"El objetivo de Andrew Neiman (Miles Teller), un joven y ambicioso baterista de jazz, es triunfar en el elitista Conservatorio de Música de la Costa Este en el que estudia. Marcado por el fracaso de la carrera literaria de su padre, Andrew alberga sueños de grandeza. Terence Fletcher (J.K. Simmons), un profesor conocido tanto por su talento como por sus rigurosos métodos de enseñanza, dirige el mejor conjunto de jazz del Conservatorio. Cuando Fletcher elige a Andrew para formar parte del conjunto musical que dirige, cambia para siempre la vida del joven. (FILMAFFINITY)"
Pues sí... me ha gustado. Es vibrante y tal pero aquí hay gato encerrado. Los amantes del Jazz y de la música en general disfrutarán sobremanera con la tensión vibrante que destilan los tambores y platillos, pero por desgracia, no es oro todo lo que reluce.
Un guión que parece una especie de remedo de KARATE KID o EVASIÓN O VICTORIA no ayudan a la película, que más parece intentar seducirnos con los golpeteos (que por cierto, para ser buen batería también hay que saber tocar lento) metronómicos que con una historia profunda y quizás algo más creíble.
Para mí una decepción aunque los actores estén más que correctos y creíbles.
Y del cartel promocional en el que no cabe ni una letra de elogio más ni hablo... ya podrían haberse cuidado un poquito más algunos detalles.
Y del cartel promocional en el que no cabe ni una letra de elogio más ni hablo... ya podrían haberse cuidado un poquito más algunos detalles.
Temática baterísta aparte (no pude dejar de mover los pies al ritmo), me parece una buena película, aunque como le escuché a un amigo mío adolece un tanto del efecto "La chaqueta (baqueta) metálica" de Sargento cabrón. La disfruté un rato.
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