domingo, 10 de febrero de 2019

MOHAMA SAZ - "VIVA EL REY" (HUMO RECORDS, 2019)


El tercer trabajo de MOHAMA SAZ se titula Viva El Rey y nos trae a la banda en formación de quinteto con ADRIÁN CEBALLOS (batería), ARTURO PUEYO (clarinete, saxo, clarinete bajo), JAVIER ALONSO (baglama saz, voz), SERGIO CEBALLOS (bajo, voz, guitarra) y RUBÉN MINGO (percusión). Si sus anteriores More Irán (2015) y Negro es el Poder (2016) eran frescos, irónicos y de una maestría instrumental soberbia, este nuevo trabajo significa no sólo una maduración compositiva importante, sino que la versatilidad es tan amplia como coherente, y de esto hablaré luego largo y tendido.

Edita en todo su esplendor HUMO tras la puesta en físico por Miguel Lorenzo en los INFLUX ESTUDIOS (Salamanca) y el aliño en salmuera sonora de Carlos Díaz en Santa María de la Vega (Granada). El masónico y acertado diseño, obra de Miguel Alen de Luna (El Rapto). Ya que citamos al sello, pues decir que HUMO se reafirma con escudería ecléctica como pocas. Sólo tenéis que pasaros por su bandcamp para ver qué tipo de bandas estatales están editando.


Para abrir boca, mente y contexto, aquí os dejo un enlace a las reseñas que hice de sus dos primeros trabajos, la primera de ellas en la revista KARATE PRESS


El camaleónico sonido de MOHAMA SAZ adquiere en Viva el Rey una sutileza que asusta; un disco tremendamente lírico que si bien tiene espacios para la improvisación, se yergue como artefacto urdido con la precisión de un canto rodado lanzado por la honda de un pastor beduino. El corpus estilístico son las músicas de oriente medio, el aliño a base de Kraut alemán tanto en sus versiones jazz rockeras como en sus arranques percusivos motorik ya nos indica de tenemos que hacer un esfuerzo considerable por definir la música del combo afincado en Madrid. 

Cuando crees que estás en territorio amable todo se torna hostil con aderezos de psicodelia turca, abrazos al sinfónico británico y al Canterbury o a esas soterradas Óperas Jazz de la improvisación británica... y es que el jazz cuando aparece en el disco, recuerda muchísimo a esas grabaciones de OGUN RECORDS. Pero claro, uno tiene que ver el bagaje de estos músicos especialistas en moldear la realidad y traer a este lado de la realidad a ERKIN KORAY, EDIP AKBAYRAM o la desfachatez sublime, esotérica e impredecible de los SECRET CHIEFS 3, sonido que se capta a la perfección en la desértica intro cargada de eco que es "Los Jinetes del Destino", que se continúa de forma magistral arropado de percusiones arábigas y fraseos alucinantes de los instrumentos de cuerda. 


Los cánticos vocales en "Avisenawino" pueden recordarte a una versión persa de TRIANA, cosa de la que tiene la culpa una base rítmica que horada lo árabe hasta llegar al flamenco en su versión progresiva. Ojo que con esto no estoy hablando de Rock Andaluz sino de sabia fusión de estilos que aunque terrenales, tienen el punto de mira en el Space Rock hasta el punto de que se hace impensable no traer a colación a GONG en su etapa de DAEVID ALLEN o en sus facetas más posteriores y étnicas de MOTHERGONG

Al fin y al cabo, de lo que estoy hablando es de Psicodelia; de reavivar los rescoldos de RIP K.C., SCHWARTZ o LÜGER en "Esplendor de Cristal", un brutalísimo himno estelar en el que perderse.

Es de ese tipo de temas que van lanzados a medio tiempo, a punto de entrar en ignición y que tanto me recuerda a los desaparecidos FOOZ o incluso a VIAJE A 800. El combustible que sustenta esa percusión lanzada a lo HAWKWIND es el inconfundible sonido del Baglama Saz, los etéreos cánticos y la retroalimentación Fuzzera que va creciendo conforme el tema se espande... es como intentar sellar un agujero negro con una pistola de poliuretano (complicado, no?). Por debajo de todo, el clarinete bajo se permite el lujo de crear una red neuronal por la que se esparce todo como una sepsis del Universo. Fastuoso.

Incluso uno podría acordarse de KAMASHI WASHINGTON en "Nenúfares" gracias a esos devaneos frasales de los vientos, los épicos coros soul y su fundido a cero tan AfroJazz. Cierra la Cara A esa perla de Fok armenio que es "Erzeroumi Shoror" donde destaca una percusion excelente, versátil y unos pegadizos ritmos bailables del resto de instrumentos que desafían mi incapacidad natural para el baile (si yo hiciera el baile de Zorba el Griego me detendrían por alterar la paz pública).


Siguen las sorpresas en la Cara B con "Altiplano", recreaciones de Putucun y Viday (tonadas tradicionales de Bolivia), y donde destaca una fabulosa interpretación vocal. En su tramo final, el corte se carga de groove setentero, espíritu de Jam que se elonga y caracolea en la vuelta a los ritmos del altiplano para finiquitarse a lo grande con la repetición del estribillo. Como mezclar a la ART ENSEMBLE OF CHICAGO en su etapa funk tardía y rock progresivo andino (que lo hay).

"King´s Safari" tiene algo de Klezmer o al menos así me lo parece. La base rítmica más dura (otra vez HAWKWIND) y hard rockera acaba estallando en una cabalgada instrumental mientra la guitarra y baglama se explayan a placer tanto en su faceta más improvisatoria como en la pegadiza melodía central. 

No decae el nivel un sólo instante. "Semana Santa" muestra por qué MOHAMA SAZ son tan jodidamente buenos. No basta con tocar estilos como la Psicodelia Turca, el Free Jazz o la World Music... es que hay que mezclarlos de forma orgánica y sin estridencias, y eso es Viva El Rey, un compendio de cosas metamorfoseadas en uno solo discurso sutil, como sutilmente se abre paso dentro del corte un clímax brutal con ecos a NEU! en el interior pero rebozado de Rock de Anatolia.

Precioso cierre de Flamenco atávico y trascendental resulta "La Marcha del Rey", colofón preciosista para un disco con ningún defecto. IMPRESCINDIBLE.


2 comentarios:

  1. Estupenda reseña, este viernes les veo en vivo en Madrid con Cabezafuego.

    Saludos.

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  2. Saludos Gonzalo!!!. Muchas gracias y disfrútalo a tope!!!

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