lunes, 16 de enero de 2023

CAVE DWELLER - "INVOCATION" (AESTHETIC DEATH ADCD 089, 2022)


Go forth, under the open sky, and list
To Nature’s teachings, while from all around
Earth and her waters, and the depths of air—
Comes a still voice

-"Thanatopsis" William Cullen Bryant

Justo dos años después de reseñar el impresionante Walter Goodman (Or The Empty Cabin In The Woods) ‎vuelve el proyecto CAVE DWELLER (Massachusetts) o lo que es lo mismo Adam R. Bryant de P A N D O, idolatradísima banda de los que os traje Hiraeth (2020) y Rites (2021), dos delicatessen para paladares bífidos. Como no quiero repetir conceptos, para biografías e historias tenéis los enlaces que os he dejado, así que paso del tirón a este brutal Invocations, editado como no podía ser de otra forma por AESTHETIC DEATH en un digipack de lujo con libreto de 20 páginas con un trabajo fotográfico que tira de espaldas.

A nivel técnico, cada corte ha sido tratado de una forma diferente, tal y como se explica perfectamente en su bandcamp: `an experiment in music and poetry. Each track was recorded and mixed differently, using multiple mediums and techniques, including simple smartphone tracking, digital and analog tape recording methods, and field recordings at places of importance´. El resultado final es mezclado y masterizado en Uncle D's Acadian Colonoscopy Clinic por el propio Adam R. Bryant

Siguiendo la misma idiosincracia del debut, cada tema se nos presenta con una imagen fotográfica, las letras en el libreto y algunos apuntes o detalles, bien sean de la grabación, motivos inspiracionales o de la letra. El disco se abre con la hermética y a ratos opresiva "An Invitation", de raíz Folk y Drone y con un loop apabullante de violín mezclado con piano sobre la que entra la homiliesca voz de Bryant recitando un poema (Mount Washington) con un tono de voz bastante cercano a Nick Cave pero con muchísimos más registros centrados en un poderoso Dark Ambient que pone los vellos de punta. Como pasar la lengua por un viejo, salado y húmedo monolito cubierto de musgo, brilla la acústica subrayando unos maravillosos pasajes en los que la voz alterna la tonalidad de las frases; unas graves, otras más agudas, imperativas o simplemente resignadas al más puro estilo Neo Folk de maestros como Sol Invictus o Current 93. Sigue "To Accept the Shadow", Junguiano título para un tema grabado en parte en la cima del monte Webster en las White Mountains en pleno Samhain y tal y como se sugiere en los textos, hubo acampada nocturna.

Con un registro más marcial (o ritual), un histriónico piano con diversos procesamientos electrónicos en la retaguardia van marcando una coda muy cercana a los Cyclobe, Coil y otros. El contraste de lo analógico con lo electrónico adquiere tintes de clásica contemporánea (escúchense experimentos de Xenakis). A esa primera parte le sigue un Carpenteriano teclado plagado de flangers (esas oscilaciones propias de sus bandas sonoras) que casi entroncan con el Horror Synth y similares. Percusiones tribales a lo Michael Cashmore, aroma a Thighpaulsandra (parece un incienso su nombre) y lentamente un cinematográfico score que se va tornando épico y grandilocuente donde brilla muchísimo el violín. Descarte del anterior disco, y aunque se incluyera en el Ep editado en digital (Between Worlds), sigue la intimista "Bird Song", puro Neo Folk con un trabajo vocal ALUCINANTE. Musicalmente es de los temas más simples, con su base rítmica y tal, pero el resultado final y cómo está colocado en el tracklist resulta de una alarmante belleza, al margen de que las letras son pura poesía... y ojito con el distorsionado fade out con riffs encabronados de guitarra a lo primeros Opeth o Katatonia.

"The Meeting" es difícil de describir. Grabaciones de campo (caballos, ríos...) en las cuevas de Hadley, las cataratas Sanderson Brook y uso de toda una amplia plétora de instrumentos (desde guitarras hasta un Yamaha de los 70), todo para construir un mini collage atmosférico que se deconstruye a través de la guitarra acústica y que sirve de puente hacia "Entelechy", minimalista pieza cuasi Jazzera, otra vez con ecos a Nick Cave y que está grabada prácticamente de una sola toma. En ocasiones, si uno coge el conjunto del disco, parece estar metido dentro de un bucle mental entre el Canterbury, el Folk Rock inglés y un desesperanzador Dark Ambient... no sé, imaginaos a Fairport Convention en plan Post Punk o algo así.

El Spoken Word es un arte, y "The Light Keeper" roza lo sublime, recordándome en algunos momentos a algunos maravillosos discos de Danielle de Picciotto con Alexander Hacke (Perseverantia por ejemplo). Tras un primer pasaje prosigue un tramo instrumental con angulares contrapicados a lo Penderecki, brutales percusiones sintéticas propias del Industrial Noise y vuelta otra vez al Spoken Word asfixiante donde no puedo evitar acordarme de discos bastante controvertidos de Whitehouse o Sutcliffe Jugend aunque el trasfondo musical sea casi Lynchiano (esos platillos de la percusións suave y el piano) y su sustrato literario más onírico. Simplemente una maravilla.

Dice Bryant en la descripción de "Mirror": `sounds recorded from a cottage getaway in York Harbor. The lyrics and inspiration for this track came from a soul quest assigned to me through a rigorous training progra frm the new year to litha. The frame drum is made of moose skin and tendon, played under the ocean fog on a rainy night´. A lo que yo añado: es como una extensión de la BSO de Conan the Barbarian de Poledouris. Épica y brutal, con ese sentido marcial de proyectos como Blood of the Black Owl... flipantes las voces a lo Summoning por cierto y un demoledor giro a partir del minuto seis que te va dejar con la boca abierta. Avisados quedáis. "Solastalgia" cierra con un loop de un viejo 7" sobre el que se construye un oscurísimo himno. Guitarra, flauta de madera y grabaciones de campo en el Mohawk Trail State.

 Creo que mejor que describirlo, es dejaros las letras:

who is this radiant moss flower that descends the deep?”
“I wonder...”

birch chaga grows roots into the fields of Elysium
saturated in mercury
direct descent to the poison path

“Is it you, Lao Tzu?”

eyes stare in silent annoyance
reflecting back
and reflecting back
uncanny familiarity

“Is it you, Kannon?”

death kisses the lips of eternity's bliss
mortality weakens to the blessings of cast iron tea
he laughs
you smile slow
how unfortunate, that
I must return

All the gods between us and the branches of infinity
are you and my love embraced through the enchantments of the earth
In the relief of my breath, I inhale the secrets of our souls,
for the eyes are the sacred passage to divinity and the creators
With a relax of air, I release this plane from such subtle illusions of disconnection
For I am the architect, the sun and the moon, that laughs through the clear waters
awakening from the dream to see you within a momentary lapse of reason
before laying back down my head to rest

Breath. Release. Repeat.

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