Cuatro años han tardado los alicantinos HELA en darnos la continuación a su monumental debut "Broken Cross" que destripara por aquí cuando salió. El caso es que tras el split con LODO (que incluía cover de PENTAGRAM) allá por 2014 la banda cambia de vocalista incorporándose Mireia Porto de los acojonantes ROSY FINCH, cuyo "Witchboro" me dejó con la boca abierta. Con esta formación graban en 2016 "For My Fallen Angel", cover de MY DYING BRIDE para un recopilatorio de la insigne página doom-metal.com.
Estamos en 2017 y Aquella que Vive bajo las Raíces de Yggdrasil se vuelve a manifestar en podredumbre con el novísimo "Death May Die", disco sacado por LAY BARE RECORDINGS en vinilo y por la misma mas DISCOS MACARRAS, COSMIC TENTACLES y MÚSICA HÍBRIDA en digipack cd. El fastuoso diseño corre a cargo de Deadsign.net y la formación establecida con JULIÁN VELASCO a las guitarras, TANO GIMÉNEZ al bajo, MIGUEL A. FERNÁNDEZ a la batería y MIREIA PORTO guitarras y voz.
Y vamos a meternos en materias musicales. El nuevo disco de HELA se aleja una pizca del Occult Rock de su primer disco para mezclarse sugerentemente con el rock alternativo de los 90 que tan bien le sienta a bandas como los citados ROSY FINCH. El doom plomizo de clásicos como CANDLEMASS se revitaliza en una genial maraña que lo mismo te puede sonar a los KRUX o PALLBEARER que a unos SONIC YOUTH sureños. La frescura de la mezcla es la vinagreta doom que querrás en tus funéreas ensaladas dominicales.
Pero claro, todo esto es hablar por hablar, porque siempre se nos escaparán matices como en el tema inicial "The Gateway", solemne procesión de Funeral Doom que me recuerda al "Call Of The Wretched Sea" de AHAB o los últimos EVOKEN recitando texto lovecraftiano y en esencia no representativo de lo que va a sonar a continuación, y es que las voces guturales le dan un toque muy distinto a HELA hasta el punto de casi convertirlos en una banda diferente. Curioso que han elegido un tema así para incluirlo en el disco a modo de intro.
Sigue "Mother Of Monsters" que es 100% Leif Edling tanto de sus discos en solitario como en los apabullantes KRUX. Ese juego de guitarras tan característico cede paso a un sincopado ritmo a lo YOB con los ensoñadores versos de MIREIA PORTO, cuya voz y timbre calza a la perfección en el contexto de la banda... digamos que sería la versión femenina de los 40WATTSUN si me pongo quisquilloso. El tema se disuelve en sí mismo en un ambiente Sabbathiano con ligeros y lejanos toques de teclados y los susurros atmosféricos de Mireia en clave mística.
Pero ojo, que todavía campan por ahí los ecos de JEX THOTH en la música de HELA, que por fortuna se ha vuelto más agria que antaño gracias a las pinceladas alternativas que se cuelan aquí y allá, magnificadas en "Touched By Evil", un temazo con un juego entre las guitarras alucinante repitiéndose aquí y allá como un estribillo perverso que subyuga a las letanías vocales dándole un curioso efecto casi litúrgico. Para la ocasión la voz se procesa a lo PORTISHEAD durante unos instantes pero el oyente, que a estas alturas estará cabeceando como un poseso, de seguro que no se fijará en esos detalles. Magnífico.
"Dark Passenger" empieza con una labor de batería y bajo descomunales mientras el tempo se mantiene flotante convirtiéndose el conjunto en una potente homilía sureña muy al estilo de SANTO ROSTRO. Especial atención a cómo muta el tema a partir del minuto 4 o así merced a un tramo instrumental de los que te cierran el esfínter hasta que tienes que pedir ayuda para volverlo a abrir; luego más y más lentitud abrazando el Funeral Doom de corte ambiental a lo MEGATON LEVIATHAN en un clímax enrarecido de voces espectrales y repuntes lisérgicos; y hablando de lisergia, imposible no volver a acordarse de JEX THOTH en el descomunal "Repulsion", con toques también de esa joya que es "Mahakali" de JARBOE pero sin perder el pulso de la ceremonial marcha paquidérmica a lo CANDLEMASS, muy presentes en general en "Death May Die".
"Bodies In Hell" vapulea tu alma hasta montarla a punto de nieve... una nieve tan densa que no se derrite ni en el puto infierno. Un temazo titánico barroquizado por un etéreo doble bombo que te lleva de la mano por la misma escalera que siempre desciende hacia Hellheim... no importa si te das la vuelta y empiezas a subir porque es cuestión de tiempo y caigas en la cuenta de que esta escalera sólo conduce más y más abajo.
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