Si bien ARS ONIRICA parece datar de 2003 con la publicación de una demo y formación de cuarteto, creo que lo más sensato es olvidarse de todo eso, recortar el logo quese mantiene y la figura del italiano Alessandro Sforza, que sea por las razones que sea, decide volver a la palestra en 2018 como único integrante editando I: Cold por BadMoodMan Music, disco que recoge buenas críticas tanto especializadas como del respetable aunque tengo que reconocer que no lo he escuchado siendo mi primer contacto el reciente II: Lost aunque bueno, esto no es del todo cierto. Hace unas semanas os traía por aquí la reseña de su proyecto principal INVERNOIR y su debut (Funere/BadMoodMan Music) titulado The Void and the Unbereable Loss.
Volvamos a Ars Onirica (que se traduce como `Arte de los Sueños´). ARDUA MUSIC, sello expecializado en Doom Metal (ex The Vinyl Division), se encarga de la edición en un trabajadísimo Digipack de 8 paneles con portada del fotógrafo francés Robert Demachy (1859-1936) con una curiosa técnica de manipulación que las hace parecer pinturas. La que ilustra la portada es de 1899 y se titula `Autumn´. En el resto del apartado técnico tenemos la grabación en los Blue Ocean Recording Studio, apuntillando el resto del artwork Adhiira Art. Todos los instrumentos los toca Alessandro Sforza y lo que es más sorprendente, suena orgánico y de una pieza, algo no muy habitual en este tipo de propuestas.
Vale, pero... ¿a qué suena Ars Onirica?. La pregunta es fácil y difícil a partes iguales. Encuadrado sin duda dentro del Death/Doom, a lo largo de los 40 minutos del álbum hay una sutileza en el sonido que lo depura bastante hasta el punto de que en un mismo corte encuentres trazas tanto de la escena inglesa como, y sobre todo, la finlandesa de Swallow the Sun, los pasajes más góticos y atmosféricos de los últimos Katatonia e incluso lo que considero influencias muy soterradas más Dark de los italianos Canaan (ojo, esto es algo que solo sale a relucir en un sustrato muy profundo). El uso de las guitarras es clave, muy melódicas tanto en las eléctricas como en el uso a lo Opeth de las acústicas; la base rítmica sencilla pero plúmbea sirve de sustento a una versatilidad vocal (nuevamente Swallow the Sun o bandas de nuevo cuño como los Clouds) que va de lo gutural o lo límpido (me gusta más esta descripción porque le da `pureza´ al resultado).
Abren los 3 minutos y medio de acústica, sábana sugerente de teclados (simples, efectivos e in crescendo) y voces limpias "Cold". Flota en el ambiente algo de los Novembre e incluso la etapa de Anathema posterior al Alternative 4... un Doom de corte gótico muy bien ejecutado, algo que queda patente con las dobles voces etéreas a modo de coro (me parece estar escuchando algún corte apócrifo del Judgement de Anathema). "My Heart... Your Tomb" empieza atronador, con un riff de guitarra al más puro estilo My Dying Bride del The Wreckage of My Flesh, con voces guturales excelentes y luego cambio de registro a tonos más a lo Akerfeldt. Es cierto que cuando vienen las partes más sosegadas esa escuela de la que son maestros Katatonia salen a relucir, pero Ars Onirica sabe cómo mezclar géneros y en el minuto 2,50 y algo se baja el tempo a tonos casi de Funeral Doom, con un teclado que pasa a primer plano y percusión al ralentí. Nada más que por ese cambio de ritmo II: Lost me gana completamente.
Que es un disco de guitarras lo demuestra la impresionante línea de guitarra que abre "Daydream", con el resto de instrumentos puestos ahí a un pasito muy corto del Death Melódico sueco. Voces algo más agudas sin llegar al Black y ese permafrost melancólico de los últimos Swallow the Sun. Es muy complicado darse cuenta de que está todo compuesto por el propio Alessandro... la sensación final es la de banda, lo cual creo que es muy positivo, como positivo es el interludio de samplers y guitarras dobles (una acoplada y otra en toques procesionarios), y por cierto, fenomenal la percusión justo antes de lanzarse a una galopada comedida pseudo Black. Si bien sería un grave error decir que esto es original, la sensación palpable de que lo has oído antes no entorpece para nada el disfrute, así que no por ello es menos impresionante el discazo que se ha marcado Alessandro con Ars Onirica. Como preferir, prefiero cuando sale más el teclado y los tonos son más lentos, ejemplo la fantástica "Regret" con largo inicio instrumental donde la guitarra se sale (recuerda al primer disco de Yearning) y reiterar, buenísimas las voces en los registros limpios (clave de que el disco se sostenga). El `tapping´ de la guitarra simplemente para enmarcar.
"Forever and a Day" son 9 minutazos con un comienzo que sí que es más complicado de encasillar. Para mi gusto y de largo, el corte más épico y que más sensaciones a flor de piel expresa. Viene a ser como un destilado de todo lo anterior pero puesto de gala; parones acústicos a lo Opeth, arranques pausados de Death/Doom finlandés y una ultrapegadiza maraña de mini-melodías que se te pegan a los tegumentos. Excelente por cierto cómo se va fundiendo todo en un remedo de Prog Doom cuasi sinfónico y Canterbury al final. Sigue "Together... Alone", correcta pero que enterrada como está entre la anterior y el fabuloso final no me dice demasiado; me quedo sin duda con "On The Wall" y su cadencia cuasi marcial, redondeando un disco de notable alto con pocas pegas (quizás algunos riffs de guitarra se parezcan demasiado entre sí al final o incluso a los de Invernoir aunque la verdad es que también es cierto que parece como si se conectaran con el inicio del álbum).
El final del disco es épico como tienen que ser los finales, rodeado de ese aroma a redención que es mitad sangre, mitad lluvia mojada. II: Lost es un impresionante ejercicio de Doom melódico que sin salirse de la zona de confort alcanza unas cotas de calidad bastante altas para ser un proyecto de un solo músico. Recomendado para seguidores de las bandas mencionadas y para amantes de la tristeza generalizada. Para cualquier duda consulte a su Farmacéutico Musical.