Vale, aquí esto delante del ordenador pensando cómo introducir hoy las reseñas, que serán del Sábado y Domingo. Llegados a la mitad del Festival tengo un monazo de maratón que ni me soporto. No es hasta que la sobreestimulación visual me deja noqueado que entro en un estado alterado de consciencia parecido al lavado de cerebro que ejercía la CÍA (perdón, solo un escritor tan amateur como yo puede poner `ejercía la cía´ e intentar seguir como si nada hubiera ocurrido). Eso este año va a ser imposible, porque cuando llego a casa sigo viendo películas pero caigo dormido antes.... es lo que tiene el calor del hogar.
Tras mirar las terrazas abarrotadas un día y otro no puedo más que lamentarme por que el bebercio y el comercio hayan conducido la situación a tener que recortar sesiones en el cine, más cuando tod@s nos sentamos en nuestras butacas con nuestras medidas de protección... bueno no, siempre hay alguien que da la nota; alguien que no entiende que NO, que no puede sentarse al lado de su pareja o su amiguete porque descuadra la sala. En esta sociedad, siempre hay alguien que tiene que ofenderse y no entender algo. Me entran ganas de salirme de la sala, enfundarles en un EPI y llevarlos de Tour por el Hospital, para que vean que esos trajes no solo salen en Alien, el octavo pasajero.
Como no estoy lo suficientemente cansado me quito la camiseta y me pongo a levantar piedras del Teatro Romano. Mientras sudo y mis bíceps se tensan... mientras noto la elasticidad primigenia de mis músculos en movimiento y el bombeo de mis arterias como pistones me digo que voy a coger las piedras que necesite para montar un nuevo proyecto.
Piedra a piedra, voy a quitar el Teatro Romano y construir... no sé, una Casa de la Cultura por ejemplo.
MANDIBULES
Quentin DUPIEUX (Francia, Bélgica / 2020 / 77’)
SINOPSIS: "Dos amigos ingenuos descubren una mosca gigante en el maletero de un coche y deciden domesticarla para ganar dinero con ella".
Cuando creía que Deerskin era insuperable, viene el señor Dupieux y me da un señor tortazo con esta excepcional Mandibules, destrozando cualquier concepción normal que tengas de la palabra Comedia surrealista y llevando al celuloide a un punto de ruptura demencial en el que cualquier elemento, por absurdo que sea, crea una avalancha de sensaciones en el espectador. Si el estándard de pareja divertida que tienes es Bob el Silencioso y Jay vas desencaminado; no puedes imaginarte a las cotas hilarantes a las que llegan Manu (Gregoire Ludig) y Jean (David Marsais), con la ayuda del mejor papel secundario que he visto en años... Adèle Exarchopoulos; ver (más bien oír) para creer. Es la facilidad con la que todo se hila, con la que fluyen los silencios, gestos y expresiones de sus protagonistas que las películas de Dupieux realmente se hacen solas... fluyen con una facilidad que asusta. Siempre he pensado que su cine es lo más parecido a leer un viejo Metal Hurlant.
El término locura se le queda corto a Mandibules. Su ritmo sosegado y de buen rollo (habitual siempre en el cine del francés) facilita que todos los elementos que participan parezcan llegar de un mundo paralelo amistoso, lisérgico y cargado de positivismo. Absoluto fan de este señor y su cine.
THE WATCHMAN / STOROZH
Yuriy BYKOV (Rusia / 2019 / 90’)
SINOPSIS: "Vlad es un hombre de 40 años que trabaja como vigilante en un antiguo spa que va a ser destruido. Necesita trabajar aquí para vivir recluído. Vera y Stas son una joven pareja casada que vive a escondidas. Les persigue un ex-socio de Stas. Una noche, la pareja llega al spa. Vlad decida ayudarles, ya que él también huye de su pasado. Las consecuencias de todas sus malas decisiones vendrán a encontrarles eventialmente. Sin embargo, juntos tienen una oportunidad de reparar sus errores".
