domingo, 13 de enero de 2019

JAVIER PIÑANGO / DAVID ÁREA - "DROLÉ DE GUERRE" (MARBRE NEGRE; MN085, 2019)


Apago la luz y subo muchísimo el volumen en este trabajo de colaboración entre el maestro ruidista JAVIER PIÑANGO que poca presentación precisa y DAVID ÁREA, artífice de FUNGUS CEREBRI, del sello Noise MATTOID y de múltiples proyectos como HASHIGAKARI (con Tomás Gris), NEBELMEER (con Marta Sainz) y muchos más (podéis leer su bio completa aquí). Siendo estrictos, su primera colaboración surge a través de GRUPPO UNGIDO en la Oblea Ungida Extractos de una Improvisación (2017).

Ahora mismo mi cuerpo está siendo empalado por ruido. No hay rincón de mi cuerpo que no esté vibrando desde que pulsé Play. Si el Noise no se siente como una experiencia casi física, de acupuntura sonora o de catarsis epigenética, es que posiblemente no esté bien trabajada. Creedme cuando os digo que Drolê de Guerre es un artefacto de altísimo nivel con especial hincapié en el Sintetizador Korg MS20 y los pequeños pero aguerridos de la serie Volca.

(Javier Piñango)

Hace unos años viajé a Oslo y después de una serie de vicisitudes acabé en la Isla Militar de Oscarsborg donde la colaboración entre la resistencia Noruega y el ejército dio como resultado el hundimiento de un barco alemán en la Segunda Guerra. Fue pisar aquel suelo y sentí una energía especial. No es que se conservara la artillería pesada como si hubiesen sido usadas ayer (con restos de metralla), sino que aquello era un hormiguero donde podías pasar de un Búnker a otro y contemplar/tocar tecnología de la época. 

La invasión de Noruega por Alemania es el contexto perfecto de la Drolé de Guerre, Guerra de Broma o Guerra Ilusoria, término que acuñaría el periodista francés Roland Dorgelès, aunque en Reino Unido se le conocería como Phoney War o guerra falsa, mientras que en Alemania se le llamó Sitzkrieg o "guerra de asiento" (Blitzkrieg).

Botones, teléfonos, timbres, tornillos... una ferretería de la Guerra en estado decrépito pero todavía latente. Tecnología tan devastadora como un emisor de radio que se acopla a un viejo empaste dental son despojos de algo que tuvo un sonido, y la guerra y sus intríngulis siempre han tenido un sonido para nada amable.

(David Área)

El Harsh Noise que estos dos individuos general en esta obra de 79 minutos de duración y que edita MARBRE NEGRE (con portada de Almudena Villar) es mitad bélico mitad marciano... es decir, expresa guerras pero no sé de dónde ni de qué universo. El punto de abstracción temático permite el enfoque unidireccional del oyente como máximo partícipe del juego de atracciones más malvado que existe... el Power Electronics y el Dark Ambient, ambos géneros que cuando se deshumanizan y van a la raíz sonora del miedo pueden resultar pavorosos. 

Sin embargo, huyendo de los muros de sonido inquebrantables y monolíticos, Piñango y Área se las apañan para darle estructura a su obra. De inflexiones y texturas muy variadas que no aburren un segundo. Puestos a comparar me han recordado algo a los CONTROLLED BLEEDING de sus tres primeros trabajos Distress Signals I, II y Body Samples. Incluso podemos advertir coqueteos con lo espacial en el tercer corte (carecen de títulos) aunque el revestimiento Industrial sea tan elevado que lo cósmico acabe dragado a una fosa séptica.


Hay clímax tan intensos que la sensación de alarma es acentuadísima. Parecen sonar sirenas, toques de queda y miles de Stukas que caen en picado haciendo rotar sus turbinas en su característico sonido de guerra psicológica... ¿o se trata de un mensaje en lenguaje pulsátil eco voluble que llega inconexo a nuestros radares terrestres?. 

Engranaje de un mar de crematorios funcionando a todo trapo. La realidad dragada a un punto de escape donde este Cremador de Mundos transforma la materia en ceniza que suena, que burbujea, que se transforma en otras realidades. Suena un viento que lo barre todo, que crepita y que te transforma genéticamente. Es el Viento de la Partículas, la última arma genocida del Ser Humano. 

Un anti Big Bang de proporciones apocalípticas o quizás una colonoscopia de una Vieja Fábrica con una fuga pancreática de Nivel Radioactivo. El resultado solo pueden ser tablas. 

La NADA versus La NADA.





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