Cuando surgieron
PYLAR allá por 2012 creo recordar, una extraña sacudida tectónica cambiaría el ritmo y rumbo del continente mental que llevo en mi cerebro. Determinadas zonas por descubrir de mi masa cerebral quedaron expuestas de improviso como si de una extraña catarsis
Jungiana se tratara. Algo desconocido pero brutalmente cercano estaba amenazando mi tranquila existencia cuasi colonial, pero lo antiguo y primigenio siempre resurge como una infección aletargada que espera su turno para mandarnos con nuestros antepasados celestiales... así es la jodida maldición de Tutankamón o los Aspergillus silentes que duermen el sueño de los justos.
Cuatro años después, presentan su cuarto trabajo PYEDRA en ALONE RECORDS, insigne sello malacitano que de un plumazo borra especulaciones y se queda con los dos grupos que engloban al mejor del avantgarde doom patrio; ORTHODOX y PYLAR son la argamasa en la hormigonera musical de Dios, y si no te has dado cuenta todavía, te estás perdiendo el hilo temporal más jodidamente adictivo que haya conocido este país, así que no seas demasiado lento si quieres pillar la maravillosa edición en vinilo amarillo limitada a 100 copias.
Vendrán los Falsos Profetas Musicales a contarte sus alabanzas en estos tiempos de perdición, y olvidarás que vengo dándote la tabarra con PYLAR desde que la piedra cargada de vida viajaba por el Cosmos presta a eyacular en Panspermia esto que conocemos Tierra.
Podríamos bucear muy hondo en la historia para encontrar referencias muy antiguas sobre el culto a la Piedra, como bien hizo Alvaro Rendón en un maravilloso artículo doble para El Diario de Cádiz, o directamente irnos a libros como La Diosa Blanca de Robert Graves o Diosas y Dioses de la Vieja Europa de Marija Gimbutas.
Antiguas tradiciones hablan de un templo/santuario de Adán construido con zafiros y rubíes elevado a las alturas para evitar ese enigma eterno del Diluvio Universal. Curiosamente, una reliquia musulmana conocida como Al-Hayar-ul-Aswad remonta su existencia hasta los tiempos de Adán otra vez, y actualmente duerme sus días en la esquina oriental de la Kaaba dentro de la Gran Mezquita de La Meca. Besar la piedra negra siete veces forma parte del rito de una piedra que supuestamente el arcángel Gabriel (Yibril) entregó a Abraham (Ibrahim)... piedra que curiosamente bajó a la tierra de color blanco (las tradiciones hablan de un meteorito) hasta que los pecados la fueron transformando en negra.
La Piedra está íntimamente unida a las culturas mediterráneas, como lo demuestra Abadir, roca que Rea, madre de Zeus, daría de comer a Cronos para evitar que este devorase a su hijo. Curiosamente, los fenicios darían el nombre Abadir a una serie de piedras de forma cónica que relacionaron con la forma simbólica de sus dioses primitivos.
La Piedra sagrada del templo de Heliópolis en Egipto, conocida como El Benben, poseía forma de pirámide, mientras que en Grecia, el Omphalos del Oráculo de Delfos es un betilo que Zeus dejaría en el ombligo del mundo... ombligo como centro primitivo de expansión del Viejo Mundo (Pausanias hablaría de un Centro Cósmico). La roca cónica de la diosa asiria Elagabalus de Emesa o el granito de forma prismática cuadrangular de Baalbek son más ejemplos de la forma asociada a lo sagrado.
Otras veces la piedra es esculpida y amoldada a las creencias, como la Lingam hindú que muestra los atributos masculinos y femeninos en una oda a la fertilidad. Gea (Cibeles) o los antiguos dioses Penates, la piedra de cuatro cuernos de los Nabateos (Ushara) son unos cuantos ejemplos de los cientos que subyacen en las páginas de nuestra línea temporal. Pero tampoco tenemos que irnos demasiado lejos en la historia o el tiempo; nuestro país es un hervidero de reliquias de hueso y piedra que se transmite de padres a hijos mediante tradición oral. Recomiendo fervientemente que se busque en librerías de antiguo Guía Sobrenatural de España de Carlos Pascual (Alborak, 1976).
Galicia por ejemplo está plagada de estas historias.
Las Piedras de Muxía en la
Punta de la Virgen de la Barca fueron testigos mudos de un viejo culto precristiano hasta que la iglesia "santificó" para su bien estos lugares y muchos otros:
Costa de Morte, El Cristo de Fisterra, Pedra dos Cadris, Pedra da Alabar, Pedra do Timón... Llegado cierto momento de la historia, los Adoradores de Piedras o
Veneratores Lapidum serían perseguidos por la Iglesia tras su anatemización.
Bucear en estos misterios no es tarea fácil para el no iniciado. Hablamos de Piedras aisladas pero... ¿qué pasa cuando las formas rocosas se agrupan en determinados conjuntos que emulan antiguas corrientes de energía sagrada?. El conjunto arquitectónico sacro hace su aparición para enaltecer el ansia de lo divino. El Templo como refugio pétreo que es instalado bajo conocimientos arcanos y nunca por azar. MEGAS... LITHOS.
La Medusa de la mitología, como ente ctónico imbricado en sueños y realidades paralelas, convierte en piedra mediante su mirada, siendo incluso este mito fuente de revisiones de Freud en artículos como Das Medusenhaupt (‘la cabeza de Medusa’), asociando el poder de la medusa a la imagen materna y la castración.
Existe pues una intención última en todo esto, y el combo biolumínico de antiguos profetas PYLAR cogen sus herramientas de herreros y alquimistas (que diría Mircea Eliade) para horadar antiguos dólmenes y dejar su impronta en la viviente piedra.
PYEDRA es grabado en La Mina de Raúl Pérez y masterizado en Kadifornia Estudios por Mario G. Alberni con la formación actual de:
Gamaheo: batería, rocas, telurismo, granito
Trarames: trompa, betilos, pylares y columnas, lava tectónica
Lingua Alaudae: violín, mandolina, grietas, piedras de rayo
LenguaDeCarpa: voces, alfabetos ignotos, lenguaje petrificado, litofanías
Bar-Gal: guitarras, metal, hachas de los dioses
Maravillosa la portada de GONG SH con múltiples significados. ¿Un gran bloque de piedra que penetra la montaña o una gran cantera de la que se ha extraído un monolito?; piedra que penetra la piedra bajo un cielo mediterráneo en todo su esplendor... todo ello en una gama de colores que sólo iluminados como ELECTRIC WIZARD (y ahora PYLAR) son capaces de manejar y salir bien parados del asunto.
Un color cárdeno, púrpura incandescente o infravioleta como testigo del plano espectral de la realidad donde moran los difuntos. El color morado fue elegido por el papa
Inocencio III como color litúrgico, basándose en el
Cantar de los Cantares,
Shir Hashirim o
Cantar de Salomón. Signo de preparación espiritual y penitencia o de respeto por los difuntos. Una franja amarilla a modo de Gloria resalta el perfil de la montaña y nos invita al recogimiento espiritual necesario para pulsar el play:
"Menga" abre el disco con un pétreo riff de guitarra de
Bar Gal sobre el que van apareciendo incursiones de la épica trompa de
Trarames y la percusión fúnebre de
Gamaheo.
Lengua de Carpa retrocede con sus invocaciones al mismo Neolítico. El mundo simbólico penetra lascivamente el presente y vierte su simiente de negra textura, porque tal es la forma de actuar del
"técnico de lo sagrado" que es el chamán, la segunda gran profesión más antigua de la historia, que reproduce mediante simbología los hechos que se dan en el plano espiritual.
Nos metemos pues de lleno en el
Neolítico Monumental en el que el paisaje adquiere el carácter de Cosmos, armonizando con el día a día del hombre antiguo y sus primigenias creencias, que
PYLAR resucita y trae a la actualidad en su particular homenaje a los sepulcros megalíticos del conjunto arqueológico de los
Dólmenes de Antequera, con una letanía mortuoria que entronca directamente con la funcionalidad del túmulo de Menga.
El funeral doom acompasado, penitente y meditabundo adquiere cotas procesionarias mientras que cuerdas y vientos dan el toque maestro al asunto rozando la música de cámara. La entrada al grupo de
Lingua Alaudae al violín da una dimensión extra a la música de
PYLAR convirtiéndola en algo más enrevesado si cabe... una suerte de mezcla entre el avantgarde doom y grupos como
PRESENT o
UNIVERS ZERO.
Vendrán los illuminados a definir y etiquetar esto pero en verdad, en verdad os digo (
Lego Hymin), que el sonido de
PYLAR ha trascendido etiquetas y estilos, adquiriendo cotas de originalidad que dan auténtico pavor.
El segundo corte del vinilo (acaso no es el vinilo la Nueva Piedra?) no puede ser otro que "Megalitos". Si bien gente como el historiador V. Gordon Childe hablaban de una expansión de grupos humanos desde el Egeo en una especie de religión megalítica, lo cierto es que pruebas como la del Carbono 14 darían al traste con toda la teoría. Actualmente se habla de cultura funeraria en la Europa Occidental, aunque hay muchas más teorías de las que pudiéramos sospechar sobre esta particular modificación del paisaje y el cambio mental en el hombre antiguo.
Musicalmente el tema se mete por terrenos cuasi cinematográficos en su arranque, con la lentitud propia de una marcha de difuntos hasta que un minuto después el ambiente se electrifica en una particular ordalía mayestática.
Los cantos de
Lengua de Carpa se tornan más terrenales mientras que las percusiones son mecidas constantemente por la penetrante y particular guitarra metalera de
Bar Gal (podríamos hablar de una especie de
NWOLHM o
NEW WAVE OF LITIC HEAVY METAL). La trompa se ha convertido en seña de identidad de
PYLAR apuntalando las vigas sobre las que se sostiene el sonido de la banda y dándole un aire de rareza y originalidad al conjunto (en curioso pero no puedo quitarme de la cabeza algunas marchas del
Viernes Santo, y si no me creéis escuchad a partir del minuto 8 cómo la música parece "mecerse" de alguna extraña forma. Saeta telúrica).
La Cara B se abre con
"Menhir" y esa extraña inmanencia fúnebre que empapa todo el disco. El sacrosanto monumento megalítico es común (en mayor o menor medida) a todas las partes del planeta, existiendo trazas de culturas diferentes entre sí que coinciden en sus ritos de paso.
Musicalmente las percusiones de
Gamaheo forman una pétrea capa de guijarros sonoros sobre la que se eleva el particular y susurrante discurso chamánico de
Lengua de Carpa. Los violines y mandolinas retuercen el tema hasta niveles puramente experimentales creando una brutal sensación de asfixia sólo comparable a un extraño ritual adoratriz que se pierde en la noche más larga de la humanidad. Sensación de "verticalidad" o
caída libre que podría entroncarse perfectamente con el Vuelo Simbólico del Chamán.
Con respecto a
Lengua de Carpa y sus arranques de catársis desiderativa enmascarada. cito este excelente pasaje de
Stephen Larsen:
"El significado del Mito, pues, debe experimentarse: este momento de significado primario debe buscarse, o, mejor dicho, cortejarse en el ambiente abierto, lúdico, del teatro de máscaras de la fiesta religiosa. Este significado no puede forzarse ni definirse. No se revela al científico crítico, ni al antropólogo confundido y atascado en modos analíticos, lógicos, de significado secundario. Sencillamente se presenta a la conciencia receptiva".
Cierra el disco el monumental
"Meteoros", con una fuerza que me deja la mandíbula rígida. Los guitarrazos épicos (geniales los riffs de guitarra), las cabalgadas alucinantes de batería y el ambiente cinematográfico reforzado por trompa y cuerdas sobrecogen a niveles realmente íntimos. Ecos al doom de los primeros
My Dying Bride (quizás sea por los violines, no lo sé...) con una facilidad encomiable de hacer poderosa la melodía a la par que sacramental.
La lluvia de meteoros más jodidamente espectacular que pueda imaginarse, sentado en el palco que da al instante último del Cosmos... aquel en el que tiempo y espacio no existen sino que se dotan de la singularidad propia necesaria para viajar a placer en la Historia. Guitarras retorcidas, redobles gruesos y (
oh, Menga, oh Megas!!) la irrupción incluso de voces guturales aquí y allá.
No voy a decir nada más (algun@s no habrán llegado hasta aquí leyendo). Estamos ante un disco con estatus de culto y una banda que realmente no sé a qué niveles puede llegar. Decir imprescindible es quedarse corto; no dejes que los Falsos Profetas te iluminen, busca tu la senda y si te pierdes no importa... jugaremos al mejor juego de
Piedra, Papel y Tijeras que existe, en el que la piedra siempre gana, el papel te ilumina y las tijeras permiten matar a tus enemigos.