Algunos con razón pueden pensar que esta reseña es una auténtica payasada, principalmente debido a que el grupo reseñado no lo conoce ni Dios. ¿Porqué hacer entonces ejercicio de dedos para un trabajo que probablemente caerá en el olvido nada más apriente yo el botón de PUBLICAR ENTRADA?. Pues eso mismo digo yo... ¿para qué hacerlo?... pues ni más ni menos que por la misma razón que cuatro individuos en 1978 graban un ep de tirada privada que posiblemente no escucharían mas que sus novias y familiares. Tal disco de escasa duración (18 minutos) funciona cual cápsula del tiempo en la que quedan grabadas los sentimientos personales y el arte en forma de música de cuatro individuales individuos que anónimamente decidieron poner en formato físico algo que les inquietaba en aquel momento. ¿Quién pues iba a decirles a ellos que alguien escribiría un pequeño artículo sobre su pequeña aportación a la música?... ¿quién podía siquiera asegurarles que alguien conocería su música?... porque lo que es cierto es que según cuenta la leyenda, sólo entre 15 y 50 copias de este ep rularon de mano en mano, dado su carácter privado y probablemente sin ánimo de lucro.
Sabedores de que no tenían una gran técnica musical, estos cuatro Canadienses suplieron con pasión lo que faltaba en destreza... que no es que no la hubiese, pero con cuatro duros pues posiblemente no pudieron plasmarla como se merece en estudio. Poco o nada se sabe de ellos, salvo que su ep destila una gran dosis de oscuridad y desesperanza, con unas letras apocalípticas y unas líneas de órgano y sintetizador sencillas pero hipnóticas, simples pero por ello distintas, que acaban enriqueciendo el farragoso sonido final, donde guitarra y bajo se mezclan casi inaudiblemente en algunos pasajes quedando tapados por la insistencia del órgano.
Un ritmo a medio tiempo domina todo el minutaje. Sin prisas pero sin pausa, el cantante cual Jim Morrison depresivo y al borde del suicidio nos va recitando su particular poesía de fin de los días, de sangre de los tiempos que acaba quemada en el sol y de esotéricos paisajes distorsionados por la droga...
Para ellos son estos escasos párrafos, cuyo último objetivo es el de homenajear al grupo anónimo... a todos los grupos anónimos que alguna vez pusieron su ilusión y ganas en un proyecto que no cuajó. Encima para colmo de males la reedición en cd es a cargo de una discográfica pirata perseguida por la ley que no da un duro a los músicos, mientras que copias originales del vinilo hecho a mano circulan por internet al increíble precio de 820 euros.
SI ESTO NO ES UN DISCO DE CULTO, NADA LO ES.
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