"En París, Lionel Kasdan, es un comisario de la BRI, que investiga una muerte extraña. Del otro lado, Frank Salek, un agente de la Interpol advertido con ser expulsado del cuerpo a causa de su comportamiento excesivo, investiga la pista de una organización secreta especializada en el secuestro de menores. Estos dos hombres, van a nadar en un asunto que sigue su pista hasta las horas más retorcidas y oscuras de la Segunda Guerra mundial..."
SYLVAIN WHITE nos trae una producción franco-belga tras su periplo por tierras americanas, donde grabó ignominias como SÉ LO QUE HICÍSTEIS EL ÚLTIMO VERANO 3.
Basada en una obra de JEAN CHRISTOPHE GRANGÉ (EL IMPERIO DE LOS LOBOS, LOS RÍOS DE COLOR PÚRPURA...), este thriller francés no acaba de despegar del todo y nos deja un ligero sabor agridulce, algo ya bastante habitual en casi todas las adaptaciones a la gran pantalla de las novelas de Grangé, que quien las ha leído cuenta que son bastante complejas y difíciles de reflejar en la pantalla grande.
Un castigadísimo por los excesos GÉRARD DEPARDIEU interpreta a un policía retirado que se ve inmerso en una trama a ratos bien llevada y en otros rozando lo inverosímil (todo ello también habitual en los trabajos de Grangé). Original del todo no es, pero sí que entretiene bastante y te hace pasar un buen rato de esos que olvidas casi al instante. De hecho, un poco más y tengo que someterme a hipnosis para poder hacer esta reseña.
A años luz del mejor thriller francés pero correcta y sin más pretensiones.
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