El cine de nuevo cuño proveniente de tierras rusas sigue sus propios parámetros. En la ciencia ficción lo veremos en la (para mí aséptica) Sputnik, y en el thriller aquí tenemos un ejemplo de lo que puede hacer. Lo primero comentar que para mí la cinta es fallida... no es normal que teniendo un inmenso sanatorio perdido en la nieve, y con una claustrofóbica fotografía agreste no te marques una coda violenta a lo Sam Peckinpah... y me explico. En los 90 minutos se ven dos habitaciones, el porche de entrada del Sanatorio y creo que el techo de un edificio.... y ojo, que estamos hablando de un edificio que se ve ENORME.
La historia funciona a impulsos, decayendo muchísimo en la parte final (cosa que sucede cuando no eres capaz de mantener el suspense en un thriller). Ni da la sensación de ser un Enragés (la francesa) ya que los protagonistas tienen total libertad de irse y venir cuando les place (es más, se cogen el coche y van a por bebidas), ni el entorno se convierte en un protagonista más (hubiera sido lo suyo). El giro hacia el drama no está mal en sí... pero la anodina trama de la pareja junto a dos garrafales fallos de guión (que no voy a Spoilear) me dejan noqueado. Normalita.
GONE WEDNESDAY
Kohei YOSHINO (Japón / 2020 / 104’)
SINOPSIS: "Siete personalidades comparten un mismo cuerpo, cada uno viviendo durante un día diferente de la semana. Documentan sus actividades y se dejan notas para conseguir vivir en armonía. Sin embargo, todo cambia cuando “Martes” se despierta un miércoles. “Miércoles” ha desaparecido. Vivir dos días seguidos da a “Martes” un nuevo aliciente en su vida, pero su felicidad es efímera, ya que empieza a perder y recuperar constantemente la consciencia. Las demás personalidades parecen haber desaparecido. Sus desmayos se hacen más frecuentes, como si su existencia se desvaneciera. ¿Desaparecerá, tal y como lo hizo Miércoles?"
Terminada la película tengo la sensación de haber asistido a la versión de Autoayuda de Memento. Producto 100% japonés muy bien rodado, cargada de dramatismo y con muy buenas ideas, pero con el problema de que llegas al clímax de la película 30 minutos antes de terminar quedándote otra media hora de dramatismo vacuo. Ojo que pocas pegas se le pueden poner... está bien rodada, toquecitos de comedia al inicio y hay momentos realmente buenos como el cambio que va sufriendo el flashback con la imagen en el espejo retrovisor y el reflejo de los pájaros (no cuento más), pero es que el resto se me hace tan acaramelado que acabo perdiendo el interés.
SPUTNIK
Egor ABRAMENKO (Rusia / 2020 / 113’)
SINOPSIS: "En el apogeo de la Guerra Fría, una nave espacial soviética se estrella después de que una misión salga mal. Cuando un reputado psicólogo ruso evalúa el estado mental del comandante, el único superviviente del desastre, comprueba que algo puede haber regresado a la Tierra con él. Escondida dentro del cuerpo, hay una criatura peligrosa. Sputnik es una nueva muestra del buen estado de forma de la ciencia ficción rusa".
Sigue imparable el aluvión de ciencia ficción rusa de nuevo cuño como esta Sputnik que cuenta con un potente primer acto pero que luego para mi gusto cae en la típitca historia de héroes redimidos de la Space Opera rusa. Los efectos especiales son excelentes pero Abramenko gasta todos los cartuchos al principio y luego es lo que pasa, que te queda una historia de corre que te pillo bastante anodina en cuanto a guión. Esforzarse tanto en lo visual trae estas consecuencias pero con todo, es un disfrutable film de Serie B (toquecito de TV movie incluso) vestido con ínfulas de megaproducción.
***
Hola, os escribo desde la Cárcel. Que por lo visto el proyecto de la Casa de la Cultura no va a poder ser. A ver si os acercáis para la fianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario