lunes, 25 de noviembre de 2019

MIGUEL A. GARCÍA & MIGUEL SOUTO - "THE LURKING FEAR" (ANOXIA RECORDS; EXTERTOR 001, 2017)


Una de las nuevas grandes figuras de la música experimental ruidista vasca como es MIGUEL A. GARCÍA (electrónica, oscilaciones, manipulación), con más de un centenar de grabaciones y que aquí une fuerzas con el emergente músico gallejo MIGUEL SOUTO (voz, batería, objetos, violín, metalófono, manipulación) en lo que se me antoja una prueba de que el Espacio Exterior no es lo que aparenta. Lejos de la magnificente/majestuosa sensación benigna que pudiera ofrecernos su contemplación, The Lurking Fear, que así es como se llama este trabajo, aboga por musicalizar el gradiente obsceno de esa inmesa vorágine que es el Cosmos obteniendo como resultado ese término tan en boga hoy día como es El Miedo Cósmico.

Visto el Universo como una gran úlcera en el Paradigma del Ser Humano, quizás habitamos en los recovecos fistulados de una inmesa herida purulenta que exuda anti materia y lejos de estar en vías de expansión, estamos embrionándonos en un caldero séptico sin visas de curación. 


Editado por ANOXIA RECORDS limitado a 200 copias en CD jewel case con excelente artwork de ALEJANDRO TEDÍN, The Lurking Fear funciona al más puro estilo deconstructivista (como si tuviéramos un TODO en 64 bits y lo pasásemos a 16). Sin asideros emocionales, "Trioptesmeae" hace de génesis con una mezcla alucinante de Electroacústica y Dark Ambient. La repetición constante en oleadas de su abstracto motivo principal (a base de procesado ambient flotante) viene reforzado por el uso de percusiones orgánicas en forma de batería y metalófono, algo no demasiado habitual en el género ruidista/noise. Dicho de otro modo, flotan aromas marciales con un pie en el Drone doom gracias a esa maligna batería que cose todo el trabajo como si de un muñón sonoro se tratara. 

Sólo hay que contemplar la portada en blanco y negro y su fabuloso uso de la iluminación para meternos de lleno en el ciclópeo telar lovecraftiano de rigor... no sé, pero hay algo aquí que parece rendir homenaje a Weird Tales, el Pulp norteamericano y todo eso (quizás por esos chirridos/efectos cuasi Sci Fi tan característico en el uso de Osciladores) . 


El segundo corte se titula "Unknown Kadath" y va desde la electroacústica pura y dura inicial a momentos que parecen sacados de la improvisación libre (gracias a las percusiones y las cuerdas manipuladas). Sin embargo, lo que nos llega parece más compuesto que improvisado (no paran de repetetirse como un bucle algunos sonidos) y una de las sensaciones evocadas más potente es la de constante amenaza. The Lurking Fear hace honor a su nombre y ambos músicos se esfuerzan para que el oyente no haga pie en ningún instante... "Unknown Kadath" va mutando hacia una suerte de Score cinematográfico de un viejo y apócrifo film ruso espacial (atentos al acojonante pulso que aparece a partir del minuto 6 como una hélice subsónica...), para acabar fundiéndose en una putrefacta caja de música.


Sigue "Hidátide", pura torsión del sonido tal y como la Hidátide de Morgagni manifiesta. Giro fibroso del eje vascular en una vorágine llena de acoples de lo que parece una guitarra procesada y casi llegando a la fuerza destructiva del Industrial/Power Electronics. La homónima "The Lurking Fear" llega a los 20 minutos de duración y pasa por todos los intervalos que te puedas imaginar dentro de un Via Crucis Cósmico... desde los motivos de campanillas dentro de un contexto pseudo-ritual al maravilloso ambiente que dan las espaciadas notas del violín. 

Avanzando de forma sutil, vuelvo a decir que una de las principales bazas de este trabajo es que respira de fondo un intento soterrado de melodía que ayuda como testigo, guía o Caronte a no perderse (y perder el sentido). Por poner ejemplos con nombres, quizás el dúo experimental CYCLOBE de Ossian Brown y Stephen Thrower sea buena comparación (el secreto está en la mezcla de Dark Ambient, Soundtrack, Abstract y Drone). Atentos a cómo se va transformando el tema con la aparición de la batería (minuto 9 o así) subiendo la intensidad en una pira funeraria magnética donde arden burbujeantes magma, incienso y mirra.

Discazo.

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