"Nuestro antagonismo con respecto al capital es una realidad quedebemos hacer estallar"
Pongamos nuestro punto de mira en Santiago de Chile, año 2015 acoge el nacimiento del dúo MANUAL DE COMBATE formado por Gaspar Muñoz (también en formaciones como Endorado, Zat o Luxemburgo) y Mario Valecillo (Endorado, Bosque). Haciendo una lectura profunda de la maravillosa entrevista que se les realiza para el cuarto número del Fanzine I DON´T GIVE A FUCK (del que pronto espero daros un largo texto), averiguo que su nombre viene (o se inspira, o lo que fuere) de la abreviación M.D.C. (usada por la agrupación americana Millions of Dead Cops, y que no puedo evitar hacer una hipérbole con los Noise/Industrial/Techno griegos y muy recomendables Millions of Dead Tourists). Como tantas y tantas bandas que nacen, lo primero es vertebrar el sonido así que se basan en bajo y batería para esos primeras grabaciones que si no me equivoco vienen a ser un Split con Televidencia llamado Exposiciones Paralelas sobre Psiquiatría y lo que creo fue su Ep debut Asociación por el Retraso del Tiempo.
Según la entrevista que leo, no es hasta 2018 en que la formación se amplía primero a trío con la trompeta de Matías y posteriormente a cuarteto con el saxo / accesorios de Julio. El Hardcore Punk primitivista de trabajos como No Split! (junto a Siwomat) en 2020 ya muestra toda la riqueza de una banda que, ahora sí, podría definirse como ese Punk Noise tan característico que podría recordar a agrupaciones como Dead Neanderthals pero salvaguardando las distancias y procedencias de cada cual. Si los holandeses a veces son fríos como el permafrost, Manual de Combate son calientes como quitarte un jodido tatuaje con un soplete... y es que desde esa primera molécula hardcoreta se va mutando poco a poco a un mucho más estilizado sonido imbuido de agreste Free Jazz combativo. No me veo capacitado para hablaros de los discos que se van sucediendo entre el período de 2016-2020 porque básicamente no las he escuchado, así que me voy directamente al artefacto que tengo en las manos, un vinilo con el fantástico nombre de Mapas Auténticos del Mundo Imaginario, Mapas Imaginarios del Mundo Real que se edita en régimen de coedición entre Imperecedero Records (junto a Imágenes Paganas sacan la versión cassette), I Don´t Give a Fuck y Catalina Records.
El resto de créditos se los lleva la grabación en Casa Brasil (Agosto 2019), mezcla en Ciudad Autónoma de Buenos Aires por Nahuel Martínez, Estudios del Valle, y la masterización de Milo Gomberoff (Estudio Hukot, Barcelona). El diseño es obra de Caro Lagos C. que también hace voces con Nahuel Martínez y Francisca Parada.
El disco se abre con dos temas unidos; el primero de ellos es "Deus Ex Machina II/A: Desencuentro" con notas lejanas del bajo, suaves devaneos de la trompeta y la voz de Carlo Lagos recitando un maravilloso texto que pronto va adquiriendo fuerza gracias a la música. Se multiplican los vientos (ahora saxo y trompeta) y el bajo pasa a un primer plano. Todo flota en un espectral (quizás poético) ambiente de Jazz telúrico con producción muy de corte británico (entiéndase en el sentido más camaretístico del asunto); como una especie de destilación miminalista de obras como London Bridge is Broken Down (Mike y Kate Westbrook) o la contrapartida combativa al Escalator Over the Hill de Carla Bley... y pensaréis que ando loco del tarro, pero la forma en que la trompeta se aclimata a cualquier cambio que ocurre a su alrededor era muy característico de las partes más meditabundas de Cherry, al igual que el saxo (Barbieri) sonaba de esa manera en la Charlie Haden Liberation Orchestra y su pseudolatino score de la España del 36. En cuanto a los instrumentos de viento, y para rizar el rizo, los habituados a los arabescos de Rabih Abou-Khalil quizás se sientan en terreno conocido. La entrada de la percusión marca el cambio a recitado masculino de una carga existencial / política tremendas: "Negar lo que se nos niega, sin tener que ofrecer algo a quien nos quiera hacer olvidar o silenciar el pensamiento, siendo una lucha que nos recuerde que la vida puede ser completamente distinta sin abstraernos del mundo. Consideramos al trabajo como actividad separada de nosotros mismos, convertida en algo que alimenta la mercancía y que nos domina; no queremos hacer de esta necesidad una virtud, ni queremos discutir una nueva forma de medir nuestros sacrificios, porque somos nosotros mismos los que lo alimentamos".
Para cuando el tema casi que está agonizando, entran voces en plan Screamo y el bajo se carga un pelín de distorsión mientras que los vientos no pierden ni por asomo su marcial marcha fúnebre melódica pero opresiva. ¿Quién dijo que el Hardcore y el Jazz no pueden ir juntos sin mezclarse con Ska / Dub y cosas similares?. Sin solución de continuidad arremete con fuerza "Deus Ex Machina II/B: Desespero", que es donde ya podemos empezar de hablar de un Free Jazz violento, de una base rítmica aplastante que se aclimata perfectamente a los dos timbres distintos de los vientos (uno corta romo, el otro inciso), y los coros a la carótida: "Transitamos por una mirada en común que nos lleva del enojo al miedo, del miedo al silencio, de nuestras desventuras al sueño, del sueño a los recuerdos y de los recuerdos al vacío", alternándose voces Core con el Spoken Word.
