El final de la década de los 90 es oscuro musicalmente hablando. La tecnología digital se come lentamente la música, aunque quizás todavía es pronto para verlo. El mp3, las grabadoras de cds, internet y las mejoras digitales hacen que todo llegue más lejos, pero más diluido. Sin embargo es la época de la moda en la música extrema.
Surgen publicaciones más o menos especializadas por doquier: HELLAWAITS, BLACK LIGHT, GRIND ZONE (versión española de la mítica revista especializada italiana), los fanzines NECROMANCE... en definitiva, y como en cualquier ámbito de la vida, cuando surgen las modas no paran de subirse gente al carro... incluso METALLICA tienen su oportunidad con LOAD y RELOAD, que copan miles de páginas en la prensa para desgracia de los thrashers de toda la vida, pero por fortuna de los cientos de miles de adolescentes que los conocerán a partir de estos discos.
Y es que es la época dorada de MTV, del NU METAL de LIMB BIZKIT y en definitiva de todo aquello que venga de la todopoderosa industria de la fórmula norteamericana.
En el doom aparecen cientos sino miles de grupos con dudosa calidad, refritos de viejas fórmulas ya utilizadas pero que vienen a saciar la sed de aquellos que ven un vacío en los huecos fríos dejados por los grandes del género. El black metal frío y oscuro se transforma en un black sinfónico altamente edulcorado, con sesiones de fotos que te dejan patidifuso hoy día cuando las ves; los grandes del black se suben al carro de la música electrónica, del rock and roll puro y duro a lo MOTORHEAD e incluso en una suerte de música folk ambiental con reminiscencias a banda sonora. El doom/death es casi una parodia de sí mismo, y tienes que rascar mucho la superficie para encontrar bandas que te sorprendan o te hagan llegar un soplo de aire fresco...
CATHEDRAL siguen a lo suyo sacando clásico tras clásico, pero con la idiosincracia propia del grupo (algunos discos más doom, otros más hippies...), THEATRE OF TRAGEDY coquetean con la electrónica, THE THIRD AND THE MORTAL se vuelven más introspectivos y también electrónicos e incluso con toques jazz, IN THE WOODS se mezclan con el progresivo de unos KING CRIMSON o PINK FLOYD, incluso en ISRAEL los ORPHANED LAND viven su hiatus tras el tremendo EL NORRA ALILA para que sus miembros cumplan el servicio militar. Y ésto son solo unos cuantos ejemplos sobre el estado de la escena. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?.
Por otro lado, a principios y mediados de los 90 se comienza a gestar (aunque ya vendría rumiándose de algo antes en la escena de NEW ORLEANS) el SLUDGE METAL y su furiosa mezcla de BLACK SABBATH, PUNK y PROTO-DOOM, con cabezas tan importantes como EYE HATE GOD (formados en 1988), CORROSION OF CONFORMITY (1982), NEUROSIS, los japoneses BORIS... en definitiva, todo un caldo de cultivo que iría dando forma a un nuevo sonido quizás heredero del antiguo espíritu doom pero con mucha más mala leche. Fiel reflejo de la época social vivida, el stoner se vuelve más fumeta que nunca, mezclándose con los cómics, el cine de terror de serie b y un sonido muy, muy pesado, como manifestarían ELECTRIC WIZARD (formados también en Inglaterra, casualmente, en 1993) con la edición del celebradísimo DOPETHRONE... todo un nuevo disco a copiar por las nuevas bandas.
¿Y qué estaban haciendo
PARADISE LOST a finales de los 90?. Pues ni más ni menos que recoger todas las influencias góticas que se encontraron en el camino (SISTERS OF MERCY, NEW ORDER, JOY DIVISION, BAUHAUS...), fichar por la todopoderosa EMI, y mezclarlo con electrónica como mandaban los cánones de la época. Mucho pop melancólico en el polémico HOST, con una banda prácticamente irreconocible... y es que cuando en un disco doom los integrantes se atreven a salir en la portada como jinetes del apocalipsis, algo evidentemente malo se está cociendo.
Críticas para todos los gustos, pero unánimemente pierden los fans de toda la vida (o al menos casi todos), que prefieren mirar a otro lado aunque realmente el disco no sea malo en absoluto, y es que el sonido PARADISE LOST está tan diluido que es prácticamente imposible de encontrar traza alguna de él.
