martes, 4 de julio de 2017

AXILLES POLYCHRONIDIS & ROB MICHALCHUK - "SPLIT" (POOR LITTLE MUSIC; PLM151, 2017)


Desde Brantford, Ontario (Canadá), el sello POOR LITTLE MUSIC se especializa en música experimental, concreta, y jazz editando en formato cinta. La razón de hablaros de dicho sello es la reciente colaboración del saxofonista "Grecoandalusí" AQUILLEAS POLYCHRONIDIS con ROB MICHALCHUK en una maravillosa C-30 limitada a 30 copias. 

El diseño de la portada es ciertamente interesante, no por el dibujo en sí, que no es nada del otro mundo, sino porque nos muestra los colores de la bandera andaluza, cosa que de seguro se trata de una casualidad pero me ha parecido una de esas que te dejan el culo descolgado. 15 minutos por cara que se reparten los dos artistas y con dos temas bastante diferenciados entre sí. 

La Cara A es "As Freedom Is a BreakfastFood", una densa cacofonía ruidista de saxo procesado que parece perpetuarse como los dolores estomacales en una mala digestión. Comienza con notas agudas en cascada para poco a poco ir rodeándose de acoples y distorsión en la tónica habitual a la que nos tiene acostumbrados Axilleas. Un sonido denso, agudo y excepcionalmente intenso que te hace dudar bastante si suena un saxo o un jodido colmillo de elefante hueco electrificado. Suena a alarma antiaérea en un desastre nuclear y tiene el marchamo aséptico, frío y distante de la mejor música experimental que yo llamo de combate (o sea, huir de los portátiles).

Se disfruta mucho más con auriculares, apreciándose los leves pero interesantes cambios en el corte (los apocalípticos soplos del saxo) que lo acerca a atentados acústicos a lo MERZBOW, ESPLENDOR GEOMÉTRICO o la música de extraradio que se realizaba al amparo de polígonos industriales abandonados en óxido (final de los 80). El tramo final es seductor como reciclar jeringuillas usadas o fumarte un pitillo debajo del reactor de una nave espacial en pleno lanzamiento.

ROB MICHALCHUK por su parte resulta algo más lírico en su abordaje de la Cara B. "Sax Session To Be Named Later" superpone una abstracta melodía jazzística en bucle a recitados graves. Se van doblando los vientos y añadiendo más ruido en capas resultando el conjunto bastante hipnótico. Michalchuk es saxofonista alto y lleva desde 1989 defecando sonidos ambientales o colaborando en alguna que otra formación de Free. 

Un tema que parece llegar desde otro lugar. Quizás una transmisión desde otro mundo al que van a parar los saxofonistas muertos. Desde ese planeta, roca o nebulosa nos llega espacialmente esta onda de longitud larga que es recogida por viejos magnetófonos canadienses. Las voces son un acierto y se van modulando hasta ser un instrumento más.

Curiosamente capto ciertas concomitancias (casuales pero existentes) con el de Axilleas. Parecen discurrir paralelamente en dos líneas de realidad que se contraponen aunque complementan y nunca se tocan. La más violenta y agresiva de en contraste con la fúnebre cadencia de Michalchuk que toca techo con un final cuasi marcial en lo que parecen lejanos toques de trompeta (puedo estar majara, pero a mí me suena a cosas del más reciente WADADA LEO SMITH) y ahora sí, manifiestas incursiones del saxo alto. Es más, me gustaría hacer un experimento del tipo que realizaron NEUROSIS y TRIBES OF NEUROT; sincronizar la música de ambas caras a la vez y escuchar el resultado... queda dicho.

Una cinta imprescindible de dos artistas en pleno pico creativo.






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