I. MITO
"Los grandes talentos son los más encantadores y con frecuencia los frutos más peligrosos en el árbol de la humanidad. Cuelgan en las ramas más delgadas y fáciles de quebrar" C.G.JUNG.
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Desde Mesopotamia a Egipto, la figura del Grifo era venerada, encontrándose incluso referencias en la Vieja India. En Asiria se le relacionaba con la sabiduría, para luego pasar a la mitología griega (y posterior romanización y consiguiente dilución en la nada) hasta el punto de que la leyenda cita que Alejandro El Magno ató con arneses a 8 Grifos a una cesta con la que voló a los cielos y conquistó el resto de la Tierra (a estas alturas, la fama precedía a Alejandro, y puede suponerse que sólo los cielos se le resistían). Alejandro III El Macedonio es también conocido en la historia como Alejandro Magno (Μέγας Αλέξανδρος o Mégas Aléxandros). SUPREMO es el atributo que Filipo le daría a Alejandro al nombrarlo Comandante Estratega de los Helenos... COMANDANTE SUPREMO. Por su parte “Krèas”, del proto helénico “Krewas”, nos habla de la epicidad aunque aquí concretamente el término se relaciona en sus distintas declinaciones con lo carnívoro, los carniceros y la carne de los corderos. LA CARNE.
Partiendo de dichos conceptos, la banda Sevillana de Doom Metal Proto Atlántico Orthodox transitan en una tribulación personal desde 2015 a 2017, período en el que más o menos va a transcurrir este texto y es que en la idea de La Eternidad en Santo Tomás, se dice que Dios es Pasado, Presente y Futuro a la vez, así que pongamos a Axis y Demonio del Mediodía en la palestra… mismos gladiadores en distinta batalla. Por tanto, todo lo que ocurre en esa franja de tiempo, para mí y para la idea de este texto ES y tiene ESENCIA a la vez... no hay antes o después, sino distintas caras de un mismo poliedro experimental. No nos interesa saber el orden aun siendo el que os escribe obseso del dato, aunque sí que soltaré luego algún matiz. Con Supreme / Kréas, Orthodox conquistaron el ultramundo antropológico, quizás el sitio donde más a gusto se sienten, y se coronaron por derecho propio en auténticos Reyes de Asfódelos. Destilados y destinados en aquel tiempo a ser un dúo, y destruyendo completamente cualquier muro, barrera o reino que se les resistiera, cerraron, comprimieron o resumieron etapa en esta grandiosa doble sesión que dió en llamarse Supreme y Krèas.
II. ESENCIA
"Mi cerebro es el caos, mis ojos la destrucción, mi esencia la nada.“ BÉCQUER
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De Supreme el precioso diseño corre a cargo de Denis Forkas Kostromitin, y el logo es de Jamie Lawson. Edición en cd limitada a 300 copias en bronce metalizado y 40 copias en rojo metálico (ambas ediciones con Obi), que invoco a los Dioses Primitivos para que tengan en su gloria de acordarse de su humilde servidor. En cuanto a formación, Marco Serrato y Borja Díaz nombran comandante en funciones al ínclito saxo apolíneo de Aquilleas Polychronidis, que se suma con su saxo electrificado a las huestes de Orthodox en una representación mítica que disuelve el Ego y rememora las hazañas cósmicas de Alejandro en la Vieja Macedonia. En cuanto al diseño de Kréas tenemos que hacer un triple comentario y me explico. La primera edición en casete a cargo de Dreamsheep Records se basaba en el libro عجائب المخلوقات و غرائب الموجودات / "Ajā’ib al-makhlūqāt wa-gharā’ib al-mawjūdāt" / “The Wonders of Creation, Marvels of Creatures and Strange Things Existing” del cosmógrafo iraní Zakarīyā ibn Muḥammad al-Qazwīnī; en concreto una ilustración que hace referencia a la Luna.
Cosmología, metafísica y ciencias islámicas tradicionales en un tratado muy influyente tanto a nivel pseudocientífico como poético. La posterior edición en vinilo a cargo de Alone Records (durante un tiempo se rumoreó la posible salida de un vinilo doble con Supreme + Kréas) cuenta con artwork apócrifo de Axilleas Pó (solo unos cuantos lo hemos visto) y he de decir que diga lo que diga nadie, la opinión es libre... y pegara o no pegase con el concepto, para mí es una auténtica barrabasada que debería haber acompañado la música y lucir de cubierta del vinilo.... pero yo nadie soy. Finalmente, PROCESONEGRO tiró por lo grecolatino y así se quedó para la historia.
