domingo, 31 de mayo de 2020

ULLS - "ANOIA S´APODERA" (PARE HUARG PH01, 2019)


"Vés al foc
Crema el Sol
Sol al bosc
Ja es fa fosc"

Reconozco que tanto con Ulls como con los extintos Lord Summerisle fueron amor a primera vista. Poco pródigos en las redes, difíciles de contactar, me sorprendí bastante cuando un día rescaté del Spam un correo perdido de David Trillo comentándome que estaba liado con un nuevo proyeto y que iba a gustarme. Zanjado todo lo que tuviera que ver con Lord Summerisle, me ilusióne mucho cuando me comentó que Ulls era su nueva incursión en el Rock Progresivo, máxime teniendo en cuanta que la evolución/paso/transgresión que llevaba del Sludge mugriento de Llord dejó moléculas en Lord Summerisle y aunque estos en su última fase se movieran por terrenos del Canterbury, siempre salía a la superficie y cierto regusto acre y sucio más propio del Space Rock de Hawkwind.

Colgada durante cerca de dos años de forma prácticamente anónima en un bandcamp, la demo de Ulls dormía el sueño de los justos (algún detalle de ella puse por aquí). Entraría un tercer elemento en este culebrón, que fue la vuelta de Féretro Records a la palestra. Puesto que el sello de Écija fue la casa donde debutaron Llord, me pareció un deber escribir a la persona detrás del sello sobre la existencia de la maqueta. A Féretro Records le gustó tanto que acabó por salir una edición en cinta preciosa limitada a 38 copias (en verde rana) que si no me equivoco será ya carne de Discogs.


El siguiente acto en esta tragedia griega es de lo que os vengo a contar hoy. Anoia s'apodera es el debut en largo de Ulls, desde Barcelona, y tocando un Space Prog rock de tintes jazzísticos que se te cae la mandíbula al suelo. Underground como un pozo freático, tal y como ellos mismos cuentan  es "the first of a series of albums depicting the story of a self-induced posthumous trip"

A nivel de créditos os puedo contar poco porque sólo David Trillo aparece acreditado de forma oficial como músico pero juraría que en antiguos emails intercambiados con él había alguien más implicado (últimamente reconozco que la cabeza la tengo perdida). El diseño espectacular del vinilo editado por el sello PARE HUARG consta de un precioso troquelado que deja ver un insert donde una ominosa Amanita Muscaria nos anticipa el viaje mental al que vamos a ser inducidos; todo por obra y gracia de los clásicos Branca Studio

Albert Guitart en los ALB estudi se encarga de la masterización (previa grabación de David Trillo) de un pedazo de clásico desde el instante en el que se editó... insistentes teclados y órganos al más puro estilo Canterburiano se entrelazan con voces mántricas en catalán; largas jams instrumentales con barrocos quiebros al más puro estilo King Crimson en su etapa más oscura. Detalles pseudo-motorik en algún corte los conecta al Kraut más Jazz Rockero, pasajes donde rezuma un líquido Folk catalá propio de su tierra y del Progresivo tan fértil que allí se viviese (pre Olímpico) o a la psicodelia de índole sueca (Heavy Psych casi todo) de sellos como NasoniTransubstansTee Pee Records o Sulatron, con bandas como Oresund Space Collective, First Band From Outer Space, los Aqua Nebula Oscillator y cosas más añejas a lo Magic Mushroom Band. Curioso como algunos momentos me recuerdan a Soft Machine y otros a Moving Gelatine Plates... pero en su base rítmica claro porque aquí no hay vientos. Creo que si un saxo andara por medio ahora mismo estaría usando mis intestinos como cinturón.




Sin contemplaciones y a saco "Corona d'or" abre la Cara A con un hipnótico riff retorcido que se mezcla con la base rítmica y los teclados al más puro estilo primos CUZO, banda con la que creo que comparten más de una similitud sobre todo en la forma caleidoscópica de entender el desarrollo instrumental de una Jam. La guitarra es técnica pero sin llegar al aburrimiento de lo virtuoso... prima la atmósfera en vez de la verborrea sonora. Una bajada brusca del tempo hace resaltar al bajo mientras un drone de teclado mantenido da paso una voz que repite como un soliloquio letras al más puro estilo del Progresivo Catalán, que por cierto es muy de tener saxos y vientos pero que aquí se sustituye con una fuerza de sonido que es lo que hace que según mi opinión Ulls porten por bandera y derecho propio la etiqueta de Space Rock. La guitarra acústica y un acople mantenido sirve de puente Folk hacia "Reig Bord", de base rítmica a caballo entre el Kraut Motóriko y la velocidad de crucero de Hawkwind. Lo introspectivo de las guitarras y esa característica "sensación de despegue" me ponen los conductos eferentes y los cuerpos cavernosos del pene hinchados como una cabeza con hidrocefalia. Fabulosos teclados, órganos o Hammond que se derraman como una lámpara de lava. 


Ulls son difíciles de etiquetar porque creo que se conjugan estructuras que pueden compartirse/vertebrarse con estilos afines; es decir, aunque uno escuche detalles Crimsonianos, algunas estructuras intrincadas y oscuras las he escuchado en grupos de Zeuhl (vale, sin llegar al tenebrismo de Univers Zero pero oigan, oscuras), y la forma en que todo está revitalizado para sonar actual hace que Ulls sea un producto musical que se va a disfrutar más en escenas como la alemana, holandesa y otros países más dados a estos estilos musicales.

La Cara A se cierra con el fantástico "El Fosser", un acojonante zumo de estilos Progresivos con unas sábanas de Hammond y órganos demenciales. Introducción seudo recitada como una fábula y a continuación 9 minutos de desparrame lisérgico gracias al uso de Fuzz a mansalva y riffs que se doblan sobre sí mismos en maniobras sonoras setenteras. Se cierra en tema con lo que parece ser una flauta dando nuevametente el toque propio de bandas de Acid Folk.


Justo ahora que acaba de sonar un trueno en el exterior (hay tormenta mientras escribo esto), la delicadeza con la que empieza "La Llum Eterna Tremola", 15 minutos ocupando toda la Cara B, inunda mis oídos. Mismos ingredientes en que los temas anteriores pero desde una perspectiva distinta... más sutil todo haciendo relucir los espacios entre notas y por tanto resaltando el bajo en una belleza indescriptible. Me gusta llamar a esta sensación "volar a medio tiempo". Mitad del tema y va brotando un barroco bucle de teclados al más puro estilo Kosmische Alemán (escuela Francesa de electrónica también si se me apura)... parón en seco y la guitarra se queda sola sonando como una caja de música lejana. Si no estáis preparados, poneos los cinturones porque os espera el clímax final a base de unos 7 minutos más de intentar encender un cigarro bajo el reactor principal de un cohete espacial a punto de despegue en Cabo Cañaveral.

Decir que Ulls es para mí un Oopart entre tanta idiocia musical de estos días sobra. Si quieres un disco de culto tocado con una exquisitez que asusta, y eres dado a vuelos entre tus oídos y los altavoces, Anoia S´apodera te va a separar tanto el espacio intercelular que tendrás que cambiar de talla de ropa. 

