En el anterior episodio de OLIVER, nos encontrábamos con Oliver Chaplin y su hermano Chris levantando piedras ácidas en parajes verdes, orinando los residuos de cerveza tibia en rastrojos crepusculares y meditando sobre si la Pipa de la Paz es para fumar o para disparar. De toda aquella epopeya os conté en el artículo dedicado a Standing Stone que os recomiendo leáis primero porque no voy a repetir datos. Baste decir que ponemos otra vez las coordenadas en 1974, al Sur de Gales y lejos quedan (el tiempo en aquella época pasa a velocidad de vértigo) los primerizos y familiares devaneos musicales en Suffolk.
Es tiempo de Mística y Hermetismo (cuasi) inocuo. Tiempo de Jam sessions en la mansión comuna donde se pergeña mucho de la forma de tocar y los trucos de post producción caseros de Oliver en el citado e imprescindible Standing Stone, monolito de Acid Folk mántrico que ahora ve continuado su legado en forma de temas extra grabados en las mismas sesiones de grabación. Por tanto, era justo y necesario y brillantísima idea titularlo Stone Unturned o lo que es lo mismo, `piedra sin remover´, que sigue vigente, enhiesta y emanando energía psicoquímicolítica a través de los canales ventrales etéreos que unen (telurismo temporal) 1974 con 2023. Imagínate que sacan de la tumba a Robert Johnson momificado y lo rellenan con los tejidos humectantes, entrañas y vísceras de un cruce entre Jad Fair y David Eugene Edwards (Wovenhand, 16 Horsepower)... al caso, lo mismo que empuñar un Colt 38 con el tambor lleno de balas fabricadas con glicerina de supositorios de THC. Seguro que no te importa que te metan un tiro, ¿eh, bribón?.
GUERSSEN vuelve a acceder pico y pala en mano a la caja del tiempo de las Master Tapes para sacar en Lp y Cd otros 13 cortes grabados con un solo micro, guitarras y los efectos citados. El lugar por tanto es el mismo... ahí al ladito de las cosmogónicas montañas Preseli de Pembrokeshire, posiblemente cuna lítica de Stonehenge. Sonido desecante Lo-Fi, garagero pero igual de experimental y embebido de un particularísimo Acid Psych que queda de lujo bajo la naif acuarela de Lizzie (amiga de Chaplin). Para abrir, la pérfida "Clock Tick" con un gordísimo riff fuzzero y reloj metronómico marcando un imposible tempo acelerado. Dos guitarras que se doblan en una batalla por ver quién degüella a quién... triple línea por tanto construiída con el tick tack del reloj, guitarra rítmica y otra solista creando una suerte de código morse necrosado y obsesivo de 4 minutos y pico de duración. En el fondo, la estructura parece ser la de un viejo himno Sioux invocando a Manitú si uno lo escucha a 45rpm.
Sigue el Country Blues de "Over There", que no se corta en usar esos efectos vocales a lo 13th Floor Elevators (la verdad es que algo de Roky Erickson hay aquí y allá). Sin querer arriesgarme a usar el término Prog, sí que es cierto que la brutal economía de recursos de Chaplin quita el hipo, y es por ello que en la primera reseña mentaba al grandísimo Conny Plank. Por cierto que la garganta de Chaplin también tiene cuerdas y salivazo va, salivazo viene desbroza mucosidades con gargarismos y algo así como un proto Beatboxing. Sonido de un bebé de fondo y se desliza "Kitty", personalísimo tema con su puntito Jefferson Airplane o incluso el Marc Bolan más esquizoide y folk de Tyrannosaurus Rex.
Hay que esperar hasta "Tantalize" para escuchar una letra per sé, que por cierto tiene la insania de Syd Barrett y los primeros Pink Floyd. Minimalismo psicotrópico estudiado para demoler catedrales dogmáticas, es alucinante cómo se dobla a sí mismo la voz y genera sonidos que emulan teclados, cómo juega con el tempo a placer sin medios y hace 50 años. Por añadir algo que me corroe, también tengo metido en la cabeza al Daevid Allen que grabara con Euterpe aquí en España o algunas de sus locuras previas editadas en la serie Bananamoon. Pequeño interludio y puente buenrollista "Two Guitars" hacia la fabulosa "That's It Then", que explora todas las capacidades habidas y por haber de Oliver. Psicorragia compositiva con multitud de loops analógicos, corta y pegas sonoros, wah-wahs, fuzz de guitarras y modo bucle para una pieza alucinante equivalente a una dosis doble de estupefacientes ilegales.
Puro disfrute "Little Woman", mezcla entre primeros Funkadelic y Grand Funk, con letras que parecen versar sobre... sobre lo que sea. Me parece increíble que esto haya permanecido sin exhumar durante tantísimo tiempo. Ya conté en el primer artículo sobre los infructuosos contactos con Virgin pero es que me parece demencial que con la calidad que tiene esto el líquen de las piedras graníticas lo haya tenido oculto aunque quizás estas cosas tienen que ocurrir así para adquirir esa etiqueta de `malditismo´, `culto´ o lo que sea. "In a Hurry" son simplemente 22 segundos pero tienen miga; sonido de FF (fast forward) sobre el que campea una grabación de campo de viento. ¿Qué diablos se le pasaría por la cabeza para grabar esto?. Por cierto, precede uno de los mejores temas del disco... en "Noise in the Night" y "What´s Next" es donde vuelvo a sacar a los Wovenhand a la palestra pero 40 años antes. Telita ese ritmo arrastrado y sucio, bluesgrass y gospeliano. Esto es carne de carretera y la carne de carretera es el alquitrán, y el alquitrán se hizo verbo y habitó entre nosotros. Los Buffalo Springfield puede ser algo referente pero con la salvedad de que aquí el tipo se marca un `yo me lo guiso, yo me lo como´ (además de la paradoja de sonar primitivamente avanzado).
Hablábamos de Garage rock y así estalla como una espinilla adolescente "Born Seven Years Old", algo casi cercano al Rockabilly campestre (¿quizás The Cramps un poco después?) donde destaca una interpretación vocal de Oliver soberbia, continuándose con un pequeño pasaje Noir a lo Mancini (solo segundos) en "Down to the Woods", y es curioso pero me parece captar algo de procesamiento en la voz... ¿quizás un primitivo Vocoder?. La faceta más proto Punk de Chaplin tiene algo de histriónico sermón en una iglesia construida por completo con huesos de animales muertos y madera de ataudes que ha soltado la tierra tras una tempestad en un manglar.
"Mesmerizing Sound", que me niego a describir, pone el punto final a una joya IMPRESCINDIBLE en cualquier colección que se precie, y que hace palidecer a muchísimos discos entronados y catalogados como joyas. Si esto no es una joya, no tienes ni puta idea. Vava, vaya efecto de guitarra para cerrar el disco...
https://guerssen.com/artist/oliver/
https://oliverchaplin.bandcamp.com/album/stone-unturned
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