Sin embargo, la cosa siguió prácticamente igual en 2001 con BELIEVE IN NOTHING (nuevamente con EMI), donde se hacen acompañar incluso de violines, cellos y otros arreglos de cuerda. NICK HOLMES suena edulcorado y sin la fuerza de antaño, aunque a su favor hay que decir que sus voces melódicas a lo HETFIELD no son del todo malas. Más guitarra que en HOST pero mismo ambiente melancólico frío y desangelado; suena desapasionado y aséptico... como un viejo remix de THE SISTERS OF MERCY...
Tras estos dos discos, con una prensa dividida, el contrato con EMI cumplido y su nuevo fichaje por GUN, PARADISE LOST tienen a los fans antiguos totalmente perdidos. Intentan remontar de nuevo con SYMBOL OF LIFE (2002), donde llegarían a contar con la colaboración de LEE DORRIAN en las voces de un tema. Vuelven a endurecerse levemente, con voces más cercanas a DRACONIAN TIMES pero con una composición de los temas que no está a la altura de las circunstancias, y es que siguen sonando bailables y poco transcendentes... ¿quizás la longeva carrera del grupo inglés estaría tornando a su fin?...
MY DYING BRIDE copan portadas de todo el mundo tras su 34.788 %... COMPLETE (que según la banda, y si mis datos son fiables, es el tanto por ciento del tiempo de vida de la Tierra consumido...) creando un gran revuelo, quedando lejos los tiempos de Death metal y brutalidad (recordemos que la base del grupo fue ABIOSIS, un grupo de death metal que sólo llegó a sacar una demo de nombre NOXIOUS EMANATION, de tal modo que si vemos su trayectoria en una línea recta, se nos hace casi inconcebible el cambio de sonido). Electrónica, bases de Trip Hop, música ambiental, chill-out... todo ello mezclado con el personal sonido MDB y las decadentes voces de AARON STAINTHORPE. Por contra, el disco no es bien recibido; las voces de Aaron suenan tratadas, con efectos, loops, y reverbs y las referencias a PORTISHEAD son más que evidentes. El disco es vapuleado por los fans, que asisten a la lenta muerte de sus ídolos, LOS TRES DE PEACEVILLE... además, comienzan los cambios en la formación: el batería de toda la vida RICK MIAH es sustituido por BILL LAW y MARTIN POWELL (violinista) es reclutado por los también ingleses CRADLE OF FILTH.
El tiempo afortunadamente pone las cosas en su lugar, y 34.788%... complete se ha transformado en un clasicazo experimental y puntual de la banda. Las composiciones son muy buenas y resultan originales, frescas y revitalizadoras para un género quizás algo estancado en la parodia.
MY DYING BRIDE retornan al doom con THE LIGHT AT THE END OF THE WORLD (1999), con nuevos cambios de formación (nuevamente la batería, con la incorporación de SHAUN STEELS) y una vuelta a los orígenes de la banda. Vuelve a recuperarse el logotipo perdido para regocijo de todo el mundo, y temazos como SHE IS THE DARK, THE FEVER SEA, INTO THE LAKE OF GHOST devuelven la esperanza perdida en el grupo (incluso incluyen una nueva entrega de SEAR ME; y ya van tres...). Las vocales guturales están ahí de nuevo, alternándose maravillosamente con los pasajes casi llorados de Aaron... en definitiva, un disco con altibajos pero que se acaba transformando a la postre en una nueva segunda juventud para la banda y un nuevo clásico en su discografía, a pesar de haber perdido el característico sonido del violín (sustituido por un más aséptico teclado).
Los años 2000 y 2001 se caracterizan por la publicación de los anodinos MEISTERWERK 1 Y 2, que no son más que engañabobos recopilatorios de la banda impuestos por PEACEVILLE y que basan su supuesto valor en la recuperación de algunos antiguos temas. PEACEVILLE harían lo mismo con ANATHEMA y los RESONANCE 1 y 2... en definitiva, poco material interesante ya que todo o casi todo es encontrable por otros medios, incluso los temas del magnífico recopilatorio PEACEVILLE X con las bandas emblemáticas del género haciendo versiones de temas rock, pop y progresivo.
