Cada vez tengo más claro de que están haciendo un experimento sociológico conmigo y con La Muerte tenía un Blog. El objetivo es encontrar el músico/sello/ente que me mande el disco más complicado de reseñar hasta que mi psique se resetee a `modo reptiliano´.... solo así puedo entender cómo es posible que cada vez me resulte más complejo de describir las dos caras de un vinilo hasta el punto de que tengo que recurrir a extremas hipérboles linguísticas y tangenciales psico-bisagras que detallen al lector (o inscriban en su cerebro) algo de lo van a encontrar en el disco pertinente.
Lo primero que se me ocurre para empezar a definir la carrera musical de Guiller Momonje es claramente `no intentar definir la carrera musical de Guiller Momonje´ si quiero salir aunque sea ligeramente victorioso de la trampa mortal en la que me han metido porque es (de largo) imposible llegar a buen puerto con semejante eclecticismo. Eso sí, como soy perro viejo me hago la pirula y os enmarco esta fabulosa biografía que tiene colgada la gente de La Fonoteca que para eso son profesionales:
https://lafonoteca.net/grupo/guiller-momonje/
Imaginaos un cruce circense entre el aluvión visual de Santa Sangre de Jodorowsky y la mente pensante musical de Daevid Allen en cualquiera de sus etapas. Quizás así, y por acercamientos tangenciales, logres figurarte a qué diantres suena Amanece en Fuerte Comansi, nuevo disco, inmediato sucesor si no me equivoco de su Retorno a Titán (Discos Walden, 2017) que la verdad no he tenido ocasión de escuchar pero que se me ha quedada grabada a sangre y fuego su portada en las retinas por ese brutalífico estilo al más puro Cartoon años 50 de Olaf Ladousse (lo que equivale a decir que todo se ve como se vería desde el prisma óptico de un chavea iniciado por error en una ceremonia de Ayahuasca); por cierto, el LP incluye una postal dedicada por el propio artista. Así por encima comentar que el disco se compone a partir de donde el anterior queda, tal y como Momonje describe a la perfección:
`Al poco tiempo de sacar mi elepé, Retorno a Titán, que fue una excursión por el Sistema Solar, me puse de nuevo a grabar temas, esta vez, con intenciones de raíces country y folk, sobre el lejano oeste, la vida rural y la naturaleza; hasta le puse título a la idea: "Raíces y Tubérculos". La cosa enseguida derivó hacia un western absurdo con vaqueros cobardes, paranoias rurales, indios surferos, un fuerte con soldados puestos de hongos, etc. Luego recorrí mundo, como explorador mental, recalando en sitios como La India o Polinesia, donde canté en sus lenguas gracias a los traductores de Google, sin dejar de lado lo entrañable y cotidiano como el roscón de reyes, los catarros o los caracoles que cocinaba mi madre. En este proceso de grabación utilicé otra vez un miniestudio de 4 pistas combinado con mi móvil, utilizado como grabador portátil. Bastante de lo registrado son ocurrencias sacadas de mis turras de Instagram, de ahí las piezas tan breves, a las que añadí más instrumentos. Este ha vuelto a ser un disco muy coral con colaboraciones de amigos, en ocasiones vía WhatsApp, por ejemplo, a La Estrella de David me bastó con mandarle una melodía silbada que me devolvió transformada con un montón de sintetizadores.´
Está clarísimo todo, no?... bueno, quedaría etiquetarlo pero puede resultar algo tedioso. Al fin y al cabo, ¿Cómo defines los dos primeros discos de SOFT MACHINE?. Pues eso... que tengo un recopilatorio triple de Jad Fair que no le va a la zaga en caleidoscopía a Amanece en Fuerte Comansi, trabajo coral donde los haya, suite necro crepuscular de rancio abolengo, descripciones supinas de Acid Folk de alta bizarrez junto a perlas Psych buco-dispersables y un cierto regusto a cómic erótico prohibido con olor a alcanfór y semen. A lo que iba, hay una referencia entre muchas de las que ha puesto Murky, ex de Patrullero Mancuso que la ha clavado a la perfección.... esto suena muchísimo a Peter Grudzien y su desconocidísimo álbum rescatado del ostracismo hace unos años (la anterior edición era de Radioactive y por tanto no oficial) de The Unicorn (1994)... es decir, Country para Vaqueros con estados alterados de consciencia.
Por cierto, los que habitan Fuerte Comansi son Joan Vich (piano eléctrico Roland Marrón con abolladura), Mar Álvarez (saxofón de plástico y Nordotrón), David Rodríguez (sintetizadores), Manuel Scattini (contrabajo y grabaciones), Juan Monje (trompeta), Javier Gancedo (batería), Pedro Vigil (timbales sinfónicos), Alicia Álvarez (locución radiofónica), Willy Cortázar (piano), Mateo Torres (guitarra acústica), Juan Carlos Capetillo (melódica), Rebecca Smith (voz, batería), Noel Álvarez (voz, microkorg), Paco y Coco (trinos y píos) y el resto para MOMONJE... lo que viene a ser voz normal con catarro y al revés, guitarra, bajo, batería, violines, percusiones, citarina, sitar, banjo, ukelele, casio, monotron Korg, piano vertical, armónica, cencerro y fuzz (lo que viene a confirmar el robo compulsivo y reiterado de instrumentos en locales y salas de ensayo).