IMPRESCINDIBLE. 

sábado, 23 de mayo de 2020

YALDABAOTH - "THAT WHICH WHETS THE SACCHARINE PALATE" (AESTHETIC DEATH ADCD 065, 2020)


Yonic fold of flower. Phallic rise of totem.
Fumble through clairvoyant trances.
Steel oneself against pantheonic blights.

           YALDABAOTH vienen de Anchorage, Alaska y tras un Split con la banda Skopt en 2017 nos traen ahora su debut That Which Whets the Saccharine Palate tocando ese nuevo estilo de Black Metal que nos inunda desde hace unos años y que más que conectar con la naturaleza del gélido panorama nórdico, establece otro punto de partida contextual que abraza más lo filosófico y literario.

El Black Metal, para bien o para mal, lleva años intelectualizándose y regodeándose en contextos que requieren de una complicidad mental del oyente cercana al estudio de una carrera universitaria, que sigue patrones del Death consiguiendo una longitud de onda cerebral en el oyente más propia del Doom... curioso cuanto menos el grado de cohesión de estilos extremos en un plano "no real" sonoramente hablando. Es decir, acaban siendo más hipnóticos que cualquier banda Doom haciendo justo lo contrario: centrifugar el sonido de una forma tan salvaje que han hecho que maestros como Deathspell Omega, Portal, Altarage, Mitochondrion, Tchalhi y bandas así sean harina de otro costal. El pan que resulta de su música es ácimo y reniega de cualquier comunión existencial con el bosque, la naturaleza o las jodidas runas.

Aquí de lo que se trata es de hacerle una colonoscopia al inconsciente colectivo para diagnosticar el cáncer que invade la mente Jungiana

(artwork completo del póster interior)

           Pocos datos técnicos puedo aportar. El disco se graba en Lycaena Triune at the Unsafe Space (ahora te mando las coordenadas) con instrumentación adicional en un tema de Skopt, otro proyecto de Anchorage bajo el auspicio del sello Lycaean Triune. Al sonido se le da una vuelta de tuerca con una masterización en los BST Studio que a tenor del compacto resultado, ha sido todo un acierto. El diseño del digipack es absolutamente glorioso con artwork de Piere Perichaud (Business For Satan, Francia) que incluye póster desplegable en toda su magnificencia. En conjunto del álbum en lo sonoro es una barroca, abigarrada y sucia molécula balanceada a través de una comunión perfecta entre Black y Death (sirva la comparativa con la putridez propia de los discos de Teitanblood). A nivel de integrantes sólo he podido averiguar que se trata de miembros de Arria Paetus (Aesthetic Death creo que ha editado un Split de ellos con Moloch) y They Leapt From Burning Windows.


          "Fecund Godhead Deconstruction" abre el disco con notas angulares, caleidoscópicas y una perspectiva claramente Avantgarde. Una bestial cabalgada embarrizada con una afiladísima guitarra sobre el minuto 2 marca el territorio mientras voces agudas a dos registros sueltan una diatriba de letras poco convencionales; la base de los americanos es bastante técnica así que se trata de un disco que requiere muchas escuchas para captar todo lo que está pasando en la vorágine de velocidad biliosa en la que nos vemos metidos. Con todo no voy a decir que no campen por ahí ecos a Marduk o similares, pero sólo reconoceremos lo nórdico en la velocidad... la perspectiva con la que Yaldabaoth aborda el demencial "Megas Archon 365" está más cerca del Death Metal técnico. 

Si la base rítmica resulta bastante críptica, más complicado es seguir la multitud de cambios de ritmo por segundo de las guitarras pero ojo, todo transcurre bajo una línea argumental sólida, con exabruptos pero lineal... nada de aspavientos sin sentido. Sónicamente vienen a sonar como una versión más Black de Dragged Into Sunlight y como referente de aquí, claramente me suenan a Teitanblood. No sé si es la edad o el desgaste mental, pero el límite entre el Death y el Black metal no debería de marcarse solamente por el timbre de las voces, craso error en la mayoría de reseñas del estilo que veo por ahí. 


          Siguiendo los estilos arriba citados, es evidente que encontraríamos referencias cosmológicas en las letras ("Beak cracks eggshell ushering cosmic synthesis / Omniscient stretched thin through ebb of space-time. / Thread strung sewing folds of flesh as patchwork reality. / Gnawing void. Vacancy consumption".) y es que los tiempos están cambiando. ¿Os imagináis a Vikergnes en los 90 hablando con los medios sobre razas arias superiores en Ganímedes?.

Sigue un pelín de calma a medio tiempo con la bíblica "Gomorrahan Grave of the Sodomite". Luego, un vórtice de Old School sin concesiones en una mezcla perfecta de Black y Death con tintes épicos uniéndose abruptamente en los instantes finales con los teclados iniciales de "To Neither Rot Nor Decay", momento perfecto para respirar un poco hasta que entra un solitario y más melódico de lo habitual riff de guitarra sobre el que va emulsionando la base rítmica a medio tiempo. Reproduzco las letras porque no tienen desperdicio: "He tore at his body too with a sharp stone, and dragged his long hair in the filthy dust, Shouting: 'I deserved this! I pay the due penalty in blood! Ah! LET THE PARTS THAT HARMED ME, PERISH! LET THEM PERISH!').


El epílogo del disco es para "That Which Whets the Saccharine Palate", apabullante demostración de cómo llevar el metal extremo a niveles técnicos progresivos (no sé si tocarán en directo, pero esto tiene que ser complicado de reproducir en un escenario). Todos los instrumentos (incluída la voz) discurren por el mismo plano, como si todo se hubiera grabado en una pista hermanada con igualdad de recursos para cada músico. Mención especial para la batería, que es capaz de pasar de dobles bombos a ritmos intrinciados en muy corto espacio de tiempo, algo que requiere una coordinación ciertamente encomiable. Cierra "Mock Divine Fury". Entrecortada, salvaje y llena de barroquismos resumiendo a la perfección todo lo que os he ido contando más arriba. 

Para mí, una referencia ineludible, no perfecta, pero bestial como una apisonadora ciclópea preparando el terreno para construir un centro comercial en la Luna.


There exist thirsts which cannot be slaked.
A channel opens through which all earthly matters
disappear: are swallowed as stone in chasm.
A construct of man acts as eye of providence
and that gaze gnaws the very fabric of.
Feasts in famine.

viernes, 22 de mayo de 2020

DUST TO DEATRH / LYSERGENE - "THE DEATH OF THE SUN" (AESTHETIC DEATH ADCD 012, 2009)


Mandy Andresen es parte integrante de la banda australiana de culto MURKRAT, formados en 2006 y que a día de hoy parece dormir el sueño de los justos. Sus dos discos, Murkrat ‎(2008) y Drudging the Mire (2009) los tengo en un pedestal. Recuerdo que cuando los pillé intenté hacerme con algo de su otra banda The Slow Death pero no tenía apenas distribución y cejé en el empeño. 