2001 trae el magnífico THE DREADFUL HOURS, de enigmática y extraña portada nuevamente a manos de AARON STAINTHORPE. Se recluta al segundo guitarra HAMISH de los míticos SOLSTICE y a JOHN MAUDLIN, el excelente teclista de BAL SAGOTH (para intentar llenar el hueco que han dejado los violines). El resultado es un disco muy oscuro, que en ocasiones roza el FUNERAL DOOM y que en definitiva vuelve a demostrar porqué MY DYING BRIDE están a otro nivel que el resto de grupo.
Composición envidiable de los temas, ejecución perfecta y sonido característico. O te gusta o lo dejas. THE RAVEN AND THE ROSE, LE FIGLIE DE LA TEMPESTA, MY HOPE THE DESTROYER... y como colofón una (realmente no necesaria, pero igualmente efectiva), versión de THE RETURN TO THE BEAUTIFUL con todo la brutalidad de la que la banda es capaz.
En 1998 la formación de
ANATHEMA cambia ligeramente. SHAUN STEELS sustituye a JOHN DOUGLAS a la batería y los británicos se vuelven más espaciales que nunca. ALTERNATIVE 4 es el título de su nuevo disco, que hace referencia al ficticio proyecto ALTERNATIVE 3 (y al homónimo libro de LESLIE WATKINS) y la toma de contacto con vida extratarrestre.
El disco es un estupendo ejercicio de rock atmosférico donde el doom brilla por su ausencia, que no en espíritu; muy buen trabajo compositivo sobre todo de DUNCAN PATTERSON, que brilla notablemente al bajo, piano y teclados. SHROUD OF FALSE es nostálgica como una tarde de otoño, FRAGILE DREAMS de energía contenida, LOST CONTROL, INNER SILENCE, FEEL, DESTINY... todos clásicos instantáneos de la banda en un álbum corto en duración pero intenso en emociones.
Tras el definitivo cambio de sonido, ANATHEMA abandonan PEACEVILLE y fichan por MUSIC FOR NATIONS; dejan de lado definitivamente (y para nostalgia mía) el antiguo logo. Dave Pybus sustituye a DUNCAN PATTERSON que alega problemas mentales (por lo menos es lo que se dijo en la época, aunque luego formaría los maravillosos ANTIMATTER). Los hermanos CAVANAGH asumen totalmente la labor compositiva en el soberbio JUDGEMENT, que ve el retorno de JOHN DOUGLAS a la batería. Teclados de MARTIN POWELL, colaboración femenina de LEE DOUGLAS... y una banda en estado de gracia en uno de los puntos álgidos de su carrera. Atmosféricos, progresivos, espaciales... y todo sin perder la esencia ANATHEMA. Ecos a PINK FLOYD, KING CRIMSON, RADIOHEAD, ... incluso algo de PORCUPINE TREE.
Pero no nos engañemos, a pesar del relativo éxito, ANATHEMA no serán ídolos de masas, ni las grandes estrellas multinacionales que serían PARADISE LOST (o al menos durante un tiempo). Éxito de público y crítica para un disco que merece estar en cualquier discoteca. Eso sí, ni rastro ya de doom/death. DEEP, PITILESS, la espeluznante PARISENNE MOONLIGHT, DON´T LOOK TOO FAR... un disco que hay que escucharlo como un todo. Un viaje en busca del propio ser en el polvo de estrellas. Con la pérdida de DUNCAN PATTERSON el sonido progresivo se acentúa, haciéndose los temas más melancólicos a la vez que esperanzadores...
La continuación en 2001 con A FINE DAY TO EXIT, siguiendo la onda del anterior y cada vez más lejos de los inicios. Un nuevo sonido fresco en otro clásico de la banda. Continúa la onda de rock atmosférico con un VINCENT CAVANAGH cada vez más maduro en las voces, con un timbre vocal versátil, potente y emotivo.
Corren nuevos tiempos para la banda, en plena época dorada llegando cada vez a más público. Siguen manteniendo fans de su primera época y se suman amantes del progresivo, el rock en general e incluso algún que otro alternativo despistado. REINVENTARSE O MORIR.
FIN DEL ACTO IV. CONCLUIRÁ....