Concluimos aquí nuestro viaje de tres paradas (aquí y aquí) analizando el contenido de la nueva caja de los experimentales canarios DUE, esta vez con el tercer y último CD.. Como siempre, recomiendo encarecidamente leer las anteriores entregas para no naufragar en el intento de comprender lo que aquí se explique. Dos obras enclavadas dentro de la Kosmische berlinesa donde la electrónica planeadora sobre bases improvisadas crea texturas realmente sorprendentes.
Impromptu en Cinco Partes (1987)
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Impromptu en Cinco Partes son 53 tensos minutos de electrónica bastante melódica para los ásperos submundos a los que nos tiene acostumbrados DUE. Amenazantes chirridos de grillos cibernéticos crean capas de Noise apocalíptico sobre las que se deslizan partes completamente metidas dentro de la primera Kosmische a lo Tangerine Dream. Voces de desconocida procedencia irrumpen de manera agónica mientras notas espaciadas e hipnóticas de lo que parece ser un Casiotone tuneado avanzan en una claustrofóbica marcha de tintes antropomórficos que demuestran la impresionante capacidad creadora que tenían aquí Ángel Sánchez Cruz, Elio Quiroga Rodríguez y Miguel Hernández Rodríguez.
Imposible separar la forma de entender la música de los canarios del fluxus o el dadaísmo si bien quizás no como influencia directa pero que por activa o por pasiva acaba permeabilizando con su estructura poliédrica y surrealista toda la obra. Sinfonismo Lo-Fi (si es que algo así es posible), potenciómetros a punto de estallar e incursiones directamente en el ruidismo más Industrial contrastan con partes que recuerdan a Diseño Corbusier o el avantgarde extremo de NEO Zelanda. DUE usan una forma de procesar el sonido bastante ondulante, loopeando `ad nauseam´ todo tipo de sonidos hasta que estás metido dentro de un collage enorme donde lo percusivo se sustituye por vaivenes, glitches, acoples y salvajes notas que recuerdan a las Ondas Martenot. Tampoco me quito la sensación de estar ante la música compuesta por una enorme juguetería teratogénica en la que los niños jugaran con instrumentos punzantes, cortantes y por supuesto.... oxidados.
Curiosísimo como la cassette termina con un corte muy melódico y épico que nada tiene que envidiarle al más oscuro Dungeon Synth. Una pasada.
Impromptu en Zig Zag (1987)
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Cogiendo los cortes anteriores pero dándoles una vuelta de tuerca, Impromptu en Zig Zag es el reverso tenebroso de la anterior. Más ruidismo y con una producción más apelmazada, las irrupciones vocales aquí parecen casi guturales mientras que en el sustrato del fondo sigue esa forma de entender el cosmos de la escuela alemana. Por alguna razón "El Primer Zig-Zag" tiene algo más siniestro que su alter ego anterior, no sé si porque las notas de piano están más afiladas o porque el tempo parece un pelín más acelerado añadiendo algo así como (difícil de explicarlo) sensación de baile, rave o similar pero sin llegar nunca a estallar (sobre todo porque a penas hay bases rítmicas en sí mismas).
"El Segundo Zig-Zag" es más sobrio y de aquí en adelante suben los enteros mistéricos. Música del futuro pasado, DUE a la retro vanguardia con ondas serradas, sinusoidales y todo tipo de Tape Collage ultra marciano. Desconozco la razón de la existencia de ambas versiones de los temas; quizás en Impromptu en Cinco Partes está todo más pulido mientra que en sus alter egos en Zig Zag el asunto es más crudo. Sea como fuere, aquí queda cerrada (espero que no por mucho tiempo) otra nueva incursión al Experimentalismo Canario.
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