III. CIENCIA
"El hombre moderno rechaza la trascendencia, pues trata de hacerse a sí mismo, y esto solo lo ve posible en la medida en que se libere, desmimetice, de la superstición (lo sagrado)". ELIADE
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Pongamos como punto de partida el Jueves 25 de Junio de 2015, donde Orthodox visitan tierras malagueñas para traernos en directo "Crown For A Mole", primerizo adelanto (diríamos que en "Raw Version" sin tratar) de la versión que luego entraría en Axis. La mañana previa al concierto se graba esta sesión de 36 minutos y posteriormente los sevillanos compartirían escenario con Skullfuck, la banda de Aki Pó, Daniel Vega y las percusiones de Asier Etxaniz (que por cierto darían un intenso y visceral concierto que me dejaría la mandíbula a la altura de los tobillos). Orthodox por su parte iniciaban gira y proyecto. Aquí me bailan los datos.... puede que sea esa fecha o no, lo que sí es cierto es que Kréas se graba y mezcla en los Kraken Sound Studio de Málaga por Gonzalo Presa / Daniel Torres algo después, el 16 de Octubre del mismo año, masterizándose luego por Marlon Wolterink en Whie Noise Studios (Winterswijk, The Netherlands 2018).
Días antes (puedo equivocarme, pero creo que más o menos el 15 de Junio de 2015), grababan la cinta de culto Demonio del Mediodía (Knockturne Records) con colaboraciones de Xavier Castroviejo (Blooming Látigo, Naja Naja, Pylar...) y el propio Aki Pó. Supongo que la idea de grabar una sesión de estas características partiría de esa vorágine creativa (además de la cara B de la susodicha cinta, que creo es un fabuloso preludio del trabajo que nos ocupa), en la que por cierto si no recuerdo mal, Borja Díaz acababa de adquirir una batería roja que de la forma que suena, puedo afirmar con rotundidad que se la ha comprado al propio primo hermano de Scott Columbus de MANOWAR; puede parecer baladí, pero el lacado / acabado de su superficie me tenía fascinado. En cuanto a contextos sonoros, muchos flecos creativos a partir de aquí, incluso con proyectos con ciertos paralelismos como el discazo Spain is the Place (Raw Tonk Records, 2016) con la formación añadida de Colin Webster y Ricardo Tejero como Sputnik Trío.
Pero falta un dato en la ecuación. En Supreme y Kréas, Orthodox bucearon al perverso pasado de Gran Poder (cabalgaron la Resonancia Siniestra) para empaparse de toda la angustia que destilaban sus ralentizadas notas; ese asfixiante, claustrofóbico y oleoso paso marcial tectónico en clave Doom, es primitivizado al exceso mediante el Noise intenso del saxo de Akilleas Pó, de tal suerte que el rito de paso es realizado en el interior de una oscura cueva donde el Mito y el Logos se confunden, se aparean y dan como resultado una música cuneiforme, angulosa y pútridamente adictiva.
IV. TODO VIBRA
"I realize myself that hate wastes a lot of time and energy and I would rather re-direct any energy that I have to good and positive use". JULIAN COPE
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La gruesa, reverberante afinación del bajo de Serrato es el preludio de un auténtico viaje iniciático... estamos en los minutos iniciales de Supreme. Las cuerdas tortuosas remiten a Arconte. Lentamente las percusiones marciales, hipnóticas y procesionarias de Borja dejan claro que el oxígeno que tenemos va a ser escaso. Lento, agónico... rozando la apnea. El bajo bien podría tener una sóla cuerda electrificada pero del tamaño de la soga que ata a los barcos; una placa tectónica electrificada daría resultados similares. Serrato en su faceta más experimental siempre me ha recordado a los primeros discos de Manowar, cuando Joey de Maio sometía el instrumento a largas sesiones de apareamiento sin sobreproducciones. Sin concesiones, el saxo de Aquilleas llama a la guerra a partir del minuto 4. En plena estampida paquidérmica, los tres instrumentos se aúnan en una siniestra jam de doom psicodélico que ríase usted de Electric Wizard o Sunno))). Si Basil Poledouris y Sun Ra hubiesen tenido un grupo de metal, habría sonado a esto. Saxo que se retroalimenta, embebido de una mala baba asfixiante que casi se lleva al límite de sus posibilidades...así, impertérritos, la base rítmica continúa su endiablado diálogo admonitorio.
Esta versión de Orthodox suena a tejido sonoro muerto y esfacelado. Como si interrumpiéramos el riego sanguíneo al sonido y este estuviese agonizando y necrotizándose en una trama dantesca, asistimos a requiebros y estertores en los que nunca hacemos pie, aunque lentamente se configura una melodía de bajo mínima... pero el saxo se niega tres veces a sí mismo; es la luz de una estrella muerta y el sonido de los vientos sigue llegando e irrigando a la base rítmica. Aquilleas es posible que lleve 1.000 años enterrado y su espectro sonoro segue bautizándonos en mugre. Alejandro El Magno cabalga sus Grifos a la conquista de la Eternidad y puesto de jodidos hongos en mal estado tiñe las nubes de rojo sangre. Serrato provoca una auténtica tormenta de Lo Fi que dialoga incesantemente con el anti-Jazz entrecortado de la batería de Borja, y la saliva de Pó es lluvia ácida (y Soma) malsana en el tremendo clímax final, que lejos de disminuir, tiende al infinito es una espiral creadora interminable.
