MIGUEL OTERO en "Pequeños Círculos", editado por EL MUELLE RECORDS el pasado año, nos da una fantástica muestra de elegancia y sobriedad en un disco cargado de minimalismo ambient de carácter conceptual. La reflexión personal de OTERO en su tribulación emigratoria hasta Cambridge (Reino Unido) es plasmada a lo largo de seis cortes donde (y usando sus palabras) las vivencias van siendo reducidas cada vez a círculos más pequeños. Me encanta esta reflexión del artista por lo que implica, y con su permiso la voy a exprimir un poco más. En situaciones de crisis, de cambio, de penurias, los círculos se estrechan; se hacen opresivos y claustrofóbicos. En la plenitud de la vida, cuando uno no tiene responsabilidades y el horizonte casi se desdibuja, el círculo es tan grande como la imaginación quiera que sea.
Por cierto, hace no demasiado también os hablaba aquí de este mini álbum de OTERO junto a CARLOS ALCÁNTARA:
De reminiscencias acuáticas, "Pequeños círculos" es como el conjunto de ondas que se esparcen cuando uno tira un guijarro a la superficie de un charco. El tono general del sonido es meditabundo, con lánguidos pianos procesados que parecen metrónomos. Momentos para la oscuridad (posiblemente el círculo más pequeño, el primero que se crea al entrar la piedra en el agua) en "Abandonar El Nido Una Mañana Volando", aunque como digo lo que prima son las cadencias espectrales. Fotografía de portada de JUAN MANUEL DÍAZ BURGOS y masterizado por RAFAEL ANTON IRISARRI en BLACK KNOLL STUDIOS (Nueva York); el resto, obra y gracia del artista en sus MADCAP STUDIOS de Cambridge. No se trata en suma de un disco para valorar a la ligera; es más, creo que las primeras escuchas no serán fructíferas y no te dirá demasiado... para adentrarte en "Pequeños Círculos" necesitas auriculares, oscuridad y el ritmo mántrico del disco en bucle.
Ahí es donde el artefacto alcanza todo su poderío.
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