"En 1975, el primer cosmonauta ruso que llegó a la Luna no consiguió regresar. Se le dio por desaparecido en el espacio. Él, sin embargo, a través de fantasmales mensajes de radio, afirma que ha vuelto a la Tierra, pero que la ha encontrado vacía, sin un alma. Su irreal presencia y su voz irán destruyendo poco a poco el mundo de sus seres queridos. (FILMAFFINITY)"
Quizás sea interesante antes de abordar la lectura de esta reseña darse un paseo por la página oficial de THE COSMONAUT, este proyecto cinematográfico tan particular en el que han colaborado en la producción más de 4500 personas, y que se ha estrenado tanto en plataformas digitales como en la propia página web del film:
Tal y como he comentado, ahí podéis tanto ver el film gratuitamente como acceder a la información de tan apasionante proyecto... seguro que una vez leáis todo lo que rodea al film veréis la reseña de otra manera, y es que es difícil ser objetivo con películas como THE COSMONAUT y no acabar totalmente prendado de tan genuino y casi poético proyecto audiovisual.
De todas formas, aquí estamos para reseñar y es lo que debe hacerse. ¿Por qué digo esto?... evidentemente, porque no es oro todo lo que reluce, y si bien estamos ante una producción (vía crowfunding, ya lo sabéis) de una enorme carga emocional y visualmente excelente, no ocurre así con la historia en sí, que acaba resultando ser demasiado larga para un largometraje (hasta el punto de que podrían perfectamente sobrar 40 o más minutos de película).
NICOLÁS ALCALÁ es el director y principal cabeza visible de todo el engranaje, que a pesar de demostrarnos con creces que es capaz de meternos en las postrimerías de la Guerra Fría con una excelente ambientación, en líneas generales no ha sabido imprimir de ritmo narrativo a la historia, con lo que pronto (demasiado pronto, diría yo) se descubre el pastel y tan sólo nos queda disfrutar con el espectáculo de música y fotografía hasta que el film acaba dejándonos con la sensación de que íbamos a ver otra cosa.
THE COSMONAUT es bella en su despliegue artístico de detalles. Poderosa en sus imágenes y capaz de transportarnos a una gloriosa época de héroes anónimos del espacio... pero quizás algo más de recovecos en su sencilla trama y no tanto en la carga dramática de sus personajes la habría hecho ganar enteros y llevar el film a un nivel superior.
En cualquier caso, películas como ésta abren un profundo debate, más ahora en el que nuestro país parece sumido en una montaña de ostracismo cultural irremediable, cuesta abajo y sin freno... una oda a la superación que demuestra que saltarse las reglas a veces lleva a buen puerto.
Mala con ganas, de las que quitar a los primeros cinco minutos. A esto me refiero, cine cutre disfrazado de cine independiente. No mola :(
ResponderEliminarQue sea o no cutre lo valora el espectador, o sea, usted mismo... cine independiente es a más no poder, anda que no lo ponen claro... más a contracorriente de la industria no se puede ir. Otra cosa es que te guste o no. Aquí no hay disfraz. Lo que hay es lo que hay... para mí está sobredimensionada y es larga, pero no veo la cutredad por ningún lado.
ResponderEliminarNo sé a qué te refieres cuando dices "a esto me refiero"... quizás si no utilizases tanto ANÓNIMO podría establecer comparaciones... aunque me imagino que puedo imaginarme cuáles son tus comentarios por el tono.