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Anthony Di Blasi nos sorprendió en 2009 con su adaptación DREAD (con producción británica) de uno de los relatos de LOS LIBROS DE SANGRE de Clive Barker. Ahora vuelve con una irregular cinta con producción totalmente americana en la que ha querido mezclar todo lo que ha podido dentro del cine más actual de terror: fantasmas, asesinos en serie en plan SAW, terror sobrenatural a lo Shyamalan, casas encantadas...
Le película resulta totalmente anodina, aburrida y tediosa, especialmente en su recta final, con su actriz principal KELEN COLEMAN totalmente desbocada (hay que ver la película en versión original para darse cuenta de lo mal que lo hace la tipa cuando está asustada... madre mía, qué gritos agudos... insoportable). Además, misteriosamente, la protagonista es sorda, lee los labios pero cuando le parece lo entiende todo... por ejemplo cuando escucha una psicofonía de la hermana muerta... ¿cómo diablos se le lee los labios a una psicofonía?...
Lo peor de todo es que se ve que la película ha contado con un presupuesto por encima de la media y cuando llegue a nuestras fronteras será una de esas best-sellers de los cines.
En definitiva, potpurrí de clichés y situaciones ya vistas mil veces, con asesino truculento y macabro de por medio (quizás lo mejor de la película es el inicio, muy deudor del cine Slasher de los 80)...
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