Ayer por la tarde la dediqué por entero a una de mis grandes pasiones... la arqueología musical. Aquellos que me conocen bien saben lo que puedo llegar a disfrutar con alguna de mis más difíciles adquisiciones. A veces la búsqueda es infructuosa, otras desalentadora, otras desesperanzadora, otras amortajante, otras imbecilizadora, otras lobotomizante... pero otras veces la suerte sonríe, las estrellas se alinean, y el destino te sonríe.
El caso de ayer creo que fue uno de los más afortunados de los que recuerdo. En un antro sin nombre, como si fuese un detective privado en busca de joyas de otro tiempo, se vino a mis manos (literalmente, saltó de donde estaba, para dejarse caer y mecer en mis nerviosas falanges) un preciado objeto de esos que se solían llamar single, siete pulgadas (7"), disco pequeñito... con los que nuestros padres se montaban sus guateques en las casas de sus padres (no había dinero para salir por ahí, y mucho menos sitios a los que ir).
El vinilo en cuestión era (y es, por Dios!... un momento! voy a comprobar que todavía lo tengo... bien, bien, ahí está!...) de Neuronium; para los no iniciados diré que Neuronium fueron los pioneros de la música electrónica espacial en España, o lo que es lo mismo, el equivalente a la Kosmiche musik de la década de los 70 en Alemania.
Varios fueron los integrantes de tan pionero grupo pero si hay que destacar a alguien es a Michel Huygen, su alma mater. Huygen a pesar de su nombre es español, aunque de origen belga, y toda una eminencia en la música electrónica patria, llegando a grabar una sesión con Vangelis, hacer la banda sonora de algunos de los programas de Jimenez del Oso, o dar un concierto en el Planetarium de Madrid...
Sus dos primeros discos son para mí joya imprescindible: "Quasar 2C361" y "Vuelo Químico", los cual os invito a conocer.
Así pues que os podéis imaginar lo loco de contento que me puse, las plegarias que recé a los Dioses de la Buenaventura, y las genuflexiones rotulo-roturantes realizadas.
Ahora disfrutaré su música y cuando menos lo penséis, volveré a la carga con otra incursión desalentadorasombrosadesmoralizante.
UN FRAGMENTO DE QUASAR 2C361
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