Hace poco me llegó un paquete promocional de AESTHETIC DEATH y cual fue mi sorpresa cuando ví el Split entre DUST TO DEARTH y LYSERGENE, antiquísima referencia que se vende a precio de saldo ya pero que no había caído en mis manos todavía. En Dust to Dearth (imagino que juego de palabras entre Death y Earth), Mandy se encarga de todos los instrumentos (no hay libreto en sí, sólo la portada) en lo que son 40 alucinantes minutos de un Doom de tintes Ambient e Industriales que te secan el alma. 

El sello inglés siempre ha apostado por meter entre sus ediciones principales otras más arriesgadas... es el caso de LYSERGENE y el disco Critical Mass (2008), el proyecto de Gordon Bicknell de ESOTERIC o DEAD BEAT PROJECT (Olivier Goyet) con Breaking The Shell (2007) que abraza incluso el Techno. Seguiría esta senda cosas como MEKIGAH (de las que os he hablado por aquí en Litost y Autexiousious ) o THE NULLL COLLECTIVE, por citar sólo unas cuantas que se me vienen rápido a la cabeza. No ha dejado el sello inglés esa senda y lo último que recuerdo es Arcane Voidsplitter, otro proyecto más de Stij Van Cauter.


Voces angelicales al más puro estilo Heavenly Voices de cosas como Rajna conviven con las asperezas de un Drone tan vertiginoso y visceral como quitarte la roña de debajo de las uñas con una hoja de bisturí. Las bases percusivas metálicas y cierto ambiente cinematográfico en forma de soundscapes hacen que el tubo corrugado de mi tráquea una sus anillos hasta que prácticamente la barbilla la llevo pegada al esternón. Enaltecedor, de aires trágicos y religiosos, temas como "The Death of The Sun" son la respuesta Industrial a Dead Can Dance. Cuesta creer que sellos como Aesthetic Death se metieran dentro del áspero campo de la electrónica convulsa propia de Cold Meat Industry, Cold Spring o Tesco, pero es que la calidad de este Split es alucinante... y cito esos sellos porque la marcialidad pseudomilitar está ahí, soterrada a veces o en primer plano, y 11 años después de su edición este disco no ha perdido un ápice de potencia.

Patidifuso me quedo cuando suenan flautas en "Winter"; de forma orgánica el tema va mutando hacia un Dark Ambient teñido de Folk (no sé si el Cello tocado con arco es orgánico o posiblemente teclados) que me pone los vellos como escarpias. Las voces de Mandy Andresen son una auténtica delicia y de una introspección sobrecogedora. 


"It is Dark" es el tema más estándard. Bonito pero no tan rompedor como los dos anteriores con un piano espaciando notas de forma neo clásica. Doom Drone ritual, con toques ancestrales duermen el sueño de los justos en esta joya a reivindicar y prueba de ello es "Dearth", de una ominosidad subyugante (tengo el culo apuntando a Orión). Bajos reverberantes creando un sudario sobre el que devanea una voz preciosa en lo que podría ser una colonoscopia sonora al Planeta Tierra. Pulsos de magma, movimientos de placas tectónicas en forma de Drone catedralicio que emulsionan en las notas de piano que arropan "The Last"... un Doom cadavérico, exangüe y con reminiscencias a la banda madre Murkrat. 

Resumiendo, a reivindicar una y otra vez hasta que mi lengua se convierta en una pasta gomosa.


Gordon Bicknell cierra los otros 30 minutos con su proyecto LYSERGENE, que antes tuvo como dije su debut con Critical Mass pero del que no puedo hablar porque no lo he escuchado (ya caerá en mis manos). Sus tres temas van desde un hermetismo Drone de teclados y guitarras procesadas en "Mourning Sun" que por cierto, me recuerda mucho a un desconocidísimo proyecto llamado Uncertainty Principle de un tal S.P. White, ahora en Vessel of Iniquity, y que también está metido dentro de todo este maremágnum experimental que conecta el Reino Unido con Bélgica a través de The Nulll Collective y sellos como Aesthetic Death. Quizás los más viejunos lo recuerden de Wraith of the Ropes, Torture Wheel o de colaborar con Stjin Van Cauter en The Sad Sun

El abordaje contemplativo y cósmico de "Nebula" es reflejo de toda esa escena que cito, a la que añadiría Hlidolf para los que tengan ganas de investigar. Lejanas notas de guitarra nos llegan tal y como la luz de una estrella muerta, mientras los teclados es el roce mayestático de un meteorito al caer a la Tierra. "Black Whole" cierra los 70 minutos totales dragando todo lo escrito por un desague de proporciones ciclópeas.

A veces los discos de culto pasan muy desapercibidos.

THORNS OF GRIEF - "ANTHEMS TO MY REMAINS" (SATANATH / DYING SUN RECORDS; 2019)


Desde Gdynia, Pomerania (Polonia), nos llega el debut de la One-Man-Band THORNS OF GRIEF, una de esas rara avis que aparecen de vez en cuando por el panorama del Funeral Doom aunque precisamente no sea demasiado habitual este género en un sitio con una potente escena musical underground (tanto en el metal como incluso en la improvisación libre y el Free Jazz, con salas especializadas sobre todo en Varsovia), prima más el crudo Death Metal a lo Vader que lo que os traigo hoy. Nebiros se encarga de todos los instrumentos en Anthems To My Remains, disco coeditado entre Satanath Records y el sello holandés Dying Sun, mientras que el artwork es obra de Kanvaka (portada normalita, todo hay que decirlo). 

47 opresivos minutos con algunos fallos propios de un debut, pero que en general te llevan por un camino bastante decadente con acento en ritmos fúnebres, procesionarios y plúmbeos como ese inicio asfixiante de "Thorns of Grief". Notas espaciadas como estertores, base rítmica muy deudora de Evoken van abriéndose paso hasta que entra un voz gutural al más puro estilo de Mournful Congregation; el riff central a lo primeros Anathema brilla con luz propia (hay algo en el ambiente que te lleva a Serenades del tirón) pero la música es lo suficientemente versátil para transcurrir por caminos que si no son evidentemente originales, sí que son muy efectivos... el uso de teclados apoya la atmósfera de los temas huyendo de virtuosismos acaramelados, cosa que para mí al menos es de agradecer. 


Las partes aceleradas quedan bien (aquí hay que acordarse de los primeros Paradise Lost y My Dying Bride) y si la batería es programada, que no lo sé, al menos el doble bombo suena orgánico y no le resta potencia al conjunto. Un piano difumina y enlaza con la pieza corta "A Longing", coda de teclados clásica ya en el Death/Doom y que sirve para coger respiro para la que nos espera en "Till Our Rebirth", otro repunte de Old School Death con subidas y bajadas en el tempo que te dejan totalmente exhausto. En las partes rápidas suena a la tríada inglesa, pero en las bajadas me cuesta no acordarme de Evoken o los primerísimos Moss

La voz muy trabajada... desde las partes guturales a susurros, gruñidos, partes agudas y todo lo que se tercie. Los mini interludios ambientales apoyados en teclados tienen la estructura extraña y flotante de proyectos como Until Death Overtakes Me y cosas así (ese sinte de modo sinfónico al final del corte es muy característico), que además usa la guitarra con una afinación que se acompasa con la percusión en pasajes interminables a lo Skepticism.


