Segundo papel de Tomás Milián (seudónimo de Tomás Quintín Rodríguez) en el papel de Cuchillo, ladrón mexicano que campea a sus anchas en los surrealistas contextos del Spaguetti Western o del Western Crepuscular. Dirigida por Sergio Sollima, el discípulo mas aventajado de Sergio Leone, que junto con Sergio Corbucci fueron quizás los mejores realizadores de Western europeo. Tres fueron los westerns que Sollima dirigió:
EL HALCÓN Y LA PRESA (1967), CARA A CARA (1967) y CORRE, CUCHILLO, CORRE (1969), que es la continuación de El Halcón y la Presa con Tomás Milián nuevamente interpretando al ladrón mexicano. Erróneamente a lo que se supone, la obra de Sollima no es una trilogía, ya que Cara a Cara, a pesar de contar también con Tomás Milián, su personaje no es Cuchillo. Así pues, para evitar errores, que quede claro que fueron dos las veces que Milián se enfundó el harapiento traje de Cuchillo.
Adentrándonos ya en la película en cuestión, pues decir que Sollima sabe darle a la película acción y ritmo sin entrar en demasiados clichés baratunos que afearían el producto final, y es que Corre, Cuchillo, Corre, me parece perfectamente equilibrada en cuanto a guión y escenas de acción, de forma que la película no decae demasiado a lo largo del desarrollo (cosa bastante común con otros infraproductos del género). Además, los toques de humor están perfectamente dosificados y no convierten a la película en el espectáculo circense de otros Spaguettis.
El papel de Cuchillo es entrañable y está magníficamente interpretado por Milián, con esos sempiternos harapos y chanclas que parecen a punto de romperse en cualquier momento.
Como digo, un buen ejemplo del Spaguetti Western bien hecho, que sin ser una de las obras claves del género, sí que sobresale bastante como para hacerle este pequeño homenaje. La música, por otro lado, es de Bruno Nicolai, aunque hay rumores que afirman que el verdadero compositor sería Ennio Morricone.... en fin, habrá que investigar el tema.
EL HALCÓN Y LA PRESA (1967), CARA A CARA (1967) y CORRE, CUCHILLO, CORRE (1969), que es la continuación de El Halcón y la Presa con Tomás Milián nuevamente interpretando al ladrón mexicano. Erróneamente a lo que se supone, la obra de Sollima no es una trilogía, ya que Cara a Cara, a pesar de contar también con Tomás Milián, su personaje no es Cuchillo. Así pues, para evitar errores, que quede claro que fueron dos las veces que Milián se enfundó el harapiento traje de Cuchillo.
Adentrándonos ya en la película en cuestión, pues decir que Sollima sabe darle a la película acción y ritmo sin entrar en demasiados clichés baratunos que afearían el producto final, y es que Corre, Cuchillo, Corre, me parece perfectamente equilibrada en cuanto a guión y escenas de acción, de forma que la película no decae demasiado a lo largo del desarrollo (cosa bastante común con otros infraproductos del género). Además, los toques de humor están perfectamente dosificados y no convierten a la película en el espectáculo circense de otros Spaguettis.
El papel de Cuchillo es entrañable y está magníficamente interpretado por Milián, con esos sempiternos harapos y chanclas que parecen a punto de romperse en cualquier momento.
Como digo, un buen ejemplo del Spaguetti Western bien hecho, que sin ser una de las obras claves del género, sí que sobresale bastante como para hacerle este pequeño homenaje. La música, por otro lado, es de Bruno Nicolai, aunque hay rumores que afirman que el verdadero compositor sería Ennio Morricone.... en fin, habrá que investigar el tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario