SINOPSIS: "En su obstinada carrera tras los OVNIS, J.J. Benítez ha conocido a muchas personas que no aceptan el fenómeno o se mantienen escépticas porque -según ellas- "los objetos volante no identificados jamás han sido vistos por profesionales de categoría". Pues bien, uno de los motivos que han impulsado al autor a escribir este libro es mostrar que los OVNIS no sólo son observados por pastores, labriegos o pescadores.
Y puestos a elegir ha escogido a aquellos que, hoy por hoy, son considerados como los "número uno": los pilotos. Si existe alguien cualificado para distinguir un OVNI de otros fenómenos explicables -meteoritos, aviones, cohetes, satélites artificiales, globos sonda, etc-, ése sólo puede ser un profesional del aire.
Los propios militares, a la hora de clasificar a los testigos de los OVNIS, han situado a los pilotos en el primer puesto, con el sello de "primera categoría". Y aunque en la presente encuesta no figura la totalidad de los pilotos españoles que aseguran haber tenido algún "encuentro" con estos objetos, creemos que la selección es lo suficientemente demostrativa"
Posiblemente la temática OVNI sea uno de los temas de lectura añeja que menos me interese en la actualidad. Ahora bien, hay más formas de acercarse a un fenómeno que parece tener visos de realidad (o al menos en algunos casos), sea lo que sea dicha realidad. El verdadero creyente ufológico transforma su vida en pos de algo tan intangible como denostado y perseguido, jugándose reputación y prestigio en ello. Entonces... ¿qué diablos lleva a un periodista con una carrera consolidada a dejarlo todo tras un fenómeno tan escurridizo?. Benítez se entrevista con pilotos y testigos y construye su particular universo en el que sólo si eres creyente te encontrarás cómodo, porque si no es así, no podrás evitar poner un duro caparazón protector para que la locura no te traspase. Porque Benítez no se corta ni un pelo en sus opiniones y no duda en decirnos que somos visitados por seres de otros mundos, a sabiendas de que lo van a criticar y ridiculizar hasta el límite de lo imposible. Pero sin embargo, cuando leo un libro como ENCUENTROS EN MONTAÑA ROJA (COLECCIÓN OTROS MUNDOS; PLAZA&JANÉS, 1981) lo más curioso de todo es que su lectura inspira honestidad. Es decir, honestidad porque él cree fervientemente eso que nos está contando, y que como tal para él es su propia realidad.
Los cielos y los objetos volantes no identificados parecen ser una quimera pseudocientífica que sin embargo se revitaliza en determinadas épocas dependiendo de la dirección en la que vaya el viento... ¿experimentos del ejército?, ¿seres ultratecnificados de otros mundos?, ¿alucinaciones y delirio?... bueno, si tuviera que romper una lanza a favor de un fenómeno tan criticado diría que sí que es cierto que pilotos (españoles y de todo el mundo) con muchísimas horas de vuelo han observado cosas y fenómenos que parecen desafiar a la razón. Pero claro, el principal problema está en la tesis que cada uno defiende...
Documentos clasificados los hay a miles, así que algún tipo de verdad hay en el asunto, sea del tipo que sea... ya bien como maniobras de distracción que como ocultación de algo mucho más complejo.
El problema de Benítez es que llega un momento que todo lo sesga por el mismo patrón, y si bien es cierto que la lápida del ASTRONAUTA DE PALENQUE es extraña, no me trago ninguna explicación "mecanizada" ni nada por el estilo. ¿Es el Astronauta de Palenque realmente el paso del Dios Pakal al Inframundo y a la vida después de la Muerte?... pues seguramente, lo cual no resta curiosidad al asunto. Personalmente, veo mucho más misterio en la explicación antropológica y mística del asunto pero claro, en el peliagudo tema de los OBJETOS FUERA DEL TIEMPO (OOPARTS) siempre nos dejamos llevar por la bucólica y soñadora tesis de extraterrestres en la antigüedad (o viajantes del futuro, puesto que los hay que postulan que hemos sido visitados por nosotros mismos en un futuro en el que la tecnología ya permite los viajes en el tiempo).
En definitiva, no todo lo que sobrevuela nuestros cielos es no identificado, ni todo lo que sucede en nuestros cielos tiene tan fácil explicación... o al menos aparentemente. Ni tenemos que creernos todo lo que nos dicen, ni sospechar de cualquier nube que sobrevuele nuestras ciudades...
Resumiendo, ENCUENTROS EN MONTAÑA ROJA es un clásico de la UFOLOGÍA y de un tiempo y una forma de pensar... en la que lo positivo del asunto es HACERSE PREGUNTAS más que dejarse llevar por teorías sin sentido. Hay misterios en los cielos, evidentemente... y aunque haya pasado la pavorosa época de los hombres de negro, las abducciones y las oleadas de avistamientos OVNI, en los genes de nuestras generaciones más cercanas y sucesivas ha quedado el marchamo de lo estelar. Algo pasó en aquellas décadas ignominiosas y yo no sé que es. Tanta gente no puede mentir; ahora bien, quizás la verdad esté más lejos de lo que cada uno piensa.
Y repito, rompiendo una lanza a favor de J.J. BENÍTEZ, escribir de estos temas es exponerte a ser el hazmereír de muchos, y nada más que por hacerlo sinceramente y con honestidad desde el punto de vista de su verdad, pues a mí ya me parece digno de elogio. Lo demás lo decides tú en tu propia lectura del asunto.
Como reflexión última siempre me gusta pensar que si una tribu alejada de toda civilización contaminante y llena de tecnología ve de repente un helicóptero posarse en medio de su poblado... pues posiblemente en sus postreras epopeyas escribirán en su lenguaje que lo que ha bajado de los cielos es una divinidad.