viernes, 26 de julio de 2013

BLOOD (NICK MURPHY; REINO UNIDO, 2012)

"Se centra en el colapso moral de los miembros de una familia que no ha sabido, a lo largo de los años, tomar conciencia de sus dificultades, de las rencillas y de los celos. Dos hermanos policías, agobiados por la alargada sombra que ha dejado su padre (que ejerció en la brigada como jefe de policía), deben investigar juntos el crimen de una joven. Un crimen del que solo ellos pueden resolver, ya que ellos mismos lo cometieron cuando estaban en plena investigación policial."

Curioso e interesante thriller inglés con influencias de la novela y cine negro nórdicos que tanto están invadiendo últimamente nuestras pantallas. Reparto de lujo con PAUL BETTANY, MARK STRONG y STEPHEN GRAHAM; como colofón, el veterano BRIAN COX de secundario y el camaleónico y extraño BEN CROMPTON, uno de esos eternos secundarios de cara particular que brillan más en este tipo de papeles.

En cierta medida, la cinta me ha recordado a la película de culto ANTES QUE EL DIABLO SEPA QUE HAS MUERTO de SIDNEY LUMET, sobre todo en la carga dramática de sus protagonistas. Un ambiente opresivo in crescendo remarcado por el gélido ambiente en el que está rodada... un viaje iniciático por la culpa, los celos y la conciencia en dos hermanos totalmente eclipsados por la alargada sombra de su padre enfermo.

No es demasiado original, pero está muy bien trabajada y su director NICK MURPHY ha sabido darle un puntito de personalidad al asunto que la salvan de la mediocridad de este tipo de films.


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