madrileño de los 80 y otra vez algo de ALFARO.


"Lisboa" abre la Cara B en clave Punk desgarbado con una melodía de guitarra que se te agarra al pescuezo mientras BERET destila gotas de ácido sulfúrico en cada una de las palabras que escupe, recordándome que quedan pocos frontman carismáticos en nuestra escena musical y él es uno de los privilegiados. Sigue la teatral "Venganza de Pernada", blues eléctrico cargado de gótico rural cuya estructura puede recordar a esas odas de violencia surrealista de 713º AMOR pero reduciendo el Noise Rock a sólo algunos detalles. 

"Nish" vuelve al espíritu oscuro de "1960". Piano, acústica y poesía finiquitan un disco más que imprescindible, pero antes está  "Sol de Injusticia" en el que me vais a permitir citarme a mí mismo, así que corto y pego lo que puse de este tema en la reseña de la Demo: `Una guitarra a lo Lynch/Badalamenti que flota en el ambiente reforzando la violencia de unas letras escritas con la sangre derramada en la caza de Mariano Gavín Suñén "El Cucaracha", bandolero Aragonés portavoz de leyendas varias en la zona de Los Monegros. 

Pero oiga, que aquí hay algo de organillo de feria, de vientos que bordean maravillosas melodías de pop fúnebre de carreta de caballos y estiércol, y encima con la actitud chulesca por bandera. Esa chulería que te lleva a ponerte un pañuelo impregnado en olor a nicotina alrededor del cuello, unos zapatos con puntera y dejarte un bigote afilado que podría casar con el 90% de las fichas criminales de la España más negra. Un trabuco de proporciones épicas como sólo lo rutilante puede dar; me refiero a esa sensación de un carromato de teratogenias que recorriera la Europa del Este en esos pueblecitos donde o te invitan a un licor de hierbas o te clavan una estaca en el corazón´.


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