Año 1978. Un avión sobrevuela China. Dentro, acompañando a los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, el periodista Iñaki Gabilondo es testigo de cómo un objeto volador no identificado que emitía una fortísima luz les acompañaba durante 20 claustrofóbicos minutos. Era el primer avión oficial español que iba con destino a ese país.
Me gustaría viajar a ese instante a nivel macroscópico, es decir... de cuerpo presente, mientras que a nivel microscópico, neuronal y sináptico, lo que quisiera es estar en la conexión cerebral del momento en que MIGUEL ANGEL RUIZ decidió unir las palabras ORFEON (agrupación de personas que cantan en coro sin acompañamiento de instrumentos) a la simbología espacial rusa de YURI GAGARIN. Dichos instantes creativos suelen ser de una duración infinitesimal pero de una potencia tan grande que traducida en escala mandaría a 3 cohetes despegar de Cabo Cañaveral.
La reedición de la homónima y mítica obra de ORFEON GAGARIN, proyecto del pionero MIGUEL ANGEL RUIZ muestra en su portada una escena que bien podría reflejar la confusión del evento relatado. Se trataba de una época profundamente marcada por las paraciencias, los experimentos sociológicos y el mundo editorial ufológico, que entrando en la península desde Francia vivía su máximo esplendor. El músico madrileño irrumpe con una poderosa grabación en cassette que, escuchada ahora con la perspectiva del tiempo, evidencia toda la magnificente influencia que ejercería después sobre la escena electrónica patria.
A la sazón, seguidor de los maestros alemanes de la escuela berlinesa y por igual de los oscurísimos inicios de la electrónica francesa (PATRICK VIAN con su Bruits Et Temps Analogues por ejemplo), y armado con un KorgMS10, un Secuenciador Korg SK10, un órgano Technics sk100, un Magnetófono Philips y un Delay Ibanez Ad190, mas algún que otro maravilloso despliegue de tecnología punta como lo era el COMMODORE 64 y su SAM RECITER... un programa que en su día me dio un tremendo susto cuando un amigo me hizo una demostración en su casa.
Aquella vieja cassette de 1986 (que más quisiera yo encontrar), y que se distribuía por 500 pesetas, ya contaba con la foto de portada que ha sido rediseñada/restaurada de forma magnífica para la reedición de VERLAG SYSTEM en vinilo por PATRICIA ALAMBIAGA. Lo cósmico, lo espacial y la arqueología imposible mezclados con una electronica pseudoétnica minimalista pero arrebatadoramente imaginativa. El proceso de edición es de una maestría inusitada y convierten su planeadora propuesta en un tira y afloja alucinante entre temas más abstractos y otros de índole casi bailable.
Para unir más piezas a este puzzle, la edición inauguraría el sello de Ruíz TORACIC TAPES (y bajo producción de la adimensional CENTRO POMPIDOU... a ver quién es capaz de rastrear algo de esto). A la primera edición seguiría una reedición con un tracklist distinto y más reducido al original (y que desconozco el año de edición), que por cierto el propio músico reeditaría también en CDR hace poco con 2 temas extras de la época y que os recomiendo encarecidamente.
Una poderosa frase me llama la atención del fantástico insert que trae la reedición de VERLAG SYSTEM. A propósito de qué piensa de la prensa oficial, decía el madrileño en el fabuloso fanzine CLORURO SÓNICO: "los medios de comunicación habituales ignoran todo ello con negligencia"... pues bien, han pasado 33 años de esa declaración, y seguimos igual. España ignora a sus pioneros y lo que a priori era totalmente improvisado, casi sin formación musical previa, ha pasado al ámbito de lo académico y de los estudiosos de la electroacústica o lo experimental. Una curiosa, profunda y paradójica reflexión que os invito a que interioricéis en vuestros momentos gonadales.
El tracklist al que me voy a ajustar es la del vinilo, aunque incluye varios bonus en una tarjeta de descarga. Como dato técnico, toda la grabación ha sido tratada para que suene distinta en el vinilo, así que sí, esta es una de esas ediciones que hay que pillar en dicho formato.
"Not is Possible Landing", así, mal transcrita pero de una poderosa, mántrica pureza gracias a esas voces del Commodore 64 tan alienantes y que producen desasosiego. De fondo una sinuosa capa de teclados, generadores de sonido que van taladrando al oyente con su machacona esencia deconstructiva. En cierta medida me retrotrae a QUASAR y DUE, quizás por la forma de montar la pieza. Sigue la más ambiental "Eucarystics" (en versión editada respecto a las anteriores ediciones) con trazas a la escuela berlinesa de SCHULZE, SCHNIZLER o MOEBIUS.
Me encanta esa lluvia de partículas sonoras tan propia de la época que emula el diálogo cuneiforme de un extraterrestre en pleno turismo en la Costa del Sol (creo que NEURONIUM y HUYGEN podrían ser una buena comparación) mientras un fondo opresivo y constante crea un soundscape drónico muy conseguido. Si los jodidos UMMITAS existieron (o existen) se comunican con estos impulsos vibrátiles. "Gulag" tiene un desarrollo parecido.
"Voces Mauritanas", uno de los platos fuertes del álbum, se nutre del extremo oriente en una especie de cruce con la etapa más exótica de ESPLENDOR GEOMÉTRICO (Sheikh Aljama o Arispejal Astisaró) pero varios años antes. Un Tape Collaging alucinante de una grabación de radio perdida en el tiempo que rompe transversalmente el inicio más rígido del disco... entran también de lleno aquí las bases percusivas y rítmicas con regusto a los 8 bits de la época.
Equilibrado de forma exhaustiva para esta edición, "Teatro Sucio" abre la Cara B como equivalente a "Not is Possible Landing". Electro dadaísmo con voces entrecortadas sobre percusiones a lo CARPENTER, un teatro de lo imposible de voces (orfeón) que discuten premisas con homólogos de otros mundos. "Omsk 1939" continúa las referencias a Rusia en un procesamiento de sonidos sobre el que se recogería lo siguiente en el fabuloso libro LOOPS, UNA HISTORIA DE LA MÚSICA ELECTRÓNICA (JAVIER BLÁNQUEZ): "OMSK 1939 se adelantaba casi dos décadas a la hauntología de William Basinski y The Caretaker".
En líneas generales el grueso del disco me suena a un cruce entre una banda sonora de Carpenter y los experimentos cuasi aleatorios de JEAN DUBUFFET, una versión bastarda y teratogénica de la banda sonora de BLADE RUNNER o NURSE WITH WOUND con GRAHAM BOWERS. Escuchad la oscurísima "Necrontocrastycs" y su retro futurismo infeccioso. De mis cortes preferidos y buena muestra de cómo defecar en el espacio tiempo y que la mierda le caiga a otros (otro día, y en otro lugar). Minimalismo, música concreta con reminiscencias a los compositores Kraut cuando se acabaron los 70 y el plástico sintético lo inundó todo... luces de Neon y estroboscopios malsanos clamando por su dosis de LUMINAL.
"Última Instancia" cierra de modo introspectivo, planeador y sedoso solo que si inspeccionas con luces especiales, los flujos te deslumbran con toda la fuerza de una época. Flujo vaginal o esperma, al final todo líquido se seca y evapora... es la ley de la última instancia.
Pura historia.
"Última Instancia" cierra de modo introspectivo, planeador y sedoso solo que si inspeccionas con luces especiales, los flujos te deslumbran con toda la fuerza de una época. Flujo vaginal o esperma, al final todo líquido se seca y evapora... es la ley de la última instancia.
Pura historia.
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