"Richard Marlow se propone pasar un fin de semana de camping en familia. A
medida que llegan al bosque, se encuentran diversos animales
ensangrentados. Tras sufrir una herida en el brazo, Marlow pronto
comienza a debilitarse y a sufrir dolores de cabeza y alucinaciones. Y
lo que es peor, algo les acecha... Ojos amarillos, cuernos puntiagudos y
alas de murciélago, es el demonio de Jersey, cuya leyenda se remonta al
S. XVIII. Todo apunta a un final trágico. (FILMAFFINITY)"
DARREN LYNN BOUSMAN es responsable entre otras ignominias de bodrieces tan monumentales como SAW II, III y IV, y la verdad es que en esta THE BARRENS no se ha quedado atrás.
Lo que podría haber sido un buen film de terror psicológico y gore se convierte en una patraña difícilmente creíble que mezcla a partes iguales tanto el cine de psicópatas como el terror folklórico, consiguiendo una amalgama insostenible por ningún lado... y es una pena, porque su protagonista STEPHEN MOYER (THE PACT, TRUE BLOOD...) no lo hace nada mal y es prácticamente lo único que se salva de esta película.
Extraña fotografía con una iluminación cuasi "celestial" no ayudan para nada, es más, le da un aire cutre que no desaparece durante todo el metraje, a pesar de estar rodada en unos sugerentes y claustrofóbicos parajes. La ambigüedad de la que se hace gala en el guión no es más que un engañoso truco barato de director para que estemos atentos a la pantalla y todo el brebaje se desvela en un final más sacado de una serie de televisión barata que de una película con un presupuesto considerable.
Allá usted.
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