sábado, 23 de septiembre de 2023

DRONESPELL & THE OMEGA CHORD - "SORCERY ANOMALIES" (SENTENCIA RECORDS SR20, 2023)

DRONESPELL & THE OMEGA CHORD son el equivalente a enfermar en Twin Peaks y que te tengan que ingresar en un hospital de la Logia Negra para recibir una transfusión de Garmonbozia. Una banda sonora marinada en mercurioso alquitrán en un mundo donde los abanicos se abren de afuera a dentro, el peristaltismo está invertido y (por suerte) se muere antes de vivir. Asfixiante, claustrofóbico y profundamente ritual, triangula a la perfección la oscuridad proveniente de tierras sevillanas usando las glándulas pineales de Ricardo Jiménez (Pylar, Orthodox), Miguel Palou (PylarDoce Fuegos) y Borja Díaz (Orthodox, Hidden Forces Trío, Sputnik Trío...) que fruto de una casualidad (Orthodox tenían planificada fecha de concierto y su bajista Marco Serrato pilla el Covid) acaban pergeñando una improvisación en directo casi que sin previo ensayo que tiene a bien llamarse Sorcery Anomalies.

Sentencia Records edita por tanto en formato cassette lo que fuera el directo de esta pseudo-formación satélite (de las bandas citadas) el 19 de noviembre de 2021 en la Sala Holländer, previa mezcla y masterización de Borja Díaz y Layout de Gonzalo Santana. Se elige como portada la fotografía holandesa (en el Rijksmuseum) Man en hond bij het hunebed van Rolde, bij Assen de 1900 que os traduzco para que os vayáis metiendo en esta historia: `Hombre y perro en el dolmen de Rolde, cerca de Assen´; el resto de la investigación es para vosotros. Por tanto, absoluto homenaje y culto a las viejas cintas del primer metal extremo en cromático blanco y negro que transhumaron tanto en ese verbo de culto ya quizás complejo de comprender llamado Tapetrading.

(fotografía tomada de la web Sevilla Disonante)

Si bien es cierto que se cita en las hojas promocionales a los King Crimson de mediados de los 70 y al metal extremo que se está haciendo hoy día (creo que se habla de Portal, Deathspell Omega o Teitanblood), yo voy a diferir y meterme por otros recovecos que para eso no le debo nada a nadie y escucho las cosas tal y como me salen de las dos piedras colgantes tras el M.E.E.N. (Menhir Enhiesto de mi entrepierna Neolítica). Coja usted a los Cyclobe lo primero (Stephen Thrower y Ossian Brown) sobre todo por el uso de los instrumentos de cuerda tan orgánicos o cosas actuales como el hermético grupo francés CAMECRUDE (aquí el equivalente a la zanfona sería la mandolina y violines de Palou); tornasolados acercamientos NeoFolk contrastan con una percusión durísima y seca (ya bien adentrado el álbum), espaciada, lenta y anóxica como solo tenía el primer Death Metal que tornara hacia el Doom. La insondable marcialidad que aporta Palou es muy importante aquí porque entronca en cierta medida con la descomunal obra y legado de Like Drone Razors Through Flesh Sphere o toda esa oscuridad malsana de la segunda ola del Noise Industrial pero claro, cuando entra la guitarra en espaciados drones y acoples eternos ya uno va perdiendo pie y soltando el lastre de las etiquetas.

Borja hace susurrar a los platillos en ignotas lenguas que perdieron las palabras mutando la `consonante´ hacia simplemente `lo sonante´. Mandolina y violín vienen de otro tiempo / lugar en una eterna caída libre que en ocasiones emula voces. Para cuando la marcha paquidérmica va tomando forma pasa a primer plano la percusión que se abre como los dedos de una araña o putrefacto poliuretano en un mundo de uralitas y amianto; hay un patrón y aunque la sesión sea improvisada es tanta la compenetración que nada está fuera de lugar como así lo demuestra la enorme sapiencia que ha ido adquiriendo con los años la guitarra de Ricardo. Donde otras agrupaciones fracasan por la falta de cohesión e inmovilidad aquí ocurre lo contrario dando la impresión de que tras cada idea o cambio de ritmo podrían otros basar un disco completo, algo que por alguna razón hace que se me vengan una y otra vez a la mente a los Megaton Leviathan.

Pastorales acetábulos articulan una subtrama que se ayuda del uso de sintes y el espíritu del viejo Herzog (sobre todo en la Cara B) que campando a sus anchas pasa con extrema facilidad de Popol Vuh y primeros Tangerine Dream a un apesadumbrado Black Doom que te deja sin aliento. La guitarra, que se toma su tiempo, se acopla hasta hacer vomitar a los mismos Earth mientras el violín subraya de forma obsesiva como si estuviera estudiando oposiciones para Rey Decrépito del Mundo.... una sola plaza, toda la humanidad oposita. 

Dobles bombos (`woe all ye Teitanblood possessed´) abren el esternón en una cirugía a pecho abierto en la que la falta de un bajo es sustituida por la ominosidad de un violín sobreelectrificado hasta el límite de la reverberación: puntea, languidece y dobla a la guitarra. En el conjunto, todo brilla con la descomposición fétida y humectante de los proyectos de Mories (Gnaw their Tongues, Seirom, Cloak of Altering, Aderlating...) fabricando una compostera sonora bestialmente apelmazada. Imposible no acordarse del Death Doom inglés años 90 y su (perdón por la contradicción) pulcra suciedad. ¿Y dónde dejamos el elemento Avantgarde? ... pues no hay que dejarlo sino coger todo lo dicho anteriormente y bañarlo en una lluvia constante que habita en los pequeños detalles. 

Como contraste, impresionantes momentos aquí y allá donde consiguen un sonido casero con mucho protagonismo de Palou. Espectral música clásica añeja de olvidados, polvorientos discos de pizarra reproducidos con gramola. Al otro lado del velo, por supuesto.

https://sentenciarecords.bandcamp.com/album/sorcery-anomalies



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