jueves, 22 de agosto de 2013

THE RAMBLER (CALVIN REEDER; ESTADOS UNIDOS, 2013)

"Después de ser liberado de la prisión, un hombre conocido como "The Rambler" (Dermot Mulroney) inicia un viaje a través de carreteras secundarias traicioneras, y pequeñas ciudades en el camino, para volver a encontrarse con su hermano perdido hace mucho tiempo. En este viaje, encontrará un misterio inesperado... (FILMAFFINITY)"

Tengo que reconocer que THE OREGONIAN me pareció un más que decente debut, o al menos original, divertido y perturbador a ratos. Quizás excesiva y llena de guiños a los grandes del surrealismo cinematográfico, pero totalmente honesta. 

Ahora volvemos con el nuevo trabajo de CALVIN REEDER, una desértica, ácida y endiabladamente adictiva road-movie onírica donde cualquier atisbo de cordura es simple coincidencia. Es de agradecer que se hayan pulido los errores y excesos de THE OREGONIAN y su director haya optado por un poquito de mesura y cuidado en los detalles que hacen a esta THE RAMBLER un clásico de culto para los amantes del cine difícil (entiéndase por "difícil" a la total eliminación de la estructura clásica de presentación, nudo y desenlace).

Como protagonista tenemos al carismático DERMOT MULRONEY... un actor lleno de carisma que transmite al film una sensación de estar viendo un producto de los ochenta, más si el personaje que interpreta viene a ser un cruce imposible entre el MICHAEL LANDON de AUTOPISTA HACIA EL CIELO y el antihéroe de un Spaguetti Western... no sé si me explico ; por otro lado volvemos a ver aquí a la actriz fetiche del director, LINDSAY PULSIPHER, que gracias a los cielos anda algo más comedida y creíble aquí (quizás porque su personaje es secundario y el peso de la película recae en Dermot, ya que en The Oregonian la verdad es que dejó bastante que desear).

Por lo demás, toda una vorágine de situaciones imposibles maceradas en un ambiente puramente psicodélico y macarra donde destaca el particular uso de las luces y colores (véase el Lynch más perturbador), los personajes con diálogos y escenas al límite de la cordura (no me quito de la cabeza el cine del británico ADAM MASON en películas como la brutalmente divertida JUNKIE de 2012)... en definitiva una constante sensación de flotar de fotograma a fotograma donde lo mejor es no luchar y dejarse llevar por el flujo de emociones, so pena de quedar estancado en el peligroso submundo nocturno del desierto, no en vano el film ha sido rodado en ROSWELL, NUEVO MÉXICO.

Como siempre en este tipo de cintas, lo mejor es probar y no hacer caso de las críticas ya que es muy, muy difícil quedarse en términos medios. Lo único que puedo hacer yo es recomendar su visionado a altas horas de la madrugada, solo y sin ningún tipo de prejuicios... al menos si no te diviertes tendrás lindos sueños...


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