GONE GIRL (DAVID FINCHER; ESTADOS UNIDOS, 2014)

"El día de su quinto aniversario de boda, Nick Dunne (Ben Affleck) informa que su esposa Amy (Rosamund Pike) ha desaparecido misteriosamente. Pero pronto la presión policial y mediática hace que el retrato de felicidad doméstica que ofrece Nick empiece a tambalearse. Además, su extraña conducta lo convierte en sospechoso, y todo el mundo comienza a preguntase si Nick mató a su esposa... Adaptación del best-seller "Perdida", de Gillian Flynn. (FILMAFFINITY)"

ATENCIÓN, ESTA RESEÑA CONTIENE SPOILERS A REVENTAR...

Posiblemente esta será una espinosa reseña en la que una vez más mis detractores volverán a acosarme con frases como: "sólo te interesa el cine desconocido", "claro, como es yanqui...", etc, etc...

Pues bien, abróchense los cinturones porque aquí no vamos a dejar títere con cabeza, ni uno va a achicarse porque una película esté dirigida por el todopoderoso DAVID FINCHER y esté siendo un éxito de público y crítica. 

GONE GIRL es un tedioso mamotreto de 2 horas y media donde a modo de film de sobremesa se nos plantea un enigma aparentemente ultrainteresante y tenso. Un BEN AFFLECK con un papel a su medida hace de marido "ni angustiado", "ni preocupado", "ni alegre", "ni bien", "ni mal"... vaya, que hace de BEN AFFLECK.

Su mujer, ROSAMUND PIKE, viene a ser una mala malísima de esas que hacen planes a largo plazo y que encima se nos presenta como bestialmente inteligente, superfamosísima y riquísima de la muerte. 

Resulta que tan lista no será, porque va y se deja robar por un par de yonkis el dineral que lleva metido en una riñonera de esas que llevan los que alquilan los hidropedales; además, la susodicha tiene la virtud de adelgazar y engordar casi de la noche a la mañana y con lo que yo llamo SÍNDROME DE CLARK KENT pasar desapercibida con un pañuelo y unas gafas de pasta.

El problema principal radica en que a mí como espectador acaba dándome igual que el malo sea su marido o ella misma... es que al fin y al cabo nada importa. Ambos personajes resultan vacuos, mal construidos y artificiosos; él en su aparente inocencia bonachona y ella en su retorcido snobismo.

Y si tenemos que hablar de personajes chuscos, tenemos a las presentadoras de televisión más aberrantes que uno haya visto. Una de ellas incluso se atreve a regalarle al bueno de Affleck un perrito-robot para hacer las paces... y no digamos del personaje de la supuesta amiga/vecina... ahí sí que hay miga, gente...

O quizás de los personajes más ridículos sea el abogado "ELVIS" TANNER. Madre mía, qué papelón hace el abogado en la trama. Tan ridículo como la escena en que Nick quita la nieve de los labios a la amante y lo ve la esposa, que recuerda como él le hizo lo mismo pero con azúcar de una panadería...

Porque uno de los supuestos atributos del último film de Fincher es jugar con los ambientes HITCHKOCKNIANOS, tamizarlos de un supuesto ambiente irónico y de humor negro y jugar con los sorprendentes e inesperados giros de guión. Sin embargo, el suspense brilla por su ausencia; el humor es chabacano y los giros de guión más previsibles y ridículos que de verdad hay que verlo para creerlo. Ni siquiera se salva la supuesta escena violentísima/cafre de ella y su ex-novio ricachón... porque para qué quieres una escena así en un film como este...

La prueba está en que a partir de que ella vuelve a aparecer, la cosa se torna más y más ridícula. Por ejemplo tenemos una entrevista de ella con la policía para tirarse de los pelos, y encima y para más INRI le dan el alta y ni la limpian de sangre, oigan... bueno, no sólo no la limpian, sino que si os fijáis le han cogido la vía encima de la sangre del otro, sin limpiar nada... anda, que luego dicen que se pegan enfermedades. Y como quien no quiere la cosa, ella pasa a querer tener una vida y un hijo con él y tenerlo asustado... toma ya!.

También tenemos la cabaña de los regalitos. ¿Acaso la policía es tan imbécil (sí, en la película lo es) para creer que Affleck tiene allí guardado todo aquello para cuando se aclare lo de su esposa?... y es que no sólo tiene consolas o teles... incluso hay juegos de mesa!!!!.

En definitiva, un despropósito del que no se salva ni la anodina música de TRENT REZNOR. Y es una lástima que mientras películas como esta PERDIDA acaparan la atención de medios, crítica y público, auténticos thrillers apabullantes como COLD IN JULY (JIM MICKLE, 2014); THE ROVER (DAVID MICHOD, 2014) o LA ISLA MÍNIMA (ALBERTO RODRÍGUEZ, 2014) se tienen que contentar con los desperdicios de estas supuestas grandes apuestas cinematográficas.

Porque no nos engañemos, PERDIDA probablemente irá a los OSCARS y ganará algún premio... ya saben que hay que amortizar lo que se gasta.