miércoles, 21 de agosto de 2019

EPITAPHE - "I" (AESTHETIC DEATH RECORDS; ADCD 059, 2019)


Desde los Alpes franceses, el cuarteto EPITAPHE formados en 2009 (como EPITAPH), editan debut oficial (tienen una Demo previa que se ha editado recientemente de forma oficial pero que no he tenido oportunidad de escuchar) sirviéndose de las pinturas del finés Petri ALA-MAUNUS para ilustrar su opresivo Doom/Death con algún toque ambiental y progresivo.

Una abstracta, nebulosa trama de degradados verdes que evocan abisales simas e imposibles cúmulos de gases en cualquier rincón del puto cosmos (allí donde se puede cagar tranquilo). Puestos a tirar del hilo, si el sello que los ha fichado es AESTHETIC DEATH el sonido como comprenderéis distará de ser amable y la grabación en los Plastic Lobsters le ha dado ese puntito agrio y explosivo de las grabaciones de Funeral Doom de bandas como los ATARAXIE o los insanos y algo más abigarrados CHAOS ECHOES

Directamente titulado I, el disco son 60 minutos repartidos en 5 cortes, dos de los cuales llegan a los 20 minutos de duración. Esto es relativamente fácil cuando uno habla de estilos como el Funeral, pero lo curioso es que EPITAPHE alternan pasajes de tempos lentos con un Old School Death a lo INCANTATION que quita el hipo, para además atreverse con los blast-beats a todo trapo del Black en algún que otro puntual momento. Para más Inri, la música es intrincada y para nada fácil de asimilar en pocas escuchas así que sugiero que en vez de verter opiniones a la ligera se le de a la banda las escuchas que se merecen. Las hojas de promo a veces no valen para nada porque lo que es Funeral Doom per sé, aquí encontraréis sólo determinados y esquemáticos esbozos.


"Smouldering Darkness" empieza con un retorcido acople grave sostenido, en ascenso espacial y que eclosiona como no puede ser de otro modo, con una melodía que parece sacada directamente de los dioses ESOTERIC; una batería lenta como la misma muerte, tanto en las espaciadas baquetas como el apretadísimo doble bombo (los contrastes dan empaque), unas guitarras rasgadas más frías que el jodido permafrost y una voz que se va tornando dueña y señora de un corte que tiene ecos a bandas muy desconocidas como los TORTURE WHEEL, los primerísimos MOSS y WORSHIP y en general toda una caterva de bandas que practicaban eso que se llamaba Nihilistic Doom.

Una de las ventajas de la banda es que los cuatro integrantes hacen voces (las principales son de PBKF), así que al menos tenemos tres tipos: guturales, rasgadas y susurradas/limpias, o incluso una mezcla de todas a la vez. De estructura compleja, este "Smouldering Darkness" va transformándose de forma lenta (se pasa de esos toques Doom al Death en a penas 4 minutos) en algo parecido al Death técnico de bandas como MITOCHONDRION y como si de una doble capa se tratara, se alternan tanto pasajes liderados por una voz gutural subsónica como otros más melódicos con voces más de estilo Black Death sueco (primitivo, se entiende). Los que tengan en su estantería la primerísima demo de ESOTERIC sabrá de qué diantres estoy hablando. 


Quizás lo mejor del álbum sea la asfixiante producción, que por un lado es nítida pero al poner todos los instrumentos y voces en primer plano sientes esa sensación tan característica de bandas como ASPHYX o los ya citados INCANTATION. Brutalidad, técnica y ni un resquicio de luz en unos riffs de guitarra lo suficientemente versátiles para no aburrir ni caer en la monotonía. 

Para complicar un poco más el asunto, flotan ciertos vestigios a los BARÚS del discazo Drowned (editado por MEMENTO MORI), no en vano la producción es del guitarrista Eihvihnrüd. Ambas bandas son de la misma zona y en puntuales momentos (los más progresivos) se hermanan bastante como en ese fabuloso fade out atmosférico en el que se va sumiendo este primer tema y que dicho sea de paso, sirve para coger algo de fuelle.

Sigue "Embers" con unos fastuosos golpes de bombo y efectos de teclados (o similar); la batería se va creciendo y esta semi intro de corte ritual da paso a un tema de Doom/Death acre de libro pero ojo, si uno pone la oreja bien atenta en lo que está saliendo de los parlantes, los cambios de ritmo (hacia el Black) y esa facilidad con que pasan de un estilo a otro son magistrales. Especial hincapié a los pasajes al ralentí con teclados atmosféricos (o eso que llaman Effects) sumándose a la fiesta y aunque no comparto en demasía esa etiqueta que se les está dando por ahí de Psychedelic Death (ni por asomo), sí que te vuelan la cabeza lo bastante como para tener que entretenerte en buscar los pedazos por el parqué (y eso al fin y al cabo relaja, como los Mandalas)... basta mecerse con los deliciosos últimos minutos de "Embers" para acordarse de lo malditamente épicos que eran MORGION, EVOKEN  y bandas del estilo.


"Rêverie" en clave pseudo acústica es una preciosa joya engarzada de tres minutos y pico. Instrumental, folkie y todo eso que puede uno pensar al escuchar a OPETH o ALCEST (atentos a la fabulosa y mínima percusión).  Aun siendo un puntazo, para mi gusto rompe la estructura de violencia del disco (poner aquí emoticono de sentimientos encontrados). 

Sigue la retorcida "The Downward Stream", suerte de cabalgada old school a medio caballo entre el Death/doom de primeros PARADISE LOST cuando el tema se pone tan lento como una neurona en un Pabellón Psiquiátrico de principios del siglo pasado y la escena australiana (DISEMBOWELMENT o MOURNFUL CONGREGATION) para las partes rápidas (bueno, la verdad es que es mentira porque podrían valer también americanos aquí). Quisiera recalcar una vez más la monstruosa percusión... impresionante.

Finiquita el asunto la excelente, mastodóntica pieza de 20 minutos "Monolithe". Un bajo impregnado de eco abriendo en lo que es la melodía más fúnebre que me he echado a los oídos en los últimos años. Que un bajista sea capaz de ponerte en semejante tesitura funesta es preludio de algo poderoso así que cuando todo se calma y entran las guitarras y percusión en el minuto 3 no me pilla de sorpresa.

Un arranque agreste, salvaje y despiadado de Blackened Death en toda su gloria. Curioso como los estribillos y puentes recuerdan a unos paquidérmicos BOLT THROWER más encabronados de lo habitual o a los mismísimos RUNEMAGICK en su etapa del Darkness Death Doom, On Funeral Wings, Envenom o Invocation of Magick. Pero nada, no quedan en eso y dependiendo del oyente, las influencias Black Metaleras saldrán más a la superficie. Fabuloso interludio depresivo y con toques psicodélicos (ahora sí) para ir fundiendo el tema de forma majestuosa aunque en los 5 últimos minutos se riza el rizo con una guturalísima línea vocal sobrevolando una melodía sacada de los primeros KATATONIA o los más recientes SWALLOWED.

Poco más que añadir a un álbum que me ha encandilado y que va creciendo con las escuchas. Un must-have en toda regla.


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