La Guerra suena a esto. La sangre huele a metal; a cobre... y Orthodox en Supreme se bañaron en la sangre de los Dioses de la Guerra. Cobrizos, ungidos, elevados a las nubes inmisericordes de una batalla que se libra en otro plano de la realidad. Si COLTRANE en A Love Supreme sufrió una revelación liberadora, aquí asistimos al proceso contrario. Un Eterno Mahabharata; un atribulado Viejo Testamento, un elongado Gilgamesh... un Popol Vuh estelar que te empala cuerpo y mente y no te suelta hasta que no eres más que un trapo inane que barre el viento.
Fundido a negro y del negro a la Carne.
V. CARNE
“Cuanto más forraje, más carne; cuanta más carne, más estiércol; cuanto más estiércol, más grano.” BARÓN JUSTUS VON LIEBIG
κρέας es una suite de 27 minutos de duración que se diferencia sustancialmente de Supreme en varios sentidos. Por un lado está la potencia del sonido (orgánico, fluido) aunque asistimos al primer misterio de la masterización `apócrifa´ de Valerio Cosi en sus estudios berlineses y es que cuando sale el disco en Lp, los créditos son distintos y la supuesta masterización de Valerio Cosi (si es que existió como tal) no se cita y he de suponer que se ha volvió a retocar (o tocar por primera vez), esta vez en los White Noise Studios de Winterswijk (Holanda) por Marlon Wolterink, acertadísima hasta el punto de que la crudeza obtenida en el sonido hace palidecer al mucho más apagado sonido del anterior Supreme. Ojo, no quiere decir esto que Supreme no fuera como ponerte unos cables de corriente pelados en los empastes, sino que el drone pulsátil de aquel es sustituido por la inmediatez y gordura del free jazz de la new thing. Y digo New Thing porque en cierta medida la espiritualidad y frescura de genios como Coltrane, Coleman, Shepp y otros es llevada a extremos de brutalidad sonora nuevos en el panorama Doom internacional.
El binomio Serrato/Díaz es una máquina de guerra engrasada con zumo de tendones; la potencia de la pegada y técnica de Borja ha ido adquiriendo con el tiempo la solvencia del mandoble in extremis. Si antes de un concierto metieras un trozo de madera dentro de la caja, al final tendrías serrín; encerrados en una inmensa máquina eterna de pinball doom, hermética y anímicamente devastadora, construyen una obra de teatro con diálogos crípticos cargados de fuzz reverberantes y cíclicos sólo comparables con lo cuneiforme. Serrato deja más espacio a las notas aquí contrastando con la sobre saturación vibrátil en el anterior. Quizás un ejército de un millón de hombres crearía una energía telúrica tal que podría enchufarse un bajo en una roca y tocar al menos 27 minutos. El término heavy está denostado, pero que me decapiten dos veces (la primera debería de surtir efecto, pero por si acaso) si el bajo no suena a thrash enlentecido pasado por el filtro épico de unos Manowar ochenteros sin pulir.
Y claro, luego tenemos el saxo amplificado de Achilleas Polychronidis que en vez de crear el bucle mántrico que nos atormentaba en Supreme se dedica a soltar sin piedad toda una plétora (clústers) de notas disarmónicas e intensas, pasando con una facilidad pasmosa de los tempos lentos a los rápidos. Imposible no acordarse de la sobriedad homiliesca Morriconiana de Sentencia pero ojo, cualquier atisbo de elegancia es suplida aquí por una primitiva esencia destructiva que dudo que se extinga cuando los instrumentos se callen. Donde los clarinetes y vientos de Gustavo eran solemnes, la biliosa sábana de notas del putrefacto saxo de PÓ son una violentísima oda nihilista que lleva el sonido de Orthodox a niveles nunca vistos antes. Si desenterráramos a Ayler y lo conectáramos a una batería mohosa de un camión abandonado, los funestos espasmos resultantes nos evocarían algo similar.
Para mi gusto este trabajo es muy superior a Supreme porque a pesar de la pesadez, brutalidad y arranques free, subyace en todo el minutaje una suerte de ambiente melódico discernible. Las angulares notas casi black del bajo, las bombásticas ráfagas percusivas de la batería y los berridos incontestables del saxo han creado un sonido muy particular que los aleja de propuestas parecidas. Aunque de seguro todos los medios ahora compararen esto con Ascension de Coltrane, para mí sin duda el disco clave es Interstellar Space del dúo Rashied Ali / Coltrane. La total libertad de ese disco y su falta de respeto por los tempos humanos podrían ser un punto de partida interesante para adentrarse en el magma sonoro de los sevillanos.
ORTHODOX son ya un referente y han pasado a un merecido status de culto. Un doble vinilo con Supreme y Kréas haría que me callase de una puta vez, pero mientras tanto seguiré cantando las bonanzas del más genuino y avantgarde Jazz Doom que existe... aunque aquí dichos estilos no se estilen (valga la redundancia), nadie es Profeta en su Tierra porque la Tierra no es de Nadie. La Tierra no quiere Profetas, quiere Carne Suprema que la abone.