"Como resultado de un accidente de parapente que le ha dejado tetrapléjico, Philippe, un rico aristócrata, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. En una palabra, la persona menos indicada para el puesto. No obstante, entre los dos, acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y las medias del chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a poco, congenian hasta forjar una amistad tan disparatada, divertida y sólida como inesperada, una relación única en su especie de la que salen chispas transformándoles en... "Intocables". (FILMAFFINITY)"
2011: Premios Cesar: Mejor actor (Omar Sy). 9 nominaciones, incluyendo mejor película
2011: Festival de San Sebastián: Sección oficial no competitiva - Clausura
2011: Festival de Tokyo: Mejor película, mejor actor (François Cluzet & Omar Sy)
Tengo que reconocer que lo primero que me llamó la atención al ver el cartel de esta película es su actor protagonista, y es que Francois Cluzet ya me había dejado impresionado en la totalmente recomendable NO SE LO DIGAS A NADIE (FRANCIA, 2006).
No sin ciertos reparos acudí a ver el film a sabiendas de que quizás el tema tocado acabaría en una posible sensiblería sin sentido que poco o nada se parecería a la realidad, y es que por avatares del destino me he visto trabajando bastantes años en el duro mundo de la discapacidad física (y mental)... dicho de otro modo, cuando uno vive el tema de cerca es consciente de las limitaciones de las películas para mostrar el drama diario de una persona con una discapacidad total como la del protagonista del film.
Sin embargo, he de reconocer que desde los primeros minutos me dí cuenta de que los tiros iban por otro lado y lo que a priori creía iba a ser otra fácil y amarga comedia-drama de usar y tirar, acabó siendo un perfecto ejercicio de optimismo y humor inteligente, revitalizador y lleno de "buen rollo", sin denostaciones sin sentido ni moralinas finales... puro afán de superación, vitalidad y una muestra de que el ser humano, de igual forma que es capaz de hacer lo peor imaginable, también es capaz de darlo todo por el prójimo y romper una barrera que a priori es insuperable... NO EXISTEN BARRERAS.
Poco más queda que decir. Huye de las comedias de los Hugh Grant, Jennifer Aniston , Adam Sandler y demás saltimbanquis televisivos y regala a tus podridas neuronas una dosis de buen cine sin complejos.
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