La formación SPUTNIK TRIO es un organismo vivo formado por tres células unidas por los filamentos del jazz de combate y la improvisación libre. El binomio Serrato//Díaz es la mejor base rítmica que existe ahora mismo en este país, capaces de unirse en aleación libre con multitud de músicos y formar entes de autonomía propia. Si el tercero es alguien como Ricardo Tejero, la guerra de guerrillas está asegurada.
De su primera referencia hablé largo y tendido aquí:
Y para los completistas, añado lo que para mí es una extensión de esta formación con Colin Webster en uno de los discos de Necrojazz más interesantes de los últimos 3 Kali Yuga:
Su último trabajo hasta la fecha es un directo titulado LIVE BETRAYAL, a modo de esas grabaciones casi espontáneas que se realizaban en la ESP RECORDS. Espíritu incendiario que huye del anquilosado panorama en el que se ha convertido el jazz en este país, más preocupado por sonar bonito y "con swing" que alejarse por nuevas líneas de expansión y frescura exploradora. A los que programan las horas de música de los canales en la madrugada directamente los mandaba al exilio por ineptos e incultos. Si un académico del jazz analizara este disco, probablemente sus palabras serían: "jo, esto no se hace así....". Y afortunadamente para los amantes de la música en caída libre, Serrato//Díaz y Tejero no sólo no lo hacen "así", sino que lo hacen como les sale de los seis huevos que portan. El diseño de Elena Serrato es una delicia (humor coño, que no nos quiten el humor!) y la edición a cargo de SENTENCIA RECORDS.
"Leaving a Hole in Every Town" te explota en toda la jeta con las Aylerianas incursiones de Tejero a los vientos altos. La batería de Díaz transmite la fuerza necesaria para dotar al conjunto de una crudeza tal que no pueda parar de acordarme de gente como Sunny Murray (no sé si será una influencia, pero el disco Spiritual Unity de Ayler para mí es referencial). El bajo de Serrato cortante y tocado con arco llevando una melodía arrastrada que en ocasiones adquiere la sonoridad que tendría un bajo eléctrico en esos proyectos que hay por ahí tocando thrash metal con instrumentos de cuerda.
Conforme va progresando el tema, el tempo se acelera y los instrumentos levitan de amor al más puro modo Coltrane o Coleman, pero con esa sensación de libertad de gente como Peter Brötzmann, Evan Parker, Barry Guy o Paul Dunmall.
En cualquier caso, el alto grado de compenetración y fuerza espiritual de este trabajo es realmente encomiable, máxime teniendo en cuenta que se trata de un directo sin trampa ni cartón. Los jugueteos de Serrato con su contrabajo remiten directamente a la improvisación británica, mientras que cuando suenan los tres músicos a la vez en modo orgiástico las referencias afrojazz son más marcadas. Tejero sopla incansablemente un saxo alto que está siempre observando al resto de instrumentos desde arriba, desde el techo. Como una experiencia extracorpórea musical donde base rítmica sin embargo huye del cielo resultando mas telúrica y terrenal. Modela rocas y extrae minerales mientras que Tejero erosiona la piedra con el viento.
"Call my wife at home" tiene el sonido raruno que tenían algunas composiones abstractas de Cherry o Sun Ra en los últimos sesenta y primeros setenta. Las percusiones de Díaz cada vez son más ricas y Serrato mima su contrabajo con algunos dejes aflamencados y de cámara que quitan el hipo. En sí el tema es una letanía hipnótica que explota en la entrada del clarinete de Tejero. Hablaba antes de Sun Ra. La Arkestra había descubierto que Egipto y los Nubios poseyeron la tierra mientras que Cherry se dedicaba a hacer música de agricultor; es decir, sonar con lo que la madre tierra da por temporada. Recoger los frutos musicales de las semillas que uno planta.
Algunos parecen haber olvidado el grado de influencia que Herman Sonny Blount tuvo sobre la improvisación libre de gente como Keiji Haino o el mismo John Zorn pero bueno, eso lo dejo para los estudiosos. SPUTNIK TRIO suenan a todo eso en un tema realmente embriagador... y ojo al duelo final de Tejero y Serrato en el tema mientras Díaz marca el ritmo a los platillos. "Don´t Let me Know" se abre con un solo de saxo (cierro los ojos y me teletransporto a la época de la New Thing) lleno de esas capas y sábanas de sonido características de Coltrane o Pharoah Sanders (es más, diría que el saxo alto a veces baja a los entresijos de los vientos tenores, pero no soy esperto yo en estas lides).
Entra la base rítmica y cojo el cd para revisarlo... ¿seguro que este disco no lo editó IMPULSE RECORDS en el 66 o así?. Qué maravilla la forma de interactuar de los músicos con un Borja Díaz completamente "enchufado" a su instrumento (Rashied Ali; Elvin Jones o el primerísimo Tony Williams en Blue Note). Serrato tortura su contrabajo al arco en un solo bestial que resucitaría al mismo Jimmy Garrison o Charlie Haden, a lo que sigue un tour de force percusivo de Díaz con un catálogo de golpes, redobles y crujidos (con o sin palillos) maravilloso. Cimbreantes melodía de saxo in crescendo (A BETRAYAL SUPREME!) para sentenciar esta obra de arte.
Me puedo equivocar en las influencias, los nombres y las fechas, pero no me equivoco un ápice al decir que este disco es de adquisición obligada a los amantes de la denostada palabra JAZZ.
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