El debut de la joven banda rusa Mourner no se anda con contemplaciones. Old School Death/Doom a lo viejos My Dying Bride, uso de violín incluido pero con trampa (estoy casi seguro de que son teclados) y en líneas generales una pasmosa facilidad para soltar buenos temas uno detrás de otro. Eso es lo que suena en "Apogee of Nihility" durante 45 claustrofóbicos minutos que a pesar de tirar por terrenos ingleses, sí que aportan su granito de arena al cantar en ruso. Edición a cargo de Satanath Records, The End of Time Records y More Hate Productions, con un conseguido artwork de Hellcatfairyart/ Mary Kankava, el CD tiene ese fabuloso Pit Art de todas las ediciones de sellos de metal extremo rusos y que son una delicia.
Las voces son uno de los puntos fuertes, pasando del rango de lo gutural a momentos más black o incluso descensos semi susurrados muy conseguidos. Las guitarras se doblan a la perfección (a pesar de ser un trío, el batería toca también la guitarra) y lo que destaca sobre todo en Mourner es que han sabido sacar un disco completamente atemporal, que no tiene puntos flacos y que se deja escuchar del tirón... desde ese inicio puramente My Dying Bride de "The Scorched Sun" a bajadas de tempo que pueden recordar a la etapa primitiva de Opeth en "Do Not Get Through".
"Slaves of Fate" y su abigarrada base rítmica es nuevamente MDB escuches por donde lo escuches pero entrando en terrenos más death metaleros a lo Runemagick en lo espeso y Bolt Thrower en las densas cabalgadas groovy. El homónimo corte "Apogee of Nihility" técnicamente es intachable (vale, la originalidad no es el punto fuerte de Mourner, pero tocan de la hostia); lentos riffs de guitarra con acoples y fondos celestiales de samples, una guturalísima voz y los cambios de ritmo justos y necesarios para no aburrir un instante. Lo mejor sin duda el clímax final decadente que alcanza el tema en sus últimos minutos.
En "The Broken Life" se alcanza esa melaza doomera de Officium Triste que consiste en mezclar unas voces brutalísimas con capas y capas de melodías. Eso y el soniquete al cantar en ruso hace que me acuerde de mis idolatrados Vo Skorbyah (desgraciadamente sin los toques Folk) que desaparecieron hace más de una década con un único disco editado antes de separarse.
De cara al futuro las bases están sentadas y un poco más de personalidad hará crecer a una banda que ha soltado un trabajo como la copa de un pino. Viniendo de bandas de Pagan Folk como Ragor, podrían usar el bagaje para dar una vuelta de tuerca al sonido (casi que se intuye algo en el rasgueo casi Black de las guitarras en "Cobweb of Captivity"). Atentos también al temazo instrumental que se marcan en "Epilogue", otra vez deudor de la Trinidad Doom pero que igualmente a mí me sabe a gloria.
Por lo demás, "Apogee of Nihility" es un honesto y buen disco de Doom/Death de toda la vida, además de que como debut funciona a la perfección.
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