"The Deceit of Materiality" mezcla estilos de forma asombrosa. Mini fraseos de teclados espectrales subrayan las partes lentas mientras las partes aceleradas remiten a la suciedad del debut de Wijlen Wij o algunos proyectos como Funeral Moth. Un temazo demencial con letras crípticas y un balanceo acertado en la producción que mantiene ese sempiterno soniquete del teclado como una astilla infectada. Es cierto que puede chirriar un poco el paso de las partes lentas a las rápidas (la bajada abrupta en el minuto 7 o así queda extraña), pero a mí Anthems To My Remains me tiene encandilado.

"Illusions" nos mete en un groove denso como melaza y finiquita un disco para paladares secos por dosis altas de antidepresivos. ¿Es perfecto?... no, pero es un debut como la copa de un pino.


miércoles, 20 de mayo de 2020

JOAN GÓMEZ ALEMANY - "ELECTROACOUSTIC WORKS 2016-2019" (LÍQUEN RECORDS LRCD008, 2019)


          Hace unos meses os traía la reseña de la colaboración en disco entre Joan Gómez Alemany y Josep Luis Galliana a través del sello Líquen Records. Se trataba de Interaccions Sonores y la reseña podéis leerla aquí. No voy a repetir conceptos biográficos porque la anterior reseña se complementa en parte con ésta; la uso como bisagra de letras, trampa literaria, y me ahorro volver a repetir quién es Alemany para lanzarme directamente a la yugular de Electroacustic Works 2016-2019, un más que peculiar álbum que me lleva a una reflexión personal que compartáis o no, me muero por expresar.

Las músicas áridas, rompedoras y experimentales basadas en la electrónica de finales de los 80 (vamos a poner a Coil o Throbbing Gristle ahí por ejemplo), siempre han sido vistas/tratadas desde un plano no academicista y cuando no, directamente odiadas desde el plano académico. Es así y no se puede negar. Su oscurantismo, unido al uso de parafernalia controvertida (política, sexual o social) forma todo un maremágnum que da lugar a movimientos (Power Electronics, Death Industrial o el Noise). Hasta aquí creo que me estoy explicando bien. Música Denostada pero altamente influyente tiene su espejo platónico (como el Mito de la Caverna) en la Electroacústica más salvaje... el avantgarde de Russolo, la Música para Exposiciones y todo lo contrario a lo que anteriormente decía; una panoplia academicista que se autofatocita a sí misma. 



Dicho de otro modo, escuchar Electroacustic Works 2016-2019 es ponerme en la misma longitud de onda vibracional que lo electrónico/terrorista tenía en sus inicios. La lobreguez, claustrofobia y por qué no, el uso de herméticos arpegios drónicos elongados hasta el infinito son comunes a ambos modos de expresión, por mucho que les pese a los habitantes de Congresos de Musicología, Simposiums expositivos o publicaciones de Rancio Abolengo. La fina línea que traspasa la gloria de lo denostado se decide en despachos y salones por los Illuminati de la Música.

Mientras lo electroacústico vive en una minoría (ojo, todo lo que estoy hablando es de minorías) consensuada y alabada por público, crítica y quien se tercie, géneros más obtusos como el Industrial son relegados a esa otra minoría donde viven obras de culto que duermen el sueño de los justos. Y no por ello estoy diciendo que ambos géneros sean iguales pero sí que transitan por líneas paralelas e incluso qué diablos, tangenciales. Escúchese la obra de Francisco López, métase en los barroquismos acampanados de Llorenc Barber, y luego váyase a Coil o Nurse With Wound (para que todos estos argumentos cobren intensidad, os remito a los últimos párrafos de esta reseña). Transítese por el futurismo y vanguardias rusas, váyase a Einsturzende Neubauten, primeros Die Krupps, Throbbing Gristle o Faust... y dese la vuelta a Cage o Penderecki. Cierto y claro es que Whitehouse o Con-Dom no son precisamente amables, pero juro y perjuro que muchas obras clásicas industriales cohabitan en el mismo mundo que la electroacústica y además, todavía no os he hablado de la parte plástica o audiovisual. 


Ambos géneros se lanzan de lleno en un tobogán audiovisual, en una paleta plástica común donde radica la diferencia entre lo denostado (a posteriori culto) y lo políticamente correcto. El videoarte, lo abstracto, la creación de instrumentos propios o el uso del sampleo y Field Recording es en suma un ARTE, y el arte, amigos y amigas, no debiera de distinguirse entre el vómito y el aplauso. 

Terminada esta introducción, paso de lleno a analizar este grandísimo trabajo de Joan Gómez Alemany que me ha volado la cabeza tal y como otros géneros más incorrectos lo hacen. El fondo, la sustancia y la negritud es la misma... si algo aprendí hace tiempo es a borrarme de un plumazo los condicionamientos y pasar sin problemas del metal a la improvisación libre o qué diantres, el Harsh Noise Wall.

"Das Blut Von Tristan und Isolde Ohne Einleitung" nos induce al trance extrayendo sonidos inaudibles del Preludio de la obra Wagneriana para llevarlos a un terreno ferroso donde conviven Varese con los ciclópeos ritmos percusivos de ZGA, Einsturzende Neubauten o Kluster. Es decir, una cópula ritual entre la rigidez de la Música de Cámara y el minimalismo de Glass o Riley, transmutados por obra y gracia de lo alquímico en sábanas electrónicas deformadas (elongadas), y regurgitadas en un salvajismo inusual pero taimado no tan alejado de los años 80 y Zos Kia como pudiera parecer. El prisma de la oscuridad varía según los oídos empleados. Esos angulosos y serrados crescendos sobre el minuto 8 son poderosamente cinematográficos y harían palidecer a Bernard Herrmann


Las planchas de metal que se escuchan en Stahlwerksynfonie (1981) de Die Krupps (antes de meterse en terrenos pseudo bailables) funcionan como eslabón perdido hacia el experimentalismo alemán (Faust son especialistas en esculturizar metálicamente el sonido) desde Kluster a Schnitzler pero claro... si hay que citar nombres que empiecen por Sch... bueno, siempre da más caché decir Schaeffer. Si lo que os he contado os da risa, os invito a cabalgar los exabruptos de "Un Grito y un Cadáver", de violencia inusitada, y que por sí sola da cuerpo a toda la parrafada que os he soltado al principio. Me niego a describirlo porque su simple escucha os revelará los detalles de mi discurso; cobran vida las figuras de Millares y Saura en esta salvajada de pieza.

Sigue "Deus With Cogitat Music. Sed Quid Deus Cogitat". Para quien esto lea, vuelvo a decir que el Arte Moderno es tan moderno como moderno sean los oídos del oyente; la flauta procesada hasta el infinito por la religiosidad catedralicida de Messiaen baja la temperatura lo justo para que mis escrotos se encojan al tamaño de canicas. Convive en esta pieza lo etnográficamente evocado que hay en el Cuarto Mundo de Hassell pero desde una perspectiva atávica y circular Ad Nauseam. Una sonorización del Misterio de Fulcanelli al revés... es decir, desde lo arquitectónicamente incólume de la Catedral hasta las virutas de los escombro; la magnificencia es la misma tanto en lo "constructivo" como en lo "deconstructivo"

De especial mención es "4 Disparates de Goya (electronic version only revised". Originalmente para orquesta y electrónica, esta reinterpretaciónse reduce a texturas electrónicas graves y opresivas que transcurren en los desérticos páramos del Lo Fi. Aunque el sonido sea de base acústica, el resultado está más cerca de los sonidos que se obtienen del Korg MS20. Quien haya dudado de mi discurso inicial, mejor que se repase la obra de Esplendor Geométrico desde una óptica timpánica distinta para ver si entre todos podemos derribar por fin los tabúes y prejuicios que existen en nuestro país en cuanto a prensa musical escrita. Precisamente es la monumental "Omaggio a Scelsi", homenaje al padre del espectralismo, la que de todo el álbum integra mejor (o capta más) lo acústico a base de saxofones, puñaladas de contrabajo tocados con arco, guitarras al final del tema y todo ese sombrío discurrir por el microtonalismo; especie de Gólem tímbrico que posiblemente sin su desarrollo sinusoidal no tendría cuerpo en el que vivir y que misteriosamente es revivido gracias al soplo de lo armónico. 


Una vez llegados aquí, y tal y como prometí al principio, saco a la palestra a NURSE WITH WOUND. El espectralismo funciona a base de argamasas que se asemejan a los collages auditivos de Stapleton pero claro, ningún rastro de esto encontraréis en la prensa escrita (o dudo que sea influencia directa del propio Alemany)... tampoco es tan descabellado si vemos que la andadura de NWW comienza en 1979 y la Música Concreta es la vértebra que articula sus inicios. Ya podéis encender la cerilla que el Napalm me lo he untado (¿es la Vanguardia lo que te enseñan en las escuelas?) porque el siguiente corte "Meta-Improvisació" entra potente y de lleno con dos cánticos etnográficamente distintos pero casados a la perfección. Una ruptura total cuando el elemento gregoriano (tercero en discordia) entra para separar molercularmente la religión en espiritualidad y ésta en tribalismo. 

El Santoor dialoga con las voces, flautas estilo Ney, digeridoos y todo lo que se te ocurra en un pulso de aceleraciones/desaceleraciones propias del Noise y Tape Collaging, brillando especialmente un fondo marcial sobre el minuto 7 que me recuerda a Master Musicians of Jajouka en versión benzodiacepínica. Fabuloso.

Cierra el círculo "Das Blut Von Tristan und Isolde Mit Einleitung" entroncando con el inicio del disco pero reproduciéndose el Vorspiel de la obra de Wagner

Sólo me queda recomendar encarecidamente esta obra de arte (junto con Interaccions Sonores) a los oyentes arriesgados. Un disco que según mi opinión puede estar tanto en la estantería de las grandes obras experimentales del Industrial Noise (de este país o de cualquier otro) que de la improvisación libre o la clásica moderna y electroacústica. Tú decides donde ponerlo.


jueves, 14 de mayo de 2020

A.L. GUILLÉN - "THE ARP2600 TAPES PT 1 Y 2" (REPÚBLICA IBÉRICA RUIDISTA RIR50, 2020)


"Si un hombre, miembro de un partido, está absolutamente decidido a ser fiel, en todos sus pensamientos, tan solo a la luz interior y a nada más, no puede dar a conocer esa resolución a su partido. Entonces se encuentra respecto del partido en estado de mentira." Simone Weil

Abordar este texto es el equivalente a comprarme un kit a auto amortajamiento. Si no es fácil escuchar  Le Terrorisme D´Affaires (The ARP2600 Tapes Pt 1) y Notre Terrorisme (The ARP2600 Tapes Pt2), pues ya os podéis imaginar escribir sobre ambos trabajos. Por otro lado, el sintetizador ARP 2600 es de largo una de las armas de destrucción sónica masiva más singulares que existen.

El eslabón perdido entre lo antropomórfico y lo genuinamente extraterrestre: oscila, sintetiza, secuencia y te destruye de dentro a afuera, sin ningún tipo de remordimiento y por tanto se me antoja perfecto para reflejar eso que Guillén y Sergio Sánchez (Jazznoise, República Ibérica Ruidista) llaman El Terrorismo de los Negocios. 

Año 2014, producido en La Antena Noeética, Almería, y con portada de Ramón Acín, la primera parte de The ARP2600 Tapes se subtitula Le Terrorisme D´affaires. Su publicación pertenece a esa primera encarnación como netlabel de República Ibérica Ruidista que en 2019 si no me equivoco se reforma espiritualmente cambiando de tercio y reeditando tanto este del que os hablo como su continuación, The ARP2600 Tapes Pt 2 (Notre Terrorisme) en una preciosa edición con diseñada por Mara B. Stones en un sobre negro que incluye ambos discos en un Cardboard y un A3 desplegable cargado de información sobre ambos discos.

Una de las grandes definiciones de la electrónica áspera en cualquier manual que se tercie es su contenido político, provocador y en muchos casos (Power Electronics o Death Industrial), versando sobre temas incorrectos. Es una perogrullada intentar definir al propio Guillén porque a estas alturas en la que me he empapado de toda su música, uno aprende de que se trata de un artista (integral) que se define a la perfección en las presentaciones de sus trabajos. Así pues, mejor entrar en materia con el texto que acompaña al cd:


"Este trabajo homenajea de manera explícita a algunos de los grandes nombres y apellidos (carne, hueso y sangre) del mundo empresarial español. No entendemos que estos triunfadores de clase, y los objetos físicos que les rodean, sean tan poco visibles en televisión o en facebook. No entendemos por qué esconden su gloria y capital de trás de palabras como `neoliberalismo´ o `mercados´. Pensamos que si el sudor de todo ser es tan oloroso y real, debemos poder googlear sus nombres, conocer sus actos reales, su real capital... el olor de sus excrementos incluso... Porque no estamos dispuestos a creer que haya algo que ocultar..." A.L. Guillén

60 minutos dedicados a deshumanizar el Estado de Bienestar mediante su sonido-espejo en la bestial arma de un sintetizador que fue creado para tragarse esa mierda y sudor del que habla Guillén, regurgitarlo y darlo de comer a la plebe como dádiva salvaje. La plebe alimentada del detritus cósmico resultante de llevar al extremo las posibilidades de un sintetizador que si lo armas bien, puede centrifugar la materia y obtener un suero que es el Soma Capitalista que duerme a la Masa en el sueño de los justos. En muchos de los temas lo orgánico se entrelaza con la forma de imitar lo humano del Arp, hasta el punto en que (escuchad "Rafael del Pino") dudo si no estoy escuchando grabaciones de campo del peristaltismo intestinal obtenidas de una colonoscopia de cribaje de sangre rectal de alguno de estos individuos. Al fin y al cabo, son gente que ni sienten ni padecen y seguro que un buen micrófono atado con cinta aislante a la sonda rectal tampoco les supondrá ningún drama.


Sonoramente impenetrable, orgánico y tan denso como esos zumos imposibles en los trabajos de Piñango, Le Terrorisme D´affaires va un paso más allá porque no se detiene a masturbarse en ninguno de sus 12 cortes. Es decir; el objetivo no es crear un estado plano, meditabundo o hipnótico en el oyente (drone) sino todo lo contrario... vapulearlo con oscilaciones vintage más propias de los efectos sonoros especiales de un film de Serie B de los años 60 que de la música Industrial pura y dura.

El Arp2600 se contesta a sí mismo, sirve de base rítmica (los siento, pero tengo que citar la palabra Futuritmática de de Kodwo Eshun en su libro Más Brillante que el Sol) que se desplaza de forma biónica con patas construídas a base de ondas serradas, arpegiadas incluso, y reverberantes hasta el punto de invertir el peristaltismo hasta que vomitas empresas, neoliberalismo, objetos burgueses y todo lo que se tercie (dadle al extenso. asfixiante y cuasi ciber industrial tema "Joaquín Rivero" a un volumen considerable y sabréis a lo que me refiero). 

Dependiendo del estado en el que me encuentre, en ocasiones me da la impresión de que el Arp2600 está lanzándome una monserga. Sus constantes cambios, subidas y bajadas parecen inflexiones vocales/homilías y arengas de esos gerifaltes que menciona Guillén. Un instrumento a priori rígido y construído para mantener sonidos hasta el infinito (en tiempo y espacio), usado aquí para todo lo contrario; componer melodías de juguete dadaístas sumatorias atadas mediante la argamasa que resulta del aceite de lubricar la perilla de los potenciómetros. 


No se tiene piedad con el oyente y lo más parecido a un Dark Ambient despojado de melosidad sería "Bautista Soler" y ni aun así tenemos sosiego. Esto es matemática pura en tus oídos, amigos y amigas. Sumar un diente de sierra de 0 a 30 herzios con pulsos dinámicos de frecuencias bajas que te vapulean hasta que tus células son montada a punto de clara de huevo. Pátinas de ruido Blanco y Rosa (o te curan o te dan la extramaunción) tejiendo esos jerseys de mierda que llevan al hombro con los nudos cruzados al pecho los que controlan desde la sombra este puto país. 

Las subidas y caídas abruptas de "Manuel Jové" generando un símil de Bodhrán futurista desbridado que se continúa en espíritu de forma maravillosa en "Gabriel Escarrer". Un tambor (que no es tal) en plena sístole/diástole grabando a fuego el Neofolk del futuro que se tocará al amparo de bidones de combustible ardiendo cuando no queden jodidos bosques ni naturaleza sino un árido, Ballardiano estado del bienestar de hormigón y acero. Puede ser que esté loco, pero para mi "José Manuel Loureda" suena en inicio a Throat Singing tibetano porque hasta a Lhasa llegarán los burgueses con sus maletines y los nuevos monjes leerán el Dharma o el Canon Pali en tablets de representantes de Espiritualidad Corporativa.

Pero esto es España, y bien podría sonar a saeta "Manuel Manrique". Aunque haya un sustrato Debordiano en Le Terrorisme D´affaires, el conjunto es tristemente cañí.

"Conoce la mentira que te obligan a vivir y ten la santa atención al quiebro que funda la vida en su verdad: somos Uno con Nosotros y con Todo." A.L. Guillén

Notre Terrorisme (The ARP2600 Tapes Pt 2) es producido en La Antena Noética de Almería entre 2016 y 2019 manteniendo la estructura del anterior pero añadiendo materiales improvisados sobre la puerta de hierro de la Ermita de la Virgen de la Cabeza (Alcudia de Monteagud, Almería). Mara B. Stones se encarga del original artwork/yantra de la portada. Conceptualmente el sonido continúa donde se quedó el anterior; el Capitalismo Anónimo infecta al ciudadano de a pie y vuelvo a reproducir un texto del libreto para una mejor comprensión:

"Es una experiencia cotidiana. Obervamos cómo en nuestros actos, en nuestra Vida, reproducimos las relaciones de producción capitalista. Somos capaces de actuar como terroristas entre nosotros: reproducir entre nosotros la explotación. Reproducirla de manera más sangrante incluso en nuestros proyectos corporativos. Nos desencantamoms. Parecen ganar siempre. Dudamos si levantarnos de nuevo para trabajar como hermanos".

Vertebrado en 3 Fases, el álbum se abre con "Fase I: AIE". De forma violenta y brutal se nos mete en la rueda anti Kármica y séptica del Capitalismo Individualizante: "repetición aplastante sonora de un sistema ideológico cerrado para la reproducción de una depredadora relación económica como es la capitalista: a través de escuela, partidocracia, medios de comunicación, y productos culturales de consumo. Extenuante repetición: en cada segundo distinta pero remitiendo siempre al mismo sistema ideológico; no parece haber luz fuera del muro, hasta que de un fogonazo aparece...".


El Arp3600 adoctrina de forma sonora nuestro aparato auditivo en un malsano bucle donde a partir del minuto 4:40 pueden captarse muy al fondo irrupciones (en paralelo) de diversa índole sonora. Mientras la máquina capitalista permanece su inexorable avance, muy al fondo se captan electroacústicos indicios de destruir ese sistema con excepciones a la regla, con errores de sistema y con glitches sépticos y ponzoñosos. Brilla en los últimos instantes lo que parecen voces al más puro estilo Throat Singing hasta que todo cesa de forma abruta.

La percusión y esos indicios de cánticos cobran presencia en "Fase II: Puerta Celeste de Monteagud". Si decíamos que un futuro utópico nos traería nuevas formas de Neofolk, quién sabe qué transmutaciones sufrirá la espiritualidad y cómo se adaptará a esa nueva experiencia vital a la que nos dirigimos. "Como derivar agotado por la cima de la montaña más alta, y ser de súbito absorbido pro el Axis Muni Sonoro de la puerta de hierro de una ermita solitaria que la corona". Las grabaciones de campo adquieren un matiz especial y espectral a partir (otra vez) del minuto 4:40 donde entra la voz de Guillén que siempre me ha recordado a Daevid Allen puesto hasta las cejas de psicotropos en el manicomio de tu barrio. 


Sinfonía para puerta de hierro de ermita y voz, con repuntes de procesado electroacústico y (quién sabe) efluvios herrumbrosos del Arp2600. Los ZGA o EINSTÜRZENDE NEUBAUTEN podrían servir de ejemplo pero aun así nos faltaría la brutal producción orgániza que se le ha dado al disco. Con auriculares es difícil que nuestros hímenes timpánicos permanezcan de una pieza aunque bien es cierto que en el fondo esta segunda parte es mucho más estilizada que la primera gracias al uso de más recursos (Field Recordings, voces...) así que si seguís vivos después del arreón del primer CD esto os sabrá caramelo.

La filósofa y pensadora Simone Weil toma el protagonismo de la "Fase III: El Apoyo Mutuo" bajo la forma de Spoken Word sobre una base "amable" de ruidismo. Los exabruptos percusivos sirven para apoyar la cadencia de himno del corte, la sensación de estar asistiendo a un nuevo tipo de épica. Un in crescendo que te draga en 12 minutos reconduciéndote bajo pátinas de cierto Ambient Necro Social a (vuelvo a citar) "una experiencia impersonal anterior que supera y destruye el valor capitalista, que supera también las `colectividades sagradas´ que colaboran apuntalando ese valor". Por cierto, no sé si es una flauta Ney o similar lo que escucho de fondo en el maremágnum final, pero me ha volado la cabeza y ahora no la encuentro.

