HAY UNA LUZ (2012), de la banda madrileña SONNÖV, establece ese hiatus compositivo que suele caracterizar a las bandas del rock instrumental en este país. Hiato pre-maduración (o algo así ) entre su formación en 2003, el debut CEROGRADOS (2007), y el brutal último trabajo hasta la fecha CABALLO PERDEDOR (2015), que viene a consolidar a esta banda como una de las joyas a reivindicar (y sin menospreciar a nadie, sacar a colación de que hay vida más allá de las 3 o 4 bandas que siempre ensalzan los medios).
HAY UNA LUZ es grabado y mezclado por CARLOS SANTOS en los estudios SADMAN y masterizado por KARLOS OSINAGA (LISABÖ). Formación de quinteto con RUBÉN FARRONA, JAVIER GARCÍA, ENRIQUE MINGO, ALVARO OTERO y ROBERTO TENA. La edición corre a cargo de NOOIRAX, ODIO SONORO, NOMA RECORDS y DISCOS MACARRAS, auténticas bestias de combate del underground patrio.
Dividido en tres movimientos o capítulos, se trata de un disco muy emotivo, inspirado y elevador, donde las melodías propias del Post Rock en "Horizonte de Sucesos" tienen cierto cariz psicodélico y progresivo, contrastando con "Estratocúmulos", tema guiado por un bajo espectacular sobre el que desfilan líneas de guitarras lánguidas y sampleados de voces. Sencillamente genial, con cierto regusto en los riffs de guitarra a los OPETH más progresivos (y los KATATONIA de la última etapa) y con trazas a la neo-psicodelia sueca, o al menos a mí me lo parece. La pequeña píldora embriagadora de "NM" pone fin al primer tercio del disco con un nivel que asusta.
"Será difícil" vuelve a contar con esos samplers de spoken word que encajan perfectamente en la filosofía de la banda, haciendo que diez minutos se te pasen prácticamente en un suspiro. A diferencia de otras bandas, SONNÖV huyen del Stoner para meterse de lleno en terrenos más luminosos (donde podrían caber gente como MOGWAI, SIGUR RÓS...). Lo progresivo y lo psicodélico (no puedo quitarme de la cabeza algunos proyectos del sello KSCOPE) comulgan a la perfección en un néctar milimetrado entre NEUROSIS, GODSPEED YOU BLACK EMPEROR y una suerte de OPETH/KATATONIA instrumentales en "Los últimos días de Pompeya" (con voces de JORGE "DARK BORUSSIAN" GARCÍA).
Por algunos momentos, el tema parece discurrir en una línea temporal paralela a los devaneos que se marcaron ANATHEMA en aquel glorioso PENTECOST III; esta referencia puede parecer a priori algo ligera, pero recomiendo rescatar el ep de los ingleses y quitarle las voces... no me digáis que las guitarras al menos no tienen la misma afinación. Cuando entra la voz uno no puede quitarse de la cabeza a gente como LOAN o MEIDO (y qué coño, el primer disco de KATATONIA) y aunque la voz de JORGE GARCÍA tira para otros derroteros más en onda ADRIFT y similares, los abuelos son los abuelos. Otro comprimido para terminar la segunda parte con la melodía de caja de música de "PA" con un fantástico sampler de algo parecido a unos cánticos indios sobre el que se desarrolla una circular melodía de guitarra acústica.
"L-Dopa" es una bomba de relojería que inevitablemente estalla a mitad de tema; cierto aire a los mallorquines MARASME en un tema que se propone liberar dopamina desde el primer segundo (por cierto que la levodopa es uno de los fármacos de elección en el Parkinson). "Caminamos hacia Amaurota" toca el tema de la ciudad de UTOPÍA del libro de TOMÁS MORO, y particularmente es uno de los temas más ricos del disco. Con una base rítmica llena de detalles y unas guitarras particularmente camaleónicas, el tema tiene cierto aire apocalíptico y nos muestra a la banda en todo su esplendor compositivo, donde destacan las ordalías de distorsión psicodélica que no hacen sino aumentar la riqueza de un disco ya de por sí verdaderamente inspirado.
Punto final con la ambiental "Hay una luz" que redondea un trabajo de altísimo nivel donde pocas pegas se puede poner.
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