Abre un ritmo hiperacelerado en modo himno wester ambulante en "Annie Oakley" que pronto se convierte en una melodía acústica de guitarra sobre la que transita la historia loquísima de la buena de Annie. Sigue una perla corta impagable arrastradísima en "Voz de Catarro" plagada de Lo-Fi extraterreno y una magnífica línea minimalista de saxo. "Cascabel contra Colt" recupera esa primera etapa psicodélica del Folk Psych inglés con tubulares toques de sintes mientras que "Nana para la Siesta" destila la magnificencia de los primeros Pink Floyd pero los de tu barrio.... con olor a Brummel y Barón Dandy pero igualmente señoriales con su monóculo y todo.
Acoplados riffs de guitarra con mucho fuzz embarrado ponen una mortaja de polvo a "Por el Desfiladero", donde por cierto me gustaría para un segundo, coger aire, y destacar el brutal uso psicorrágico que Momonje hace de las letras (con "!Caracoles!" te has ganado la fama, amigo!)... toda una ordalía de surrealismo dadá. Tras oxigenar, suenan banjos, ukeleles, pianos, armónicas, sitares, instrumentos de viento y yo que sé.... lo mismo hasta eructos y pedos. Lo cierto es que esta Big Band funciona y de qué manera. Tras la circunstancial "Jefe Nube Blanca" hace acto de presencia un obsesivo ritmo de banjo en la excelente "La Faja", con vibráfono, contrapicados de violín y espíritu Lounge a lo Esquivel, Les Baxter o Martin Denny pero menos estables psiquiátricamente. Que por cierto, si vamos a escribir sobre Lounge y Space Age, se lleva la palma la demencial e inconmensurable "Amor en el Tipi" que te va meciendo en ritmos hawaianos de bronceado nuclear. Impresionante y todavía queda la Cara B.
Antes de pinchar la Cara B tengo la sensación de que estoy en un capítulo de Vacaciones en el Mar pero protagonizado por El Equipo A y con cameos de Michael Landon... no sé si llego a explicarme sobre todo si os digo que dicho capítulo por alguna razón no lo estoy viendo en la TV sino en objetos diversos que me salen en sobres sorpresa de una mini feria ambulante que acaba de pasar por debajo de mi ventana (no, no llevan ningún ataúd de elefantes). "Buenos Días" que es un solo de banjo con acompañamiento de locutor y la pseudo Noir "Visita al Hombre Medicina", exabruptos sinfónicos (el segundo sobretodo, que además tiene una base rítmica que parece aceite) que contrastan con la mucho más elaborada "Black Hills Suite" que viene a ser como la versión teratogénica de "Anónimo Veneciano". Música italiana que se despliega experimentalmente en tres mini episodios donde hay cabida casi que para todo. Desde obsesivas cuerdas y pianos a diálogos de Korg, sintes y teclas negras masturbando a teclas blancas en un piano.
"Aloha Pehea Oe" es otro mini supositorio Western de apenas 30 segundos al que le sigue la pegadiza "Mapamundi" corte que cuenta con unos acompañamientos vocales de auténtico psiquiátrico. Flipante el espíritu sixties para "Lovebirds" y la siguiente "Karankawa Surf", con su tono Beat y Mod pero transcrito para pájaros la primera, los toques surf la segunda y con cierto derrame de Free Jazz ambas en el desfase de las bases rítmicas. Soberbio.
Los tonos orientalizantes llegan de la mano de "Saarvabhaumik Prem (Amor Universal)" con su sitar meciendo el mantra vocal de Momonje en un apretado zumo de instrumentos que llegan y se van como Los Monzones. Me encanta el uso que se hace de la electrónica de combate en cosas como "Alubia Boreal", el tema más largo del disco (se va a los dos minutos y medio)... Casio y Korg casan a la perfección con los secos toques de la guitarra sonando rasgado al estilo de esas viejas melodías de dibujos animados de la televisión... y bueno, "Roscón de Reyes" podría ser perfectamente una de esas canciones de anuncios imposibles que hemos mamado en nuestras dos cadenas televisivas. Para cerrar el asunto, épica "Amanece en Fuerte Comansi" con sus armónicas y burbujeos, ritmos militares de juguete y pasacalles de juego de mesa.
Te lo digo por si no lo has intuído. AMANECE EN FUERTE COMANSI es una jodida obra maestra de la que Daevid Allen estaría más que orgulloso (lo cito a él por equiparar neuronas afectadas).
https://belamarh.bandcamp.com/album/amanece-en-fuerte-comansi
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