viernes, 27 de noviembre de 2015

CRÓNICA FINAL 25 FANCINE...


Bueno, siempre hay un final para todo, y creo ha llegado la hora de la reflexión final. El último día de FANCINE vi cosas, pero no las voy a reseñar sencillamente porque un cansancio extremo me hizo abandonar antes de tiempo. Ocho días al pie del cañón pasan mella. 

En estos convulsos tiempos de terrorismo, políticas incomprensibles, recesión económica, y en definitiva, de mucho ir a la deriva, hay cosas que nos mantienen a flote. El ser primitivo contaba cuentos a la luz de la hoguera en una especie de arcaico FANCINE analógicamente humano, y es que ya necesitaba del ocio y la expansión para evadirse de sus quehaceres diarios.

Y necesitamos expandirnos más que nunca. Necesitamos contarnos historias, evadirnos y abogar por la cultura en esta especie de idiocia colectiva que nos rodea. Idiocia alimenticia, de bares, tapeos y miedo. Hay sentir miedo en las salas para reír y tomarse la vida de otra forma en la calle...

Hace unos años FANCINE vivió un cambio generacional, de cúpula y sistema. Yo soy apolítico a todos los niveles... desde las mitocondrias que gobiernan mi intercambio gaseoso a mis vellosidades intestinales. Odio con profundidad todo aquello que desvíe de mi principal objetivo humano; el expandirme y el sentirme realizado, contento y feliz.... y eso me lo da FANCINE. 

Es por ello que cuando sentí que FANCINE podía desaparecer borrado del mapa me sentí triste... pero a la vez orgulloso de que un grupo y equipo de gente sacara el tema adelante. Amaba FANCINE en su anterior encarnación, y lo amo en esta. Que el equipo organizador permita que un humilde blog como este asista en calidad de reporterillo de tres al cuarto es todavía más motivo de alegría para mí, porque me embarca en una aventura que acompaña a un blog que empecé con ilusión hace la friolera de casi 7 años ya, con la premisa de no venderme, ir a contracorriente y en definitiva, hacer las cosas como yo quería hacerlas.

Esto no puede hacerse con gente que no ame el cine fantástico y de terror (el cine en general, pero como los académicos parecen refutar el género desde hace décadas...), y no puede hacerse si uno no está infectado con el Virus Fancine. Uno no quiere tratamiento, lo que quiere es ver más y más cine...

Es lo que llevan haciendo estos últimos 5 o 6 años. Y con la cabeza bien alta, oigan!. Un equipo humano trabajando para traernos esto anualmente, y es por lo que me siento orgulloso de sentirme parte, aunque sea pequeña, de tan gran engranaje humano. 

Larga vida a FANCINE.


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