"En el inicio fue la Piedra, y como Dios vió que estaba dura, le dió con un mechero. Cuando notó que estaba lo suficientemente roja, eyaculó su ambivalente célula, el Óvulostorzoide, y de una patada lo lanzó al Cosmos para provocar la Panspermia. Y aquí llegó, y el Óvulostorzoide era tan gordo que se cargó a los Dinosaurios, rebotó, provocó un Diluvio Universal que por lo visto todas las culturas y religiones se hacen eco de ello, y como último movimiento estalló como lúbrico fuego artificial repartiéndose por toda la Tierra.
Y como Dios viera que aquello era bueno, pues ahí lo dejó, maduró, creció y ya abandonó la manía del Onanismo Divino".
Anónimo
Mismas tres moléculas para componer el segundo largo de Plastic Woods, épicamente titulado Dragonfruit como si de las letras de un disco de Tyranosaurus Rex se tratase, y donde créanlo o no, no sobra ni falta un segundo de los 33 minutazos que se han marcado estos hijos del Karstic Psych Rock. Para no repetir demasiado, os recomiendo visitar el enlace de la reseña de su primerísimo y fastuoso Icarus, y hechos los deberes literarios, dadme la mano que os voy a llevar a un sitio.
Como decía, siguen siendo Javier Rubio Arrabal (toqueteo de cálculos biliares); Antonio Pérez Muriel (instrumento que produce los sonidos más graves de la escala general, provocando una vibración mecánica gruesa transmitida por un medio elástico, produciendo la sensación de gusto en las partes bajas) y Jesús de la Torre Sánchez (lo mismo que la anterior pero más estilizada y para salir los Domingos y tocarse la flauta travesera). Como insignes acompañantes:
Antonio Campos del Pino (Red Eye) - Flamenco guitar, palmas, jaleos // Irene Veredas - Violin // Miguel Ángel Robles Urquiza - Trompeta // Carlos Mesa García - Saxo // Isaac Pascual Godoy - Piano y sintetizador.
En cuanto al apartado técnico, se graba / mezcla en Green Cross STudio (Málaga) por Jesús Gómez Moreno y Guillermo Ruiz Ravira, para luego masterizarse en (`Tu Casa del Espacio desde Siempre´) los Kadifornia Mastering. El artwork esta vez recae (madre mía lo que me recuerda esa bola a los Purple del Fireball o ya en dibujo a Mars Red Sky) en Fernando Luque Cuesta. ¿Y quién edita esto?... pues entre Cd y Vinilo, por ahí andan The Braves Records, Spinda Records, Discos Macarras, Quebranta Records, Gato Encerrado Records y Violence In The Veins.
Y vamos con la música. Si Icarus ya mostraba unos impresionantes rasgos de madurez, Dragonfruit es un bestiario de las cotas de calidad por las que campea el Psych o el Prog en la Península. Con la versatilidad y eclecticismo propios de una banda que llevara una trayectoria más dilatada (lo mismo que a priori ocurre con los paisanos Red Eye y su Tales from the Days of Yore), se pasa con pasmosa facilidad del más abigarrado Heavy Psych a momentos de Prog sinfónicos setenteros (tintes Canterburianos), para a continuación mostrar su cara más Jazzística o rematar la faena en clave Triana. Claro, esto funciona solo si la máquina está bien engrasada y creedme cuando os digo que Dragonfruit dura 33 minutos pero bien pudiera haber durado 33 Kali Yugas que la calidad no hubiera decaído un solo instante. Y yo, que me pongo tierno si me hablan cositas del espacio al oído y ya prácticamente la simiente se me cae sola (la Tierra reclama lo suyo), si me meten una sección de viento no puedo por menos que decir que la curva hacia la derecha para Plastic Woods todavía no da señales de doblarse.
Amigos y amigas, vuestras Cosmovisiones entran por mi Ano, y salen en forma de letras purpurina...
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