Hay ocasiones en que los hechos le superan a uno... ¿puede el espíritu de un personaje inventado doblemente provocar la comunión psíquica en dos personas?... pues yo que coño sé... ni que fuera neurólogo o algo. Esta entrada no va de eso, pero como se me ha ocurrido y queda bien, ahí la tenéis, y al que no le guste se tendrá que aguantar porque si ha llegado hasta aquí ya la ha leído, y no vale eso de... "a quien no le gusta que no lo lea"... a no ser que haya posado casualmente la vista en estas últimas palabras que se están desplazando por la pantalla y haya obviado lo anterior... difícil pero no imposible.
Bueno, a lo que voy; hace unos días recibí un correo de alguien al que a partir de ahora llamaré CHARLY KLINGER. Pues bien, por casualidades del destino, a KLINGER le apasiona la novela popular, y más concretamente INDIANA JAMES (y me imagino que también RANKO y COCODRILO DANDY).
En un apasionado correo electrónico y con una inventiva fabulosa, KLINGER me contaba sus diatribas personales, esfuerzos ultraterrenos y otros desvaríos pseudomísticos provocados por INDIANA JAMES. Y es que quien no haya tenido el placer de leer esta bizarrada, pues no sabrá de lo que le hablo.
Las casualidades hacen que le mande un número de los que a él le faltaban para completar su colección, que por cierto es algo difícil de hacer, porque estas postreras novelas de EDITORIAL ASTRI no tenían la tirada monumental de BRUGUERA y su SELECCIÓN TERROR, y no digamos ya de las del Oeste... y él ni corto ni perezoso me ha mandado un paquete que literalmente me ha dejado extasiado.
¿Y por qué cuento todo esto?. Pues fundamentalmente porque creo que quedan pocas personas honestas en el planeta, o quizás no, no lo sé... pero KLINGER me ha parecido tan honesto que creo que en la realidad podría ser incluso el propio INDIANA JAMES.
Hubo una época en la que la novela popular se intercambiaba en estancos y pululaba por todos lados, pero como aquí en este trozo geográfico del espacio/tiempo llamado Iberia resulta que ensalzamos a lo de fuera más que a lo de dentro, pues la cosa desapareció... algunos hablarán de literatura basura, de bodrios infumables, y yo que sé que más historias. Y no les quitaré la razón, pero yo seguiré mi lucha impertérrita por la búsqueda de estas joyas, y si es posible, hacer como con KLINGER... regalarlas y que me las regalen.
Porque sí, porque la novela popular tenía su propio código de conducta y hay que respetarlo. Por la misma razón que en la última que encontré había un palillo de dientes marcando una página (¿alguien me puede decir si existe algo más jodidamente auténtico que un puto palillo de dientes marcando una página... a quién perteneció, qué miasmas rascó, por qué se quedo en esa página...?).... por todo eso y más, odio cuando veo grandes sumas (bueno, relativamente grandes sumas) de gente que vende y comercia con el fetichismo del coleccionismo.
KLINGER me ha dejado anonadado. Y le dedico estas palabras y esta entrada.... quién sabe, quizás en la realidad es un salvaje despiadado tipo DEXTER, pero en mi mente es el espíritu inquieto y bonachón de INDIANA JAMES, un tipo que esquivó todo tipo de copyrights y de historias para hacer su propia HISTORIA.
Gracias Míster y estamos en contacto... y como usted dice, SALUD Y BUEN BLUES.
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