Siguen otros tres temas enclavados en una línea contextual similar. Fiume 1918 hace referencia al periodo convulso que va desde el 18 al 22 en el que Mussolini ascendiera al poder (o eso creo yo). En Octubre del 18 se crea en Fiume un consejo nacional que pugnaba por la fusión con Italia. Tras expulsar al nazismo en el 45 si no me equivoco acabaría transformándose en Rijeka (Yugoslavia), y actualmente perteneciente a Croacia. "Fiume 1918/A" destaca nuevamente por la excelente fusión de estilos: los vientos vuelven a llevarme a la Charlie Haden Liberation Orchestra o incluso la fase primitiva de Sun Ra, mientras que la base rítmica se deleita en tempos lentos, algo por lo general no muy habitual en este tipo de bandas. Resalta un incansable bajo que dialoga con el saxo en un fantástico careo en el minuto 2 y medio o así subiendo in crescendo la intensidad, para luego dejar espacio a la trompeta y sus sinusoidales movimientos entrecortados con sordina. De fondo algunos efectos que parecen electrónicos sirven de andamiaje a la sampleada voz militarizada de un discurso marcial (se nombra a Durruti) llevando el sonido a terrenos electroacústicos y avantgarde hasta el magnífico fade out con acople de bajo final.
Contraste tremendo con la poderosa instrumental "Fiume 1918/B". Punkfreejazznoise en estado puro, algo metalizado y con reminiscencias a los explosivos arranques de los Atomic holandeses o los mismos Dead Neanderthals, bandas más desconocidas como los turcos Konstrukt y toda esa escena. Precioso interludio casi Folk con los vientos emulando a flautas (Quilapayun meets Minor Threat), percusión muy basada en la caja (marcial) y partes puramente Avantgarde. "Fiume 1918/C" cierra esta trilogía con dos minutos breves que demuestran que no hacen falta guitarras para formar una muralla contestataria. Pausa para respirar y vamos a por el fin de fiesta.
"Aparcoa" ocupa 13 minutos y si no me equivoco dedicado a toda una institución musical chilena como son los así llamados Aparcoa, pioneros de la Nueva Canción Chilena y cuya principal línea vital va del 65 al 77 en que se disolvieron mientras andaban por la RDA. Influenciados por el Folk Chileno y la Cueca Brava, suerte de danza / canto marginal cuyos nombres generalmente estaban constituidos por el lugar donde se tocaban, existiendo así una Cueca de Burdel, una Cueca Porteña... la cosa es que el uso de la métrica musical en cuartetos, seguidillas o el llamado `remate´ parecen impregnar (sutilmente) a Manual de Combate en un fabuloso temazo que comienza jazzero, casi diría que con toques al Canterbury (vale, podéis ejecutarme), pero que lentamente y gracias a la línea del bajo va reconduciéndose a terrenos Folkies.
Incansable la batería y los vientos, auténticas velas de un barco que se va acelerando (y acerando) hasta llegar a una parte central abstracta en la que entra la voz, con un texto que me eriza el vello y que me váis a permitir reproduzca en su totalidad: "Nuestros mapas actuales describen un mundo sobre el cual ningún ser humano ha puesto jamás un pie: un mundo de distancias medidas con exactitud, de símbolos estandarizados, detenido, congelado en el tiempo, vacío de resistencias emocionales: un mundo objetivo, al fin, cuando todos sabemos que no existe mundo que no sea subjetivo. Estos mapas contienen tan poca información relevante para la vida humana que no es extraño que nos perdamos en ellos: no hacemos más que dar vueltas, tratando de llegar “a tiempo” a los destinos predeterminados, sin tener idea de hacia dónde vamos ni para qué, por no hablar de qué es lo que deberíamos encontrar realmente entre el cúmulo de autopistas en torno a Santiago Región Metropolitana, Matta Sur, Barrio Brasil, San Isidro, Catedral, San Bernardo, Recoleta, Villa Francia, Santa Isabel, Portugal, Punta Arenas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Río Gallegos, Valdivia, Chillán, Los Ángeles, Concepción, Tomé, Temuco, Valparaíso, La Plata, Porto Alegre, Florianópolis, Río de Janeiro, Sao Paulo, Montevideo, Blumenau, Santo André".
Se termina el recitado, se acopla el bajo y se baja a un tempo casi Doom. Se mantiene ahí el drone hasta que se vuelve a repetir las notas del bajo que abrieran el corte. Sensación de círculo, se suceden las explosiones de Avantjazz, los coqueteos con la escena del Downtown Neoyorquino y la madre que los parió. Termina el disco y estoy recogiendo vértebras, empastes y serrín de hueso del suelo.
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