Destruir los agarrotados pilares de lo harmónico para que el sonido adquiera textura es equivalente a citar a la sinestesia o lo sinestésico. Proceso neuronal que juega al despiste, la activación de estímulos captados por cualquiera de los órganos de los sentidos (causa) provoca experiencias y sensaciones en otro (efecto) de tal modo que un determinado color puede recordarte al olor de un momento concreto de tu niñez o un sonido reflejar el pasar de las yemas de tus dedos sobre papel de lija hasta el punto de que casi que sientes el calor del roce.
Para llevar todo esto al sonido necesitas un grado de conocimiento intuitivo del instrumento que manejas y si además lo haces a dúo, evidentemente entramos en el terreno de lo automático (que no automatismos, que es algo ultrarígido) o de lo para mí más acertado que es la `sincronía´ telepática tan común en los músicos de la improvisación libre. En ese eterno debate entre composición e improvisación, es absolutamente imprescindible citar a la Spontaneous Music Ensemble y a AMM porque en sus entrevistas reflejan a la perfección todo este fenómeno de lo `textural´ en la música y de cómo con determinadas instrucciones (tocar mediante tarjetas, cambiar de ritmo radicalmente mediante un movimiento de la mano, abarcar todas las posibilidades de una nota asordinada repetida `ad nauseam´) casi que ineludiblemente siempre y como por arte de magia los improvisadores acababan llegando a un punto en el que oído e intuición se adelantaban a la música de tal suerte que el final era `orden´ dentro del aparente `caos´.
Toda esta línea discursiva es lo que pretendo sea la introducción a Textures de Josep Lluís Galiana (saxo tenor y soprano) y Amadeu Marin (guitarra eléctrica y acústica) que tuvieron a bien grabar en Rockaway Studios (Castelló de la Plana por Raúl Artana) el 12 de Marzo de 2024 este fabuloso álbum que desarrolla ese grandioso término (que tan bien cita Joan Gómez Alemany en las líneas del interior) de lo rizomático y que yo, en mi humilde acervo Mortimeriano digo que es como fundir el saxo y crear un hacha con la que cortar el Árbol de Porfirio y su vértebra dicotómica en ese acto de terrorismo cultural (Deleuze y Guattari) que consiste en desplazar el centro hasta que (para que nos entendamos) ya no sepamos si la raíz es tal, o bien es tallo o rama. ¿Confundidos? Aplicad esto a los 50 minutos de Textures y quizás vayamos ya entendiéndonos. Por cierto, el disco lo edita en Digipack LÍQUEN RECORDS con portada de Belén García de Mateos.
Hace honor a su nombre la cascada puntillista de "Choppy Pointillism" con ese jugueteo propio de Zorn en sus proyectos más complejos. Notas de saxo que salen lanzada con diversas longitudes (más o menos cortas) en diferentes timbres (más o menos sordina) y todo dialogando con una excelsa guitarra a cargo de Marin que afina el instrumento casi como un vibráfono o marimba de esos que se tocaban en los dibujos animados (Cartoons) y que tanto, repito, influenciaran a Zorn en su Toy Music. Alambres que hieren, alambres que acarician; fuente que mana o tierra que se anega. Notas que se aneurisman versys notas que se ocluyen, ambiente juguetón pero a la vez con esa mala baba que deja el regusto Noir; y dentro de esa jungla urbana, en ese tramo final el saxo soprano se va abriendo con la estructura asalvajada y melódica (según sus reglas) del mejor Free Jazz mientras que la guitarra, apelmazando notas, asemeja las gárgaras de una ciclópea garganta.
Más experimental resulta "Liquid Impasto" en la que la guitarra abre rozando las estructuras de la electroacústica. Las notas del saxo agudísimas ayudan a crear un catedralicio ambiente Noise que conforme avanza el corte se refuerza en su pátina férrico cibernética. Dejo claro en cualquier caso que las texturas sonoras que yo describo no necesariamente tienen que parecerse a las que otros oyentes capten, faltaría más. Marin rasga y pellizca las cuerdas mientras Galiana convierte su saxo en una harmónica. El sol pega fuerte, y me hago unos largos en mi piscina de mercurio y líquido cefalorraquídeo. Estoy inmerso en "Glazy Slide" y ha sido de forma tan sutil que no me he percatado. Cuando me he dado cuenta, todo sonaba tan agudo y salvaje que me ha faltado ponerme el sombreo Cowboy en esta especie de Impro Rodeo. Sigue la presencia tribal / drone que tanto me gusta (ya sabéis que soy de tempos lentos) en "Coarsely Earthly"... bordeando eso que llaman Doom Jazz pero en clave experimental, se entiende... aunque luego el saxo se transforme en uno de esos ejercicios necro espirituales a lo Evan Parker y la guitarra suelte el hedor de Frith / Bailey tocando en cualquier infecto tugurio suburbano. Brutal y cercana al Free Jazz combativo que tanto me enciende. Os pido atención no a las notas que toca Galiana, sino precisamente a las que no toca y deja a la `intuición´ del oyente (no sé si me explico del todo).
"Tactile Filigree" vuelve a traer a tu barrio la juguetería que visitamos en "Choppy Pointillism" pero aqui el niño está más crecidito y estilizado como bien muestran las décimas de fiebre del saxo (el estirón de la pubertad) y ese virtuosismo apabullante de Marin (qué bien mi niño cuando se aplica en algo). Todo ello, ejercicio fantástico de improhijoputismo matemático tan exacto como una fórmula matemática. Sobre sordinas agónicas tantea la acústica rasposa en los casi siete minutos de "Gritty Frottage", tan áspero como hacerte una colonoscopia con una manguera forrada de papel de lija; roces, soplidos, gruñidos, cuerdas percutidas, masturbaciones, colutorios con alguitrán, fiestas de cumpleaños con globos hinchados con Napalm y mucho, muchísimo onanismo sonoro, salpicaduras bukkakeskas, flatulencias abordadas desde el bondage y, por supuestísimo, final feliz.
Llamada de la Selva a lo Pharoah para "Granular Multilayer", especie de Spiritual Impro Jazz apasionante porque mezcla dos géneros que me apasionan que son el Free Jazz post Coltraniano y la Impro Europea de mediados, primeros de los 70 y 80. Hasta una partícula de pequeño tamaño como es un Gránulo tiene el derecho a la búsqueda de su realización, individualidad, disolución del yo y posterior retorno espiritual / fusión con el Primer Impulso Universal. Entramos en los últimos compases con la espaciada "Sparsely Bouncy" donde los instrumentos dejan más espacio entre ellos, cosa que me ayuda a, por un lado, reafirmarme en la sabiduría de Galiana y asombrarme con los recursos de Marin que se lanzan de lleno a un partido a vida o muerte de Ping Pong Jazzero. "Closely Knitted" es el equivalente en sonido a suturar una herida con notas de saxo y estructura casi de música industrial de la guitarra.... y es todo lo que voy a decir de ella so pena de que tú, lector, pierdas / atrofies / desprendas de tu ser / deglutas y defeques sin darte cuenta ese fabuloso instrumento Divino que es la IMAGINACIÓN de tanto rumiarte yo aquí mis sensaciones.
MUY, MUY RECOMENDADO.
https://liquenrecords.com/2024/05/09/textures-josep-lluis-galiana-amadeu-marin/