Poco más voy a añadir. Posible disco de culto (el tiempo lo dirá), escucha arriesgada donde las haya, pero otra muestra del genio de un artista polifacético como un cubo Rubik del tamaño de una Pirámide.

sábado, 9 de mayo de 2020

FUNERAL SOUVENIR - "LA NOCHE DEL ANHÍDRIDO" (VERLAG SYSTEM VS019, 2020)


Otra de las joyas de Miguel A. Ruíz es el alter ego Funeral Souvenir, que tras auteditarse La Noche del Anhídrido en su sello Toracic Tapes en cinta C-30 (1987), reeditarse en CD-R en 2009 con extras y diferente artwork, ve ahora nueva reedición en flamante vinilo a cargo de Verlag System. Y digo flamante por varias razones; una de ellas es que el propio Ruíz se ha encargado de remasterizar el sonido para vinilo desde las cintas originales, y otra es el tremebundo recosido (La restauración del artwork original ha sido obra de Patricia Alambiaga) de la fotografía original de la cassette, "Edward Clark at the Franklin D. Roosevelt Mourning in 1945" del LIFE MAGAZINE, que viste de gala esta nueva revisión con temas extra de esta obra de culto de la electrónica y el avantgarde hispano. 

Funeral Souvenir es una muzak cortante de sonidos serrantes que se articulan biónicamente con impulsos percusivos extraños, abstractos y gélidos; así suenan "Naftalin II" o "Miedo al Cricket" que casi parece maquinaria ferroviaria al ralentí. El uso del Casio Sk1, las voces invocadas por la SW Radio, las notas/loops industriales del Yamaha DX7 y el Cheetah SpecDrum (Sinclair ZX Spectrum) dan el toque de música de 8 bits al conjunto. Es como si La Noche del Anhídrido hubiera sido despojado de sus 8 bits humanos y dejado sólo el detritus ferroso de los 8 restantes en forma de melodías adimensionales que se te pegan como un campo magnético en vías de extinción. Atisbo de algo que se baila con prótesis de titanio hasta que te amputan los miembros con ondas serradas tan agudas como un acúfeno en manos de un afilador de katanas.


Técnicamente si no me equivoco, cuando se editó era el tercer trabajo en su sello y removió el circuito del underground de fanzines y publicaciones especializadas (Cloruro Sónico, Syntorama....) y es que La Noche del Anhídrido junta dos premisas de forma visceral. Por un lado la agresividad y radicalismo de lo ProtoIndustrial; y por otra, que sus melodías son pegadizas como una mantequilla inflamable 33 años después de ser puestas en la paleta musical compositiva de Ruíz

Las voces radiadas se usan como beats (sin llegar al break) y su repetición hipnótica entronca este disco con el Power Electronics pero usándolo de forma más melódica (se me ocurre por ejemplo citar a los Controlled Bleeding o Esplendor Geométrico). Dicho de otra forma, las cajas de ritmo herniadas sueltan chorros mántricos de golpes, con algo de tribalismo étnico desconocido (escúchese la bestial "Gas de Abidjan"), mientras líneas de sintetizador dibujan efluvios de ominoso y amenazante dark ambient primitivo; surge el lenguaje espectral en ese fúnebre ambiente con voces radiadas de dudosa procedencia pero inclemente timbre/tono homiliesco. 


La Noche del Anhídrido transcurrre en una utópica realidad donde lo celebraticio, votivo y carnavalesco es siempre relacionado con el óbito. De todo lo anterior es ejemplo "Doppler Máxima", engalanado de una cierta marcialidad militar, o la altamente experimental "Entre Pálidos Muros"... suerte de bastarda y alucinogénica oda a John Carpenter en versión Industrial. El Ambient, cuando surge, está enterrado en una montaña de detritus y flota bajo la superficie (me atrevería a decir que todos los temas tienen algo de ésto). 

El corte más largo, de 8 minutos es "Schlamm" (lodo/barro en alemán) que musicalmente suena como esos primeros pasos de Die Krupps que van desde su debut Stahlwerksinfonie de 1981 a los primeros arrebatos bailables posteriores. La densa maraña electrónica pone en guardia al oyente hasta el punto de hacerle dudar de si lo que escucha no son guitarras procesadas o incluso algún primerizo remix de Ministry


Dentro de las sorpresas tenemos "La Noche del Raíl", rescatada antes en la versión CD-R de 2009 con el nombre de "Jóvenes en el Horno" y que originalmente era parte de la recopilación de 1988 Duchschnittsanfall 5 (Prian Tapes - Pr17). Voces cargas de ecos (italiano si no me equivoco) deformadas hasta el punto de que transcurren en el mismo plano de lo percusivo, tan sutil como balas... pequeños breaks esbozando ritmos. "Segunda Noche del Anhídrido", que ya se editara como "Feria del Flanger" en 2009, procede de otra recopilación de 1988: Neue Muster Volume 4 (Tonspur Tapes - TT 12/13. Cruda, seca e inhumana, accede al proto-techno desde el Noise Industrial y demuestra la altísima calidad/versatilidad del pionero madrileño.

Verlag System pone el broche de oro con una tarjeta de descarga que acompaña al vinilo y gracias a la cual puedes acceder a los Wavs de "Episcopalizer VI", originalmente en Saturación de Mecanismos (Bu Records BR-38, 2011) y una versión alternativa de "Naftaline II" (también en la versión en CD-R de 2009). Se me ocurren muchas más razones por las que "La Noche del Anhídrido" es una pieza fundamental dentro de la experimentación musical de nuestro país de las que ya he expuesto en el texto, pero la espina de curiosidad no te la voy a arrancar yo.



jueves, 7 de mayo de 2020

LOS 3! - "TRÉPANO" (LA TATUCERA / AUTOEDICIÓN, 2019)


Hace unos meses os traía la reseña de la apabullante y homónima autoedición de LOS 3! (aquí) o lo que es lo mismo, una triple sierra dentada a base de guitarras, cornetas eléctricas, percusiones, electrónica y manipulación de cassettes y objeto a cargo del triágulo isósceles de Javier Entonado, Jose María Pastor y Gregorio Kazaroff, cada uno de los cuales he ido siguiendo en diversas grabaciones juntos o separados (Arín Dodó, Seidagasa...). Puestos a analizar, no sé si este nuevo Trépano es anterior, posterior o simultáneo al anterior, porque la fecha que manejo para ambos es la de Enero de 2019, además de que los créditos para ambos son iguales en cuanto a grabación (La Tortuga) y diseño (Kazaroff).... bueno, sí hay una diferencia... a mí me gusta muchísimo más este último.


38 minutos abrasivos que podrían estar recogidos en cualquier edición noventera de Recommended Records (Frith, Cassiber, The Work...); es decir, beligerante Downtown Neoyorquino abstracto, figuraciones y filigranas pseudo étnicas a lo Don Cherry de su etapa media y enroques diversos hacia el Rock en Oposición. Desde aquí, el pasito hacia el Jazz Británico primitivo de la Spontaneous Music Ensemble es corto y si se me mete un clavo dentro de un empaste, diría que hay algo de Canterbury desquiciado (y algo más como iréis escuchando).

Las 12 piezas se suceden rápido. Una algarabía de elementos eléctricos cargados de groove inundan "Mini Minarete"; la percusión dialoga con sonidos alienígenas de diversa índole cargadísimos de reverb. Instauración de una nueva religión a través de Neo Muezzines que lanzaran Suras deformados mientras montan meteoritos funestos dirigiéndose a su propia muerte en el punto de fuga de la Galaxia (descripción larga, fraseos cortos). Objetos percusivos diversos (impresionante Pastor en este tema) conforman "Insectos en Casa", mitad jazz mitad electroacústica de combate hasta que sobresalen riffs angulares de una guitarra a lo Frith


Campa el espectro de la AACM en el abordaje percusivo de "Quitanieves" y en las notas de la corneta eléctrica aunque por lo demás se trate en estructura de un corte muy deudor del Free británico. Por lo demás, temazo de Free Jazz e improvisación libre con la guitarra descompuesta a nivel molecular y procesado de los sonidos tan extenso que es difícil distinguir de dónde parte el sonido madre. "Distraído" es un pequeño puente circense que me recuerda a lo escuchado de Arín Dodó. Fantasmal jazz que se desvanece como volutas de humo en un pebetero de notas cortas pero muy unidas en espacio e insistentes soplidos, sordinas y harmónicas que dan paso a "Góngora" elongando en estructura a la anterior pero llevándola a un plano introspectivo, flotante y drónico.

"Ñandúes Cautivos" me va a servir para sacar a la palestra al Cuarto Mundo de John Hassell y al Afrofuturismo en sus más diversas vertientes (desde Sun Ra a la Art Ensemble of Chicago). A través de un diálogo de corneta y batería (podría recordarnos a Cherry y Blackwell en MU) se crean mundos de raigambre africana (también en "Filigrana") donde los efectos de electrónica realzan el groove hasta límites insospechados. Una fauna recreada mediante cascabeles y notas verticales de la guitarra subrayan la versión mnemotécnica, mistérica y hermética del Miles Davis pre-eléctrico. 


Llegados a este punto asistimos a una recreación del universo minimalista e improvisatorio de Braxton, Brotzmann, Evan Parker o incluso Roscoe Mitchell en las tres cadavéricas y breves "A Partir de Ahora","Simbióticos" y "Letargo" o lo que es lo mismo, Free Impro de altísimo nivel y compenetración. Se cierra el disco con física cuántica sonora en el puño americano de "Neutrón Libre" donde me gustaría recalcar la tremenda labor de descomposición, manipulación de objetos y cassettes de Kazaroff a lo Cutler/Goebbels y la crepuscular balacera de "Western Minimal" cuyo nombre define a la perfección el contenido (bestial el soplido pseudo digeridoo emulando al viento arenoso de los páramos almerienses).

Una joya que deberíais de buscar y que ha salido en formato físico en pequeñas tiradas.

martes, 5 de mayo de 2020

KETCH - "THE ANTHEMS OF DREAD" (AESTHETIC DEATH ADCD 038, 2016)


The Anthems of Dread es un precioso digipack del quinteto de Colorado (Arvada) KETCH, tocando un fantástico Sludge de tintes psicodélicos a veces pero sin perder en ningún momento la vieja escuela. La formación si investigáis veréis que el que más y el que menos lleva más de 15 años haciendo música en otros grupos, así que para nada son una banda joven. La edición en sí recoge también su primer Ep con lo que estaríamos ante un recopilatorio de dos Eps: Ketch (2014) y The Anthems of Dread (2017), en formato digital primero, luego rescatado en todo su esplendor por AESTHETIC DEATH.

Para hacernos una idea de a qué suenan Ketch podríamos poner el punto de mira en bandas como Pyramido, los españoles The Lords of Bukkake, una pizca de la psicodelia efervescente de bandas como Naam y Ancestors (esa hornada que nació en Tee Pee Records es brutalmente recomendable)... es decir, suenan frescos (la base rítmica es un cañón), con unas voces dobles tremebundas, y le dan una pequeña vuelta de tuerca a ese género que tanto me chirría que es el Post Metal. Lo que pasa es que en ningún momento llegan a adentrarse por entero en el Post Sludge, sino que mantienen bastante de su estructura en los riffs arrastrados propios del Doom para crear una curiosa amalgama.


La apertura alucinante del disco con "Fertile Rites by Sacrifice" es muestra de ello y os recomiendo encarecidamente escuchéis cómo las guitarras cambian a partir del minuto 7 volviéndose introspectivas hasta rozar el Funeral Doom... son esos pequeños detalles los que alejan a Ketch de otras bandas, además de los magistrales retoques de Greg Chandler para esta reedición junto al alucinante artwork del batería David Csicsely

Cuando las voces son más guturales el espectro sonoro en el que se mueven cambia bastante... es decir, son capaces de sonar a Worship en un instante para el siguiente recordar a Process of Guilt. Instrumentalmente son impecables y los temas se abren en abanico; lejos de resultar sencillos, están bastante trabajados sin llegar a los niveles de lo progresivo. "En Nomine Eius" es otro cañonazo con unas voces guturales impresionantes acabalgándose con gritos inhumanos y agudos de la otra voz... el desarrollo/vértebra es Death/Doom de libro... la batería se va creciendo inconmensurable y el riff principal de la guitarra casi huele a My Dying Bride e incluso Officium Triste (esa forma de meter interludios cortos y semiacústicos) y si me ponéis un cútter en el cartílago cricoideo os diría que un pelín de Death Sueco melódico al ralentí también se escucha.


Apabullante la batería en la paquidérmica "The Monsters of this World", el tema Sludge para los que no gustan del Sludge. Estructura de himno y unos estribillos donde vuelven a brillar unas bestiales voces al más puro estilo del Brutal Death. Es ese doble hilo el que hace a Ketch tan sugerentes... bueno, eso y que lo hacen con mucha sutilidad integrando géneros de forma tan sutil que esto gustará por igual tanto a los amantes del Doom de vieja escuela como a los nuevos oyentes centrados en el Post. 

Sigue un pequeño interludio ("Estranged") antes de los tremendos 9 minutos de "Detached and Conquered" que se abre como Reverend Bizarre pero en versión bastarde y acre en la base rítmica. Luego todo va creciéndose como una argamasa ciclópea en la que nos vemos inmersos sin casi poder respirar... incluso en ese pequeño habitáculo psicodélico que crean dentro del corte cuesta meter aire. La aleación Post y Metal extremo de toda la vida nunca me había entrado tan jodidamente bien, y todavía se añaden como bonus los 4 temas de su primer y homónimo Ep, destacando una rarísima "Shimmering Lights , muy europea al inicio gracias a las etéreas sábanas de fondo que crean los acoples de pedaleras aunque luego vaya entrando en terrenos lisérgicos.

"Counting Sunsets", "Chemical Despondency" y la ultra épica "13 Coils" se suceden mostrando la faceta Old School de los inicios de Ketch, mucho más Death/Doom y menos pulidos. Para mí, una referencia de Aesthetic Death imprescindible.