"Un pareja trata de salvar su relación, pasando un fin de semana en una mansión abandonada. Allí, para recuperar la chispa de sus vida, deciden grabar sus relaciones sexuales en vídeo. Sin embargo, pronto descubrirán que no están solos en esa casa al visionar las cintas, y su apasionado fin de semana se convertirá en una lucha por su supervivencia."
BERNARD ROSE, director entre otras de la clásica CANDYMAN (sobre relato de LOS LIBROS DE SANGRE de CLIVE BAKER), se nos lanza ahora al mundillo de los Found Footage.
Los aciertos de la película son varios; por un lado la impresionante ambientación en un hospital abandonado... y es que con un entorno así tienes media película rodada. El suspense está bien dosificado y los sobresaltos asegurados, o al menos dependiendo de lo susceptible que sea cada cual. El metraje cortito ayuda a que se digiera bien el asunto y la sencilla trama se absorbe cual valium sublingual.
El problema de esta SXTAPE son los desaciertos. Los manidos recursos de terror sobrenatural chabacanos, las horribilísimas interpretaciones de sus actores principales (rayando la estupidez humana) y los propios errores y vicios del cámara en mano conforman un bloque de defectos difícil de sobrellevar salvo que uno sea fanático de estos géneros.
A pesar de todo, se nota cierta maestría de un director ya curtido en varios géneros como BERNARD ROSE, con lo cual no estoy diciendo que la película sea nada del otro jueves, claro, sino que es más "visible" que otras que campean a sus